tag:blogger.com,1999:blog-35407780299896301302024-03-09T18:48:04.428-08:00Toda la noche oyendo pasar pájarosEL BLOG DE PEDRO SCHWARZEPedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comBlogger270125tag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-89953702916684501092023-07-26T15:51:00.003-07:002023-09-10T17:03:00.313-07:00Glosario de términos controvertidos por el 50º aniversario del 11.09.1973<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfEgGfzQiIcnJxWIHW656adHWk-d0hOkl1U8V6iRV-402jyOj0muKG26B4Yk_Hm1HmMN_NaF8YD0n3DpBFeS165-PUbBL_tLFd78sTE0dLLKJvo1b9sgsynsoIsWiTa9VV_0Cfw4x6Ieci81k3aZD1EHLnSON9d4iZzoP2p2gN9F1dq_wv9Quk1wPdE1Io/s640/Quema.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="308" data-original-width="640" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfEgGfzQiIcnJxWIHW656adHWk-d0hOkl1U8V6iRV-402jyOj0muKG26B4Yk_Hm1HmMN_NaF8YD0n3DpBFeS165-PUbBL_tLFd78sTE0dLLKJvo1b9sgsynsoIsWiTa9VV_0Cfw4x6Ieci81k3aZD1EHLnSON9d4iZzoP2p2gN9F1dq_wv9Quk1wPdE1Io/w542-h261/Quema.jpg" width="542" /></a></div><br />ALLENDE. Presidente constitucionalmente elegido en los comicios de septiembre de 1970 y ratificado por el Congreso pleno al no obtener la mayoría absoluta de los votos. Tal como ocurrió en 1958 con Jorge Alessandri, en 1952 con Carlos Ibáñez del Campo y en 1946 con Gabriel González Videla. Pese a lo que se pueda decir, hasta su elección como presidente, fue un político tradicional, en el sentido de que construyó una larga trayectoria en la vía institucional: 25 años como senador y un período de cuatro años como diputado.<br /><br />
DETENIDOS-DESAPARECIDOS. Ese y no otro es el término para referirse a estas víctimas de la dictadura. Nunca usar solo “desaparecidos”. Son personas que fueron detenidas por agentes del Estado y que hasta el día de hoy se ignora su paradero. Algunos de los cuerpos de esas personas se encontraron en fosas comunes o fueron enterrados en sitios clandestinos con el claro objetivo de ocultar los cadáveres y deshacerse del cuerpo del delito.<br /><br />
DICTADURA. A diferencia de muchos términos de este glosario, éste tiene una connotación negativa, por lo que los partidarios de una dictadura difícilmente se referirán a ella de esa forma. Como sea, una dictadura está presidida por un dictador y en algunos casos por un grupo de dictadores. En todo caso, durante un régimen de este tipo el término “dictadura” no es tolerado, por lo que hasta los medios y voces más críticas y opositoras evitan ese término, a modo de recurso de sobrevivencia.<br /><br />EXCESOS. La forma eufemística para negar las violaciones sistemáticas a
los derechos humanos, cosa probada que ocurrió en Chile entre 1973 y
1990, a través de las instituciones armadas y de sus aparatos
represivos, especialmente la DINA y luego la CNI. <br /><p></p><p></p><p>GAP. Son las siglas del Grupo de Amigos Personales. Evidentemente su nombre no dice nada. Fue la escolta armada de Salvador Allende, compuesta en sus inicios por jóvenes que tenían algún tipo de instrucción militar, especialmente del MIR y de la facción del PS conocida como los “elenos”. La necesidad de que Allende contara con una escolta fiel surgió tras el asesinato del jefe del Ejército, René Schneider, una estratagema para impedir la asunción del candidato socialista como presidente. Aunque no tenía un respaldo legal, no necesariamente era ilegal: Allende envió al Congreso en diciembre de 1971 un proyecto que creaba el Departamento de Seguridad de la Presidencia de la República el cual nunca fue despachado.<br /><br />
GOBIERNO MILITAR O CÍVICO-MILITAR. Es el que dirigió el país entre 1973 y 1990. El término “gobierno” así como el de “gobernante”, como otros términos de este glosario, no tiene connotación alguna, por lo que se puede referir a uno democrático, monárquico, dictatorial, etc.<br /><br />
GOBIERNO AUTORITARIO. Eufemismo para evitar definir el gobierno de Pinochet como dictatorial.<br /><br />
GOLPE DE ESTADO. Forma como tradicionalmente se conoce el derrocamiento de un gobierno, sin importar su génesis, origen o legitimidad. Puede ser contra un gobernante democrático o incluso contra un dictador. La cosa es que un golpe de Estado saca al gobernante de turno. En el caso de Chile este fue liderado por los tres comandantes en jefe de las ramas armadas y el titular de Carabineros.</p><p>GOLPE MILITAR. El golpe de Estado fue encabezado y realizado por las Fuerzas Armadas y Carabineros, independiente de que sectores civiles hayan instigado esa acción. Por eso es incorrecto hablar de "golpe cívico-militar", que una extensión que no corresponde del concepto "gobierno cívico-militar".<br /><br />
GUERRA. Para justificar la represión y las violaciones a los derechos humanos, se ha asegurado que “estábamos en guerra”, y que hubo “caídos de lado y lado”. Sin embargo, incluso en la guerra hay normas y aquí no se cumplieron ni respetaron. De cualquier forma, la inmensa mayoría de las víctimas no eran una amenaza para el gobierno que se impuso en 1973 por las armas que empuñaban, sino que por lo que pensaban, por su militancia política y por su deseo de acabar con esa dictadura.<br /><br />
MANDATARIO. Aunque es un término confuso, es preferible quedarse con la primera parte de la definición de la RAE: “Persona que ocupa por elección un cargo muy relevante en la gobernación y representación del Estado”. Es decir, con este criterio, Pinochet no fue mandatario.<br /><br />
MERINO. El almirante José Toribio Merino es considerado el máximo impulsor del golpe. Él no estaba al frente de su rama el 11 de septiembre de 1973, pero ese día se autoproclamó comandante en jefe de la Armada, desconociendo el mando del almirante Raúl Montero. Lo mismo ocurrió con el general César Mendoza, quien se autodesignó director general de Carabineros por sobre el titular hasta ese día, José María Sepúlveda.<br /><br />
PINOCHET. Fue el último de los jefes militares en sumarse a la conspiración para derrocar el gobierno de Allende impulsada inicialmente desde la Armada. Entre septiembre de 1973 y diciembre de 1974 encabezó la junta militar de gobierno.<br /><br />
PRESIDENTE. Augusto Pinochet fue presidente de Chile desde diciembre de 1974 y hasta marzo de 1990. Ser presidente no tiene nada que ver con cómo llegó al poder. Presidente viene de presidir, no de ser el legítimo gobernante de un país.<br /><br />
PRONUNCIAMIENTO MILITAR. Otro eufemismo, esta vez para referirse al golpe de Estado de 1973.<br /><br />
RÉGIMEN. Con el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, se interrumpió en Chile el régimen democrático y comenzó uno de orden dictatorial. La palabra régimen no tiene en sí una connotación negativa. Se refiere a un ordenamiento político.<br /><br />
SUICIDIO. Salvador Allende se suicidó en La Moneda. Su decisión no puede considerarse como el gesto de una persona desesperada, sino un acto político, consciente, de consecuencia política y de fidelidad con sus partidarios y su historia. La versión del asesinato o de su muerte a manos de los golpistas fue descartada por las personas que estuvieron hasta el último minuto con él, y solo se mantiene en las mentes fantasiosas de algunos y de aquellos que no entienden la última decisión de Allende.
</p>Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-29755393085771028822023-07-13T05:58:00.000-07:002023-07-13T05:58:32.902-07:0034 años después<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiMC3ordXtshRPKGMZWFYRM4sLlaVo7TDu60u_kH_EnfOnP4K8qQ2uNbIr0lyze4vGPHLWIiz_pHUDjNgA8gDKl512RJCggy6XDSvbcQ1sX7k-Wyv5uiha4q1Ne8dvMST5uNnqe84wMHDdkIgjg3QJtwUvQ-7SOA2nNDdLScbxK0Ar7YmhW26zZoAqy1zq/s4032/20230708_155021.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiMC3ordXtshRPKGMZWFYRM4sLlaVo7TDu60u_kH_EnfOnP4K8qQ2uNbIr0lyze4vGPHLWIiz_pHUDjNgA8gDKl512RJCggy6XDSvbcQ1sX7k-Wyv5uiha4q1Ne8dvMST5uNnqe84wMHDdkIgjg3QJtwUvQ-7SOA2nNDdLScbxK0Ar7YmhW26zZoAqy1zq/w570-h428/20230708_155021.jpg" width="570" /></a></div><br /><b>Por Filiberto Castiñeiras</b><br /><br />
El fusilamiento, en la madrugada del 13 de julio de 1989, hizo enmudecer a simpatizantes y detractores. Para los que de alguna forma vivimos aquellos momentos, no se borran de la mente las imágenes, las voces, los detalles.<br /><br />
En el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MinFar), se venían desarrollando diariamente, a las tres de la tarde, reuniones de análisis con motivo de lo que repentinamente se denominó «movimientos sospechosos» de embarcaciones en la zona de Varadero (en la península de Hicacos, unos 120 kilómetros al oeste de La Habana) que —se suponía— habían sido detectados por la propia contrainteligencia del Ministerio del Interior —y, lo más alarmante, según las informaciones que estábamos recibiendo, por el servicio de Guarda Costas americano, a través de los canales abiertos entre ellos y nuestras propias Tropas de Guardafronteras.<br /><br />
En las reuniones participaban algunos de sus más encumbrados oficiales y por el MinInt, el propio ministro, general de división José Abrantes; mi jefe inmediato Pascual Martínez, en el cargo que se denominaba primer sustituto; el jefe de la Dirección General de Contrainteligencia, el también general de división Manuel Fernández Crespo. Pero pronto comenzaron unas maniobras inexplicables. En los momentos de las más difíciles decisiones, Abrantes fue enviado por Fidel a México para llevar algún mensaje al presidente Salinas de Gortari.<br /><br />
Ahora era Pascual el que llegaba a mi oficina. Había entrado por la puerta trasera, después de dejar el ascensor que utilizaba el Alto Mando.<br /><br />
Venía con varios <i>files </i>bajo del brazo y cara de inusitada impotencia y desesperanza —si se me permite la descripción. Serían las cuatro de la tarde aproximadamente.<br /><br />
Al entrar, se recostó a una larga credencia que se ubicaba frente al buró donde yo trabajaba y sin mirarme, con la vista perdida a través de los ventanales que tenía al frente, dijo: «Ahí acabo de dejar la cola».<br /><br />
Se refería al chequeo personal que la contrainteligencia del MinFar venía realizando a varios de los cargos más importantes del MinInt —el supuesto sacrosanto Alto Mando.<br /><br />
Seguía sin mirarme, perdido en su pensamiento.<br /><br />
«Estamos metidos en esto hasta aquí», dijo por fin, con su mano derecha puesta horizontalmente a la altura de la nariz.<br /><br />
«Hay una propuesta de fusilar a diez, por lo menos. Hay quienes están pidiendo doce.»<br /><br />
Fui yo el que me quedé en una pieza esta vez. Me había mantenido de pie todo el tiempo y ahora me recostaba lentamente a mi buró.<br /><br />
Todos los movimientos de embarcaciones en esa zona del litoral habían sido autorizados. Los vuelos de pequeños aviones también estaban autorizados a entrar al espacio aéreo cubano por el MinFar a petición de la oficina del ministro Abrantes.<br /><br />
La realidad es que, desde el principio de los años 80, el comandante de la Revolución Ramiro Valdés, nombrado ministro del Interior por segunda ocasión, había emitido una «orden ministerial», donde autorizaba cualquier tipo de vía o acciones para burlar el bloqueo norteamericano.<br /><br />
Surgieron entonces los famosos lancheros. Estos personajes llevaban a Cuba tecnología y equipos de computación que en aquellos momentos no se podían conseguir de otra manera.<br /><br />
Entonces Pascual me dijo: «Dile a Nilda que traiga un cafecito y ven a mi oficina».<br /><br />
Nilda era una excelente y servicial mujer de tez oriental, pelo negro a la altura de las caderas, que atendía las labores de limpieza de todo el piso en que nos encontrábamos.<br /><br />
«La reunión vuelve a empezar a las 5», me dijo, a la espera del café. «En el vuelo que llega hoy de Panamá viene Márquez con una carta de Noriega. Ponte de acuerdo con Yoyi, para recogerlo en el aeropuerto y para que lo traigas al MinFar.»<br /><br />
Roberto Márquez era en ese momento el jefe del Departamento Operativo de Tropas Especiales y Yoyi —Jorge Lino Cancio Bello—, el oficial que se encargaba de gestionar las entradas y salidas de los casos operativos que, a su vez, entraran o salieran del país.<br /><br />
Tal cual, coordiné con Yoyi, recogí a Márquez en el aeropuerto, le expliqué las instrucciones, recogimos el sobre al pie del avión, y nos dirigimos al MinFar.<br /><br />
La tarde había sido de mal tiempo. Fuertes lluvias y vientos habían decorado la llamada Avenida Independencia (conocida regularmente por los habaneros como Avenida de Rancho Boyeros), con pencas de palmas, y hasta con el derribo de un poste del alumbrado, que recorrimos en silencio a lo largo de sus más de 7 kilómetros de culebreo hasta nuestro destino.<br /><br />
Llegamos al sótano del MinFar y ya nos estaban esperando. Después de saludar a los escoltas de Fidel, nos recibió Lorenzo, un joven, amable e inteligente oficial que era uno de los jefes de la escolta de Raúl, que nos acompañó hasta el cuarto piso.<br /><br />
Llegamos a una pequeña sala donde estaba Fidel, Raúl, Abrantes, Pascual y quizá alguien más que ahora no recuerdo.<br /><br />
Le entregué la carta a Pascual. Fidel vino hacia nosotros. «La carta de Noriega, comandante» dijo Pascual, extendiéndole la carta.<br /><br />
Fidel dio media vuelta y abrió el sobre y extrajo la carta. Una hoja con el sello de la República de Panamá y con no más de dos párrafos como todo contenido, según alcancé a ver a mi prudente distancia.<br /><br />
Fidel, sin levantar sus ojos de la carta, frunció el ceño, los labios apretados, y dio unos pasos hacia delante, como si leyera nuevamente.<br /><br />
Regresó y le dio la carta a Raúl, quien la leyó y a su vez se la pasó a Abrantes. De éste, a Pascual, y regresó a mí, con la instrucción de «llévatela y guárdala». Fue entonces en el camino a nuestra oficina que tuve oportunidad de leer el contenido de los dos párrafos. «Fidel el objetivo eres tú. Los gringos están detrás de ti.». El caso es que, a través de sus fuentes en la CIA y de vínculos americanos con el G-2 panameño, Noriega había obtenido la información pertinente. Tu nombre, Fidel, es el objetivo de la operación.<br /><br />
Comentábamos después en prisión (el Alto Mando del ministerio casi íntegro terminó allí), que esta alerta de Noriega fue el punto de no retorno en la decisión de fusilar a cuatro hombres.<br /><br />
Ahora había algo más que el argumento de algunas hipotéticas fallas de disciplina. Noriega, como decíamos, «había subido la parada». Noriega le había sacudido el piso a Fidel y le hizo darse cuenta de que esta era una oportunidad que los norteamericanos no iban a desaprovechar. Coger a Fidel con las manos en la masa… en el escabroso tema del narcotráfico.<br /><br />
Pero, desde luego, en posesión de esa alerta, él no iba a dejarse arrebatar el escándalo internacional. Esa sería su potestad. Y, a continuación, muy provechoso para el momento de crisis en el campo socialista, no perdería oportunidad para limpiar un ministerio del Interior cada vez más proclive a los aires de la perestroika.<br /><br />
Tenía que utilizar otra vez su astucia y su habilidad para cambiar la imagen del problema —como acostumbraba a hacer.<br /><br />
Para empezar, había que lucir inocente a todas luces, traicionado, engañado. Había que hacer sentir su poder, su cólera ante el engaño. Y, la única forma era tomar medidas drásticas con alguien incuestionable.<br /><br />
Su mejor general, su mejor estratega, uno de sus mejores y fieles compañeros. Y hacerlo acompañar rumbo al poste de ejecuciones por el condotiero emblemático de las Tropas Especiales del MinInt. Y, de paso, los ayudantes de cada uno de estos dos.<br /><br />
El fusilamiento —en su concepto— resultaba obligatorio.<br /><br /><span style="font-size: x-small;">
En la foto, a mediados de los 70, desde la izquierda: el comandante Pascual Martínez Gil, jefe de Tropas Especiales; el primer teniente Conrado Rivera Guerra, jefe de la Segunda Compañía de la fuerza; el capitán Antonio Tengido González, oficial de Operaciones y una de las bajas cubanas más sensibles en Angola; el teniente Filiberto Castiñeiras Giadanés, ayudante de Pascual, y el legendario capitán Antonio de la Guardia, jefe de Operaciones. (Colección de Filiberto Castiñeiras. Copyright © 2023 Filiberto Castiñeiras. Prohibida la reproducción.)</span><br />Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-43642577902884287982023-03-20T13:36:00.015-07:002023-07-13T06:00:46.714-07:00Ha muerto Jorge Edwards<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmfQIF-y9tLNxMRtK-zS1_sjoHpylLVX6_k0Fuqu23BikkTN6JlkvG7ddvriRdJUCiHH_D2_C5M1WB5Vu0HnGrVFlDmXNP72FhG2uCbG-bo_9ruzxdO47ajIICwLM_RnQKvLSOpzROqIdDmjUUsxxmS7HXDX_JcgRqgR2cOMr5oDIYHSDiV-cxwQtFyQ/s633/Screenshot%202023-03-20%20153234.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="339" data-original-width="633" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmfQIF-y9tLNxMRtK-zS1_sjoHpylLVX6_k0Fuqu23BikkTN6JlkvG7ddvriRdJUCiHH_D2_C5M1WB5Vu0HnGrVFlDmXNP72FhG2uCbG-bo_9ruzxdO47ajIICwLM_RnQKvLSOpzROqIdDmjUUsxxmS7HXDX_JcgRqgR2cOMr5oDIYHSDiV-cxwQtFyQ/w498-h266/Screenshot%202023-03-20%20153234.jpg" width="498" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Jorge Edwards y Fidel Castro a bordo del buque escuela<br />chileno Esmeralda, en febrero de 1971, en La Habana.<br /></td></tr></tbody></table><br />Jorge Edwards falleció el viernes en Madrid. En este lapso se han escrito obituarios, artículos y comentarios sobre su vida y obra. Y en casi todos ellos se aborda con especial interés un punto común y reiterado en la vida del escritor chileno, tal vez algo desproporcionado para una persona que vivió 91 años: los tres meses que fungió como enviado del presidente Salvador Allende ante la Cuba revolucionaria.<br /><br />
Se refieren con dedicación al breve tiempo que Edwards fue encargado de negocios —en jerga diplomática, el sucedáneo de embajador— de Chile en La Habana, entre el 7 de diciembre de 1970 y el 22 de marzo de 1971, cuando salió de Cuba con destino a París para trabajar al alero de Pablo Neruda.<br /><br />
Su experiencia en la isla la relató en el libro <i>Persona non grata</i>, que se publicó en diciembre de 1973, en España. Es decir, cuando ya se había producido el golpe de Estado que derrocó a Allende, cuando Edwards ya no formaba parte de servicio diplomático chileno y cuando Neruda ya estaba muerto. Podemos agregar como hecho de la causa que el libro fue editado y salió a la venta cuando aún faltaban casi dos años para la muerte del dictador español Francisco Franco.<br /><br />
Ese paso de tres meses por Cuba marcó el distanciamiento de Edwards con esa revolución y con la izquierda, al sentirse víctima de hostigamiento del aparato castrista, percibir el ahogo de las voces críticas en la isla y palpar la construcción de un régimen hecho a la medida y beneficio de Fidel Castro.<br /><br />
En decenas de artículos publicados tras el deceso de Jorge Edwards no hay una línea crítica sobre esos días habaneros ni sobre su testimonio en forma de libro.<br /><br />Lo cierto es que su gestión como enviado de Salvador Allende, mostró falencias desde el primer momento. Tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Chile y Cuba el 12 de noviembre de 1970 y la instalación casi inmediata en Santiago del ministro consejero y encargado de negocios de Cuba Luis Fernández Oña (el yerno de Allende), el paso lógico era el envío a La Habana de un encargado chileno para reinstalar esos vínculos.<br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt793VZfQp8i79PIkfwlzXu-j5Hmx1jiUAAer23OMl-B4DCp6LZTj55yVHZD6wMoe7dSkBdDDwy66ewUc4INSjPZraKWPYRQpZYOCvZ9MJs-knGBuBbz7cYSNa3QTc1pyUztZixHEMEUmC9mR_ob6nuKmdSmnj213tpS8dUkBrIhoG77YcImG-khi8yQ/s445/D_NQ_NP_8170-MLC20000591671_112013-O.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: left;"><img border="0" data-original-height="445" data-original-width="302" height="430" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt793VZfQp8i79PIkfwlzXu-j5Hmx1jiUAAer23OMl-B4DCp6LZTj55yVHZD6wMoe7dSkBdDDwy66ewUc4INSjPZraKWPYRQpZYOCvZ9MJs-knGBuBbz7cYSNa3QTc1pyUztZixHEMEUmC9mR_ob6nuKmdSmnj213tpS8dUkBrIhoG77YcImG-khi8yQ/w291-h430/D_NQ_NP_8170-MLC20000591671_112013-O.jpg" width="291" /></a><img border="0" data-original-height="409" data-original-width="272" height="430" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_TuFMoHqjsVU38yZL6QCXwc-WFP16XW-NvkLISxNIcOB8JEJ88g4s9lpJj9NDZfLR09FPTHrZ-5520GSjqoDdCLl_M26RON9kY7o5d6lD0PtrIW-dTQUfyafMFDDjY05F29sH_bxw8EP_Sd9c5gNzNj8GxvZCMBFNLucgiWf3JTPL17_PZP1fzmi5SQ/w286-h430/D_NQ_NP_8195-MLC20000591669_112013-O.jpg" width="286" /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_TuFMoHqjsVU38yZL6QCXwc-WFP16XW-NvkLISxNIcOB8JEJ88g4s9lpJj9NDZfLR09FPTHrZ-5520GSjqoDdCLl_M26RON9kY7o5d6lD0PtrIW-dTQUfyafMFDDjY05F29sH_bxw8EP_Sd9c5gNzNj8GxvZCMBFNLucgiWf3JTPL17_PZP1fzmi5SQ/s409/D_NQ_NP_8195-MLC20000591669_112013-O.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a></div>El designado para una tarea que en ningún caso era un trámite sino que tenía una gran carga política y simbólica, fue Jorge Edwards. Él debía ser uno de los nexos entre Santiago y La Habana luego de seis años de quiebre, puntal de uno de los primeros países en América Latina que restablecía relaciones con Cuba, y actor esencial en los vínculos de dos gobiernos con una innegable simpatía ideológica.<br /><br />
Sin embargo, objetivamente Edwards no actuó profesionalmente como diplomático ni respondió a la confianza otorgada por el presidente de su país. Prefirió seguir sus intereses de escritor, por los que ya había sido invitado a Cuba en el pasado, como jurado de un concurso literario.</div><div><br /></div><div>El mismo Jorge Edwards sostiene en <i>Persona non grata </i>(siempre leído con su debido grano de sal) que le dijo a Fidel: "Es probable que haya actuado más como escritor que como diplomático" y "Reconozco que en Cuba he sido un mal diplomático".<br /><br />
Además, no hizo el mínimo esfuerzo por averiguar antes de llegar a La Habana quién había sido su antecesor, es decir, el último embajador chileno hasta el rompimiento de relaciones en 1964. De haber hecho la pregunta, se habría enterado de dos temas relevantes: que era un familiar suyo y que no era un diplomático de paso que cumplió su función en La Habana y nada más.<br /><br />
Se llamaba Emilio Edwards Bello y era un primo del padre de Jorge Edwards. Alcanzó a vivir más de 20 años en La Habana, se casó con una cubana (hija de un general del ejército de la independencia), y fue testigo del triunfo revolucionario en 1959 y de los primeros años en el poder de Fidel Castro. <br /><br />
Edwards, Jorge, reconoce que no hizo “la pega” previa de averiguar quién había sido el último embajador chileno en La Habana. Lo confesó a su manera en <i>Persona non grata</i>, en una columna publicada en <i>El País</i> y en el libro <i>Esclavos de la consigna</i>. “Era una coincidencia de nombres [el de Edwards] en la que nadie en Chile, ni yo, se había fijado”, escribió.</div><div><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGnCxGkE4bACZ2Y2ZSazD7jGR3j3TmOGAna4fZUF8qZ-q-_DbF4koMge7aXui3rSBsQ24cup0Bcm9Cszx5pxzadxxP_XjcskK54wY-I50-uchcRTm3h5y9qc1w_uImyDEstCxAAjog9XTRW82HSTlpJ_SB5MQnzPTSigAzuoTwa4HpIPgQ7KowhOadjg/s766/Screenshot%202023-03-20%20173019.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="728" data-original-width="766" height="406" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGnCxGkE4bACZ2Y2ZSazD7jGR3j3TmOGAna4fZUF8qZ-q-_DbF4koMge7aXui3rSBsQ24cup0Bcm9Cszx5pxzadxxP_XjcskK54wY-I50-uchcRTm3h5y9qc1w_uImyDEstCxAAjog9XTRW82HSTlpJ_SB5MQnzPTSigAzuoTwa4HpIPgQ7KowhOadjg/w427-h406/Screenshot%202023-03-20%20173019.jpg" width="427" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fidel Castro, el comandante del buque escuela chileno<br />Esmeralda, Ernesto Jobet, y Jorge Edwards, en febrero de 1971.</td></tr></tbody></table><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div><div>No pasó mucho tiempo para que Jorge Edwards se involucrara en La Habana con escritores cubanos a los que ya conocía y que empezaban a disentir con el régimen. Y el más destacado de ellos fue Heberto Padilla. El poeta, que se haría mundialmente conocido por su autocrítica, se la pasaba en las habitaciones que ocupaba el diplomático chileno en el Hotel Riviera, para conversar y aprovechar los licores y tabacos a los que Edwards tenía acceso por su condición de extranjero, a través de la “diplotienda” y en el “diplomercado”.<br /><br />
Meses después, cuando Edwards ya se había marchado de La Habana, su sucesor, el embajador chileno Juan Enrique Vega, le hizo saber, en comunicación enviada a París en julio de 1971, que tenía una “gruesa” deuda que pagar en la capital cubana. Se trataba de más de 4.200 dólares de la época por “gastos personales”, “como son licores, cigarrillos o comidas en restaurantes”, dice el cable.<br /><br />
La situación de Padilla, quien fue detenido el 20 de marzo de 1971, y su posterior autocrítica, el 27 de abril, así como la salida de Edwards de Cuba (el 22 de marzo) tras una larga discusión con Fidel Castro descrita con detalle en <i>Persona non grata</i>, son hechos que han sido comentados ampliamente. Y evidentemente están relacionados. Por más de 50 años se ha dicho que ese momento marcó el divorcio de una parte de la intelectualidad occidental con la Revolución Cubana.<br /><br />
Toda la evidencia muestra algo parecido, pero… ¡en sentido contrario! Fue Fidel Castro quien orquestó la autocrítica de Padilla para romper con esa intelectualidad que cada vez le resultaba más molesta y para cortarle las alas a aquella que decidiera acatar las reglas del juego del comandante. ¿Y Jorge Edwards? Bueno, él fue el personaje que necesitaba Castro para avanzar sobre Padilla, quebrarlo y llevarlo a esa burda actuación del 27 de abril en que se convirtió la autocrítica.<br /><br />
Además, con la salida precipitada de Edwards de la isla —Vega llegará recién a La Habana el 21 de mayo—, Castro se liberaba de un personaje que no solo no estaba haciendo su trabajo como enviado de Allende sino que más bien se mostraba desconfiado con un gobierno amigo y se había dedicado a revolver parte del gallinero cubano.</div><div><br /><h3 style="text-align: left;">Las interrogantes que deja</h3>Concluida la evaluación de lo que fue la vivencia habanera de Jorge Edwards, hay demasiadas dudas que el premio Cervantes 1999 nunca resolvió y ahora con su muerte quedarán para el terreno de las deducciones.
Dudas que ya fueron planteadas por Norberto Fuentes en su libro <i>Plaza sitiada</i>. Fuentes es uno de los protagonistas de esa noche de la autocrítica porque fue el único que contradijo a Padilla, reafirmó su condición de revolucionario, la de Norberto, y echó por tierra la puesta en escena armada por el aparato cubano para cumplir con los objetivos de Fidel sobre los intelectuales.<br /><br />
La primera de esas interrogantes es quizá la más llamativa: ¿Por qué Edwards nunca firmó alguna de las cartas de apoyo a Padilla de los intelectuales europeos y latinoamericanos impulsadas esencialmente por Mario Vargas Llosa? El peruano escuchó de primera mano el relato de Edwards ya que acogió en Barcelona al chileno inmediatamente después de salir de Cuba y antes de que se presentara para nuevas funciones en París.<br /><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinUueGssCQCVGL2FPU6Sc9d-QWaMNqRf9L3IYcp8sHdCQBdk61xRY0i644yOw31-C_veijB0QyKvncAMKeQ0DBS1-2doiqEB04_GkGvs_Ay8nS5s5O5t-Uca9M37HRhaAojtuq6hEPvovlCXaFCxh_66OMVwOjdIzNBek6cDXkCEp6dWPWfQpwEW-PmQ/s1227/Screenshot%202023-02-20%20151043.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="924" data-original-width="1227" height="335" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinUueGssCQCVGL2FPU6Sc9d-QWaMNqRf9L3IYcp8sHdCQBdk61xRY0i644yOw31-C_veijB0QyKvncAMKeQ0DBS1-2doiqEB04_GkGvs_Ay8nS5s5O5t-Uca9M37HRhaAojtuq6hEPvovlCXaFCxh_66OMVwOjdIzNBek6cDXkCEp6dWPWfQpwEW-PmQ/w444-h335/Screenshot%202023-02-20%20151043.jpg" width="444" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Heberto Padilla (izquierda) y Norberto Fuentes durante la<br />autocrítica del poeta, el 27 de abril de 1971.<br /><br /></td></tr></tbody></table>Se podrá decir que no se hizo parte con su firma porque sus funciones de diplomático chileno y protegido por Neruda en París se lo impedían. Pero nunca consideró su trabajo de diplomático y enviado de Allende en La Habana para evitar molestar al gobierno cubano con sus reuniones de amigos escritores. ¿Por qué después sí?<br /><br />
Segunda cuestión. Padilla, que se acusó de antirrevolucionario y embarcó a todos sus amigos escritores, no mencionó a Jorge Edwards, por cuya razón él y su esposa, Belkis Cuza Malé, fueron arrestados. ¿O es que acaso la gente de la Seguridad del Estado, que “orientó” a Padilla en lo que debía decir en su autocrítica, le dijo que dejara fuera de eso a Edwards?<br /><br />
Última duda. ¿Por qué Jorge Edwards esperó casi tres años para hablar de lo que había vivido en Cuba? En los archivos de la Cancillería chilena, donde están sus despachos a Santiago, cuando era “nuestro hombre en La Habana” y luego consejero en la capital francesa, no hay nada de eso que escribió en <i>Persona non grata</i>. ¿No era relevante para el gobierno chileno el acoso que sufrió en la capital cubana? ¿Ni siquiera correspondía informar de la detención de un tal poeta Heberto Padilla, involucrado con el encargado de negocios de Chile?<br /><br />
Edwards dijo que Neruda le recomendó escribir de lo vivido en Cuba pero no hacerlo público, pero lo hizo como ya dijimos en diciembre de 1973, muy lejos de todo, en tiempo y espacio, y con varios muertos de por medio. ¿Es que Jorge Edwards le temía más al enojo o a ser reprendido por Neruda —quien aún no recibía el premio Nobel, algo que se anunció el 21 de octubre de 1971— que por Fidel Castro?<br /><br />
¿O es que acaso en esa conversación extensa de la noche del 21 de marzo y la madrugada del 22 se estableció un acuerdo, un pacto de silencio entre Jorge Edwards y Fidel Castro? ¿Un pacto cuyo plazo estaba vencido o podía darse por vencido en diciembre de 1973, considerando que el gobierno de la Unidad Popular era historia y Edwards había sido apartado del servicio exterior chileno y había iniciado su vida como exiliado en Barcelona?<br /></div></div>Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-63861277367254446502019-11-06T17:16:00.000-08:002019-11-06T17:16:11.372-08:00De herencias y señales<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTAzR1oxJoTJlMiiX7o4lW9iHkhSAvKRJerPI2hINGHFhl5Yk8R0wv-OKkyWCpdMIXEnYzGVVZi7102l2otQb5Kff1mt8arlcYWqbJT6jPmUfdPQKIdIbMnRFGi-TzMZYMyM2Sy9uHyM51/s1600/merlin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1600" height="270" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTAzR1oxJoTJlMiiX7o4lW9iHkhSAvKRJerPI2hINGHFhl5Yk8R0wv-OKkyWCpdMIXEnYzGVVZi7102l2otQb5Kff1mt8arlcYWqbJT6jPmUfdPQKIdIbMnRFGi-TzMZYMyM2Sy9uHyM51/s400/merlin.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Por Pedro Schwarze <br />
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<span style="font-size: x-small;">Publicado en revista <i>Noticias</i>, de Argentina, el 1 de noviembre, bajo el título "La protesta no cede".</span> <br />
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Dos semanas después de que comenzaran las protestas de evasión en el Metro de Santiago y se desataran las manifestaciones multitudinarias en todo Chile, la pregunta que ronda es cuándo y qué aquietará las aguas de esta tormenta que ha cuestionado el orden político, social y económico de este país. Sin embargo, el aplacamiento de ese torbellino debiera ir de la mano de la búsqueda del camino que nos lleve a reparar las causas que provocaron esta revuelta ciudadana.<br />
<br />
El Gobierno de Sebastián Piñera, que encendió la mecha de esta crisis que se incubó por décadas, ha intentado durante estos días controlar las protestas, reprimir las manifestaciones, contener el malestar y normalizar el país. Hasta ahora sin éxito. Como si su llamado a volver a la normalidad bastara. Ni la declaración del estado de emergencia, ni sacar a los militares a la calle ni imponer el toque de queda sirvió para frenar esta marea. Y tampoco parece suficiente la salida de Andrés Chadwick Piñera, ministro del Interior y primo hermano del presidente. Por algo las protestas callejeras siguen sucediéndose día a día con la consigna de #EstoNoPara.<br />
<br />
Detrás de este ciclón se encuentran la herencia de la dictadura de Pinochet, las deudas de nuestra transición y la inercia de la clase dirigente, que se mantuvo en su zona de confort y que no avanzó en los cambios necesarios. El 5 de octubre de 1988, los chilenos rechazaron la continuidad de Pinochet en un plebiscito contemplado en una Constitución, la de 1980, hecha a su medida. Tras años de protestas, acciones de resistencia y aguante ante la represión, los ciudadanos y los partidos opositores se animaron a jugar en el terreno y con las reglas del dictador, y lo derrotaron. <br />
<br />
Fue así como se abrió nuestra transición democrática, sobre la base de la misma Constitución de 1980 a la que se le han hecho 20 reformas desde entonces. Una transición considerada internacionalmente como exitosa ya que se avanzó en la democratización, pese a la amenaza militar y a la presencia de Pinochet en la comandancia en jefe del Ejército hasta 1998. Desde entonces se han sucedido siete gobiernos en estas tres décadas (cinco de centroizquierda y dos de derecha), donde se hicieron algunas modificaciones al marco político-legal y al modelo económico, que para algunos sectores resultaron ser simples retoques cosméticos.<br />
<br />
La carta magna no fue la única herencia de la dictadura que aún se mantiene vigente: también está el sistema de pensiones (las AFP), el sistema privado de salud (las isapres) y un sistema público insuficiente, los casos de violaciones a los derechos humanos que todavía no se resuelven, la municipalización de la educación pública y el desarrollo de un individualismo metalizado. En Chile campea un modelo sustentado en el crecimiento económico, pero sin un esquema de protección social, donde cada uno se rasca cómo puede, y donde el nivel de endeudamiento de las familias alcanza niveles históricos (el stock de deuda equivalente en los hogares llega al 73,3% del ingreso disponible). Han sido tres décadas de crecimiento económico, de estabilidad y de reducción de la pobreza, pero donde no ha dejado de crecer la inequidad, donde el tejido social se ha destruido y donde el hecho de que los chilenos tengan más no ha sido sinónimo de mejoría social.<br />
<br />
Si bien ahora estamos claros que por años había un problema cocinándose, el caldero sí había dado muestras de que estaba entrando en ebullición, como fue la revuelta de los secundarios (2006), las protestas de los universitarios por una educación gratuita (2011), las marchas contra las AFP (2016) y el movimiento feminista (2018). Un potaje al que se sumaron los escándalos de abusos en la iglesia católica y de corrupción en el Ejército y en Carabineros. Parece evidente que se requieren un cambio mayor, progresivo y gradual, y que, aunque puedan producirse en el mediano y largo plazo, parece imperante que los dirigentes —de Gobierno y oposición— den señales más concretas de avanzar en ese sentido. <br />
<br />
Una de esas apuestas, y que la oposición ahora empuja con más fuerza para ponerla sobre la mesa, es la elaboración de una nueva Constitución. Una demanda que lleva años en la agenda de la izquierda y la centroizquierda y que ahora empieza a ser considerada por la centroderecha. También empieza a calar en ese sector —como medida tangible e inmediata— la propuesta de acortar la jornada semanal de trabajo a 40 horas (actualmente es de 45 horas), una iniciativa con un fuerte apoyo en los sondeos, y a la que el Gobierno y el oficialismo se resistían “porque no era el momento”, en medio de la ralentización económica y la guerra comercial entre China y Estados Unidos.<br />
<br />
Pese a los intentos de las autoridades de volver a la calma, incluida una batería de medidas sociales y el pedido público de perdón por parte de Piñera, las calles de buena parte del país siguen en ebullición, inundadas por manifestantes. Son en su mayoría jóvenes que no vivieron la dictadura, que no supieron de las dificultades que hubo en los años primarios de la transición, una generación que solo ha vivido en democracia y que se ha visto bombardeada por el consumismo y la vigencia superflua de la redes sociales, que en general no participan en las elecciones tras el fin de la obligatoriedad del voto en 2012, razón por la cual no se sienten comprometidos en la toma de decisiones. <br />
<br />
De hecho, en la manifestación del millón 200 mil personas del viernes 25, se podía encontrar desde jóvenes para los que la protesta se canaliza a través de la violencia y la destrucción, hasta otros para los que su presencia ahí estaba determinada casi por una moda o por estar presente en un “evento” histórico que no había que perderse. Precisamente uno de los mayores desafíos es la inclusión de aquellos que no se sienten incluidos o representados, no solo políticamente, sino en esta sociedad que durante décadas ha sido señalada como modelo de convivencia y crecimiento, pero que ahora deja mucho más claro sus imperfecciones, cojeras y claroscuros.<br />
<br />
Sebastián Piñera —pese a que su popularidad cayó estas semanas a 14%, la menor de un gobernante en las últimas décadas— tiene la oportunidad de pasar a la historia como el presidente que inició las transformaciones que la calle y el malestar general demandan. Sin embargo, ha demostrado ser sordo a la hora de escuchar las señales a pesar de tener capacidad política y sentido de la oportunidad.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-56190822986790866102019-10-26T08:08:00.000-07:002019-10-26T08:08:08.657-07:00Una oportunidad para pensar al "hombre nuevo"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhegYjg0tQBDH4jvDU_k2iS-DWL6M8fFz9OoEI3Ba1Ooo-BYLCQZ15YIbNEbuwfnlTYIPl1f0Cq5ogyeYpBZDoSg2ijCBdonFPLZ8a4nqDgHtQIdsiaK05sknti2Pemntl2LrPStJEXlkBd/s1600/fff.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="370" data-original-width="696" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhegYjg0tQBDH4jvDU_k2iS-DWL6M8fFz9OoEI3Ba1Ooo-BYLCQZ15YIbNEbuwfnlTYIPl1f0Cq5ogyeYpBZDoSg2ijCBdonFPLZ8a4nqDgHtQIdsiaK05sknti2Pemntl2LrPStJEXlkBd/s400/fff.jpg" width="400" /></a></div>
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Por Pedro Schwarze<br />
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<span style="font-size: x-small;">Publicado en la revista argentina <a href="https://noticias.perfil.com/noticias/opinion/una-oportunidad-para-pensar-al-hombre-nuevo.phtml">Noticias</a> el 24 de octubre de 2019</span><br />
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El alza del pasaje de Metro en Santiago apenas fue la chispa de una convulsión social que se venía incubando hace años y que estalló no solo en la capital —la única ciudad que tiene tren subterráneo— sino en todo Chile. Nadie pudo vislumbrar lo que vendría y nadie hasta ahora es capaz de determinar si logrará aplacarse este malestar de manera transitoria o definitiva.<br />
<br />
La quema y destrucción de varias estaciones de Metro, sin duda una obra de orgullo para los santiaguinos y una enorme ayuda en los desplazamientos por la ciudad, nos impactó más que cualquier cosa. Y después supimos del saqueo e incendio de supermercados, con lo cual nos sentimos ante una barbarie que sembró la angustia y desesperación.<br />
<br />
Para ahondar en esta situación de desasosiego, el gobierno decretó el estado de emergencia en Santiago, que se fue extendiendo por otras ciudades y regiones, sacó los militares a la calle y luego determinó el toque de queda nocturno. Estuviesen justificadas o no esas medidas, algo que se mantendrá en la discusión, lo que está claro es que eso despertó los recuerdos y los temores de lo que significó la pasada dictadura. Con mayor razón cuando ya se cuentan cerca de dos decenas de muertos, cinco de ellos, según los organismos oficiales de derechos humanos, por obra de efectivos policiales o militares.<br />
<br />
Nuevamente la reacción se hizo sentir, incluso por jóvenes que no habían nacido cuando en este país gobernaba Pinochet. Multitudes coparon las calles con manifestaciones como las de antaño, las de los 80, animadas con el toque de cacerolas y pailas, y entonando como himno “El derecho de vivir en paz”, de Víctor Jara. Una protesta transversal que incluso se deja sentir en los barrios donde tengo el privilegio de residir.<br />
<br />
Las razones de este estallido son millones. Cada chileno tiene su versión, desde aquellos que observan con rabia encerrados en sus casas cómo se hace añicos el paraíso en el que estaban acostumbrados a vivir, hasta quienes desde las calles u hogares esperan que el viejo esquema de convivencia y de fragilidad social cambie y mejore su vida. Desilusión, enojo, esperanza, miedo.<br />
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Lo cierto es que la dirigencia de Chile, con sus medidas, mensajes y señales, lo único que hizo fue echar gasolina a un polvorín que, ahora vemos, estaba a punto de estallar. Es el mismo polvorín de descontento que llevó por segunda vez al gobierno tanto a Bachelet como a Piñera. Este último prometió "tiempos mejores" pero la noche del martes ya hablaba de “tiempos difíciles”.<br />
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Detrás de este caos -al que ni el gobierno, el Congreso y ninguno de los partidos políticos han sabido hacerle frente- está nuestra imperfecta transición, la decisión de no tocar el modelo económico y social y, aunque suene cliché, la dictadura de Pinochet y su herencia más profunda: un "hombre nuevo" individualista, ambicioso, habitante de una sociedad donde cada uno se las arregla como puede, donde el bien común y el bienestar colectivo no existen.<br />
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No por nada los manifestantes en la calle actúan como individuos, sin banderas de ningún tipo ni detrás proyectos colectivos. Los que destruyen las estaciones del Metro no pueden estar pensando en un bien común cuando saben que eso perjudicará a los sectores pobres y medios de buena parte de Santiago. Para qué decir los que saquean, representantes más brutales de ese estereotipo del <i>winner</i>, donde hay que ganar a toda costa, de que si yo no robo otro robará, aquel que entiende que en esta sociedad solo los pillos triunfan.<br />
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Ese es el país donde creíamos tenía una estabilidad incuestionable, donde había cabida para el crecimiento económico pero no para el ascenso social. Muchos hablan de buscar un diálogo, de escribir una nueva Constitución, de reformar el sistema de pensiones, de reducir las desigualdades, pero ninguno de estos "hombres nuevos" en que nos hemos convertido estamos, por ahora, dispuestos a meter la mano al bolsillo y aportar lo que nos corresponde para apagar este incendio y construir una sociedad mejor.<br />
<br />
Como sea, la calle ha vuelto a reunir a una parte de la ciudadanía y tal vez sea el comienzo para que en algo podamos avanzar en reconstruir las confianzas y fortalecer así nuestras redes sociales. Pero no las virtuales, sino esas redes antiguas, las de los barrios, las agrupaciones gremiales, los colegios profesionales, los sindicatos, las federaciones de estudiantes, los partidos políticos —todas y cada una de ellas jibarizadas por este modelo de sociedad imperante—, para lograr una convivencia marcada por el entendimiento y la solidaridad, como si fuera un Metro en el que tenemos que entrar todos sin importar la estación en la que nos subimos o nos bajamos.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-22430172565887258082018-08-27T04:22:00.000-07:002018-08-28T04:20:42.686-07:00Norberto Fuentes en el torbellino<span style="font-size: x-small;">Fragmento del texto inédito "En el torbellino", próximo a publicarse.</span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9hO9BSke0APvmFPXRG0Md3IN3oj3YmyCFNMs4z60hwwne49mq1ZqudU7OCYApZ2cptYUTaokpdfVsUjBFjzN7TV74pmUOMN1B3PSio1HcfW8ccswzNHQLG9i8upW-bjsbxfxJ7jP2Bt-c/s1600/Plaza_sitiada_tapa4+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1350" data-original-width="901" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9hO9BSke0APvmFPXRG0Md3IN3oj3YmyCFNMs4z60hwwne49mq1ZqudU7OCYApZ2cptYUTaokpdfVsUjBFjzN7TV74pmUOMN1B3PSio1HcfW8ccswzNHQLG9i8upW-bjsbxfxJ7jP2Bt-c/s400/Plaza_sitiada_tapa4+2.jpg" width="266" /></a></div>
En su artículo “El narrador en la tormenta revolucionaria”, el ya mítico crítico uruguayo Ángel Rama rompió con todo lo que hasta ese momento se había publicado sobre el llamado Caso Padilla, y le aportó una mirada fresca a la autocrítica del poeta cubano Heberto Padilla, la noche del 27 de abril de 1971, en la sede de la Unión de Escritores y Artista de Cuba (UNEAC), donde —tras permanecer detenido más de un mes— confesó ser antirrevolucionario e involucró a otros a escritores y amigos en sus mismos “crímenes”. Ese cuadro, especial y aparentemente cuidado, fue el detonante del quiebre de buena parte de la intelectualidad latinoamericana y europea con la Revolución Cubana. “Estaba produciéndose en tierras americanas una confesión místico-socialista que seguía puntualmente el modelo de las confesiones en los procesos de Moscú en los años treinta, la cual, según el penitente dijo al comenzar, había sido pedida por él mismo y obviamente aceptada por sus colegas”, escribió Ángel Rama al introducir en el tema.<br />
<br />
Pero destacó que su foco no estaba en esa escena integral ni en su protagonista, sino “en un actor secundario, poco o mal iluminado por los flashes periodísticos, en el cual sin embargo se tipifica la problemática del narrador dentro del vertiginoso sucederse de una historia revolucionaria. Analizada con objetividad, al margen de la emocional polémica que rodea estos sucesos, es tarea que compete a la crítica, pues es su misma existencia la que en ella se cuestiona”. Padilla enlodó en su autoinculpación, entre otros a su mujer Belkis Cuzá Malé, a Pablo Armado Fernández y a un joven Norberto Fuentes. Sin embargo, Fuentes, autor del libro de cuentos <i>Condenados de Condado</i>, con el que había ganado el premio Casa de las Américas en 1968, “a diferencia de los restantes escritores aludidos, se negó a hacer su autocrítica, reivindicó sus convicciones revolucionarias y se rehusó a convalidar las explicaciones espiritualistas de Padilla, las cuales, para mayor sorpresa, fueron aprobadas por los funcionarios culturales allí presentes”, describió Rama e insistió que “oponiéndose a la posición asumida por Padilla, Norberto Fuentes defendió su derecho a tener opiniones críticas sobre los organismos del Estado y sobre los diversos aspectos de la vida nacional, entendiendo que ése es un derecho de todo ciudadano y que es parte del normal debate sobre la ‘res pública’ que les compete”.<br />
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Una de los párrafos esenciales de “El narrador en la tormenta revolucionaria” es el momento cuando Ángel Rama planteó que si desde 1967, cuando ya Heberto Padilla comenzó a tener conflictos con las autoridades cubanas, se habló de un “Caso Padilla”, algo que se vino a “perfeccionar” con la autocrítica de 1971, “con igual razón habría que hablar de un caso estrictamente paralelo, el ‘Caso Fuentes”. Y subrayó que el silencio —en Cuba y fuera de la isla— en torno al “Caso Fuentes” se explicó por el hecho de que “no era utilizable por la guerra fría pues [Norberto] se declaraba revolucionario, no se ponía en contacto con los corresponsales extranjeros, etcétera. Hubiera correspondido al pensamiento de izquierda su consideración y el silencio que ha guardado es una acusación y un testimonio de su atraso”.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-18820192069158382222017-10-07T13:59:00.000-07:002017-10-07T14:00:42.417-07:00Jon Lee Anderson: “Al Che siempre le faltó un Fidel a su lado después de la Sierra Maestra”Para el autor de la más reconocida biografía sobre el guerrillero, Ernesto Guevara “nunca fue político. Era un tipo intelectualmente muy logrado, era un tipo carismático casi por su anticarisma. Quizá su carisma más místico o mágico era su indignación social, lo cual era su detonante, su gatillo”.<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><b>Por Pedro Schwarze</b></span><br />
<span style="font-size: x-small;"><b>Publicada en <i>Semanal</i> de <i>T13</i> el 6 de octubre de 2017</b></span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMUq4PyGAnIq4zngNzhC91VlW9KA7VYjat5OSEq4OxyGazWzmrrwyboADCkgyA9Mvxde9NEFOe4K_yugKE-PE73et1qv6NJKsVXc7JyLpQ4i6nD2E3rs952APwn0Sx65nIRm5b7dkms2AS/s1600/cheyfidel.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="481" data-original-width="650" height="295" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMUq4PyGAnIq4zngNzhC91VlW9KA7VYjat5OSEq4OxyGazWzmrrwyboADCkgyA9Mvxde9NEFOe4K_yugKE-PE73et1qv6NJKsVXc7JyLpQ4i6nD2E3rs952APwn0Sx65nIRm5b7dkms2AS/s400/cheyfidel.jpg" width="400" /></a></div>
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La biografía <i>Che Guevara. Una vida revolucionaria</i> (1997), del periodista estadounidense Jon Lee Anderson, no se quedó en el libro solamente. Durante su investigación Anderson obtuvo en 1995 la información clave que hizo posible encontrar los restos del guerrillero y sus compañeros de armas junto a la pista de aterrizaje en Vallegrande, Bolivia. El libro sirvió de fuente relevante para las películas que dirigió Steven Soderbergh y que fueron estrenadas en 2008. El mismo Anderson fungió como asesor en los filmes. Y el año pasado se lanzó una versión en comic de la biografía, ilustrada por José Hernández.<br />
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Al cumplirse 50 años de la muerte de Ernesto Che Guevara, cuando militares bolivianos lo ejecutaron el 9 de octubre de 1967, Anderson sostiene en esta entrevista con T13 Semanal que el legado del guerrillero se mantiene latente y que se ha convertido en un símbolo de rebeldía al status quo. El periodista asegura que escribir esa biografía fue “una experiencia humana y política” y reconoce que hubo un cambio en la recepción de Cuba a su libro, de la descalificación al reconocimiento.<br />
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“Supongo que para algunos, en una época, pudo haber sido incómodo que un yanqui estuviera tan metido en sus temas. Yo sé que había malestar, nunca entendí porque nunca me lo hicieron saber y no era monolítico”, asegura. Y sobre los cuestionamientos de la hija del Che, Aleida Guevara, a su libro, es tajante: “Parece que ya no está molesta. Nunca he sabido por qué estaba molesta y en ningún momento me dio las gracias por ayudar a encontrar los restos de su papá, cosas que a mí me molestaron, francamente. Porque si ella se molestó, yo me molesté más por su molestia”.<br />
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<b>-¿Por qué cree que sigue el interés por el Che a 50 años de su muerte?</b><br />
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-Primero por el hito del 50° aniversario. Además es un momento coyuntural en América Latina: ha muerto Fidel, finalmente, y murió Chávez. Los dos pilares en vida de lo que quedó de la época de revolución e idealismo de la izquierda en América Latina murieron en los últimos años. El Che queda como el pregón por excelencia, el santo patrón de eso. Supongo que es por eso, porque hay una especie de bajón o desazón en lo que es el idealismo, la ideología, más allá de la ideología de mercado, en las Américas y con un Trump en la Casa Blanca. Supongo que sí, que es un cruce de caminos que ofrece la posibilidad de rumiar sobre lo que pasó. El Che siempre ha inspirado interés por la forma en que vivió su vida y cómo la terminó. Como pocos hombres públicos de Occidente en el último medio siglo y más, ha sido un hombre consecuente con sus ideales. Eran ideales muy radicales, ostentó cambiar el mundo por las armas para crear un mundo socialista en plena Guerra Fría. Al final de la Guerra Fría, hace 25 años era el único que emergió de las cenizas con algo de romanticismo e ilusión. Ciertamente ningún joven en Italia ni en Lima andaban tratando de reivindicar el legado de Leonid Brezhnev. Era el Che Guevara, pues. Murió joven, bello, valiente, murió en aras de su ideal y eso es desde tiempos mitológicos, desde tiempos primordiales lo reconocemos como algo heroico y resuena en el imaginario popular.<br />
<br />
<b>-¿Pero se percibe de una manera distinta en América Latina que en Estados Unidos y en Europa?</b><br />
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-Creo que sí. Por supuesto que en América Latina está más cercana al mundo inconcluso. Tenemos una América Latina muy frágil en lo que es su estado de derecho, con los índices de homicidios más altos del mundo en media decena de países, con una narcoeconomía y una narcocultura muy arraigada que amenaza incluso a la estabilidad de algunas de estas sociedades. Estamos hablando todavía de una región muy incierta en torno a lo que es su configuración política futura, la consolidación de un estado de derecho que daría seguridad a sus sociedades. Creo que las Américas en general es todavía una olla en fundición. Estamos en un momento en que las piezas, todas, están en movimiento, como si el mundo político y social fueran placas tectónicas. Entonces el Che si bien está entendido como un ser universal, de referencia en lo que es un símbolo de desafío juvenil, sobre todo, al status quo, de rebeldía al status quo en cualquier tiempo y en cualquier lugar. El Che tiende a ser desvestido de su contenido. Cada generación se queda con la cara, al rostro, al emblema no más, y hay que volver a ponerle carne y hueso.<br />
<br />
<b>-¿Qué tanto queda del legado del Che?</b><br />
<br />
-Depende de a qué legado te refieres. Si es el legado que buscó él, de ser alguien como en sus llamados más sonados o románticos, “con mi sangre nutriré el suelo que abonará las revoluciones futuras”, está ahí. En este momento no lo estamos viendo pero si anduviéramos entre los de las Farc, en Colombia, que acaban de dejar las armas, todos veneran al Che. Los elenos (los guerrilleros colombianos del ELN) me imagino que también. El Che es el ejemplo de lo que un hombre puede hacer cuando toma la decisión de empuñar un arma a partir de una indignación social y busca justicia de la manera que él la concibe. Hay muchos calificativos que uno puede agregar a ese escudo, a ese emblema, a ese rostro, pero es un legado muy potente. Esto no quiere decir que su noción de economía política, o el socialismo, o sus teorías tal cual fueron trazadas en los años 60, medio siglo atrás, son tan vigentes como su legado personal. Yo creo que él, como el hombre que vivió y murió de una manera consecuente con sus ideas, por varias razones se cuajó y se quedó ahí cuajado. Incluso con las olas de comercializaciones (de su imagen), que cualquiera pensaría que eso mismo terminaría por ridiculizarlo o vaciarlo de contenido, no lo ha logrado.<br />
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<b>-Ahora que el Che y Fidel Castro está muertos, ¿qué batallas ganó el Che sobre Castro y cuáles ganó Guevara sobre Fidel? El Che se quedó con la juventud, pero Castro gobernó por cinco décadas.</b><br />
<br />
-Claro, pero el Che nunca busco gobernar. El Che era un revolucionario en el sentido más arquetípico. Nunca ostentó el liderazgo de Cuba estando ahí, por más que le dieron ciudadanía. Y cuando volvió al continente, Bolivia era el país de paso para que él liderara la revolución en Argentina. A él siempre le faltó un Fidel a su lado después de la Sierra Maestra. Nunca fue político. Era un tipo intelectualmente muy logrado, era un tipo carismático casi por su anticarisma. Quizá su carisma más místico o mágico era su indignación social, lo cual era su detonante, su gatillo, y lo llevó a vivir y construirse como el Che.<br />
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<b>-¿Y Fidel Castro?</b><br />
<br />
-Fidel tenía obviamente un carisma propio muy elevado, un don de mando desde muy joven, una obsesividad al detalle. De Fidel podemos hablar mucho porque vivió casi tres veces más que el Che, gobernó medio siglo, es decir, es el patriarca de mil novelas, es la figura patriarcal, el hidalgo que gobernó la isla, que le quedó chica, responsable de que Cuba montara el escenario mundial durante décadas y quedara ahí como un actor de relevancia e interés. Entonces tenían roles o papeles muy distintos, uno como casi místico, simbólico, puro, entre comillas, el Che, y el otro el gran estratega, el comelotodo, el tragahistorias, el gran patriarca que era Fidel. Fidel decía las cosas como son. El Che hacía lo mismo, pero él era de romper sables y dejó el ejemplo de que si un puñado de hombres quieren, pueden intentar revertir el orden de las cosas. Hasta cierto punto su legado es más “peligroso” para el status quo que el de Fidel. Pero Fidel y el Che representan un dúo súper potente, y casi nos devuelve a la teoría del foco, por más repudiada que fuera, de que un puñado de hombre decidido y armado pueden cambiar las cosas.<br />
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<b>-¿Cree que los restos del Che fueron encontrados y ahora está en Santa Clara, Cuba, o tiene dudas de eso como plantean algunas versiones en el sentido de que no fueron hallados?</b><br />
<br />
-Esa tesis proviene de (los periodistas) Maite Rico y Bertrand de la Grange, de Humberto Fontova, un cubano americano de Miami que inventa las cosas y las dice, y originalmente viene de uno de los dos agentes de la CIA que estuvieron en Vallegrande cuando mataron al Che, Gustavo Villoldo. Yo sé (que fueron encontrados los restos) porque, como yo estuve involucrado en el descubrimiento, cuando finalmente los encontraron me llamaron los forenses para decirme “Jon, lo tenemos. Vente”. Yo debía ser el testigo de la boda de una de mis hermanas, pero tuve que decirle que no estaría y me fui a Bolivia. Fui el primero en ver los restos que no fuera un forense o un antropólogo forense. Las manos cercenadas las vi.<br />
<br />
<b>-¿Qué le dijeron los forenses entonces?</b><br />
<br />
-Me dijeron: “Hemos hecho la prueba de la dentadura. Es él. Encontramos la picadura (de su pipa) en uno de sus bolsillos de la chaqueta. Encontramos el yeso de la máscara de muerte que le hicieron”. Es decir, era él. Yo vi los restos. Estaba recostado con cierta dignidad al lado de cinco esqueletos promiscuamente tirados al lado. Era el Che. ¿Por qué me lo iba a inventar (el general Mario) Vargas Salinas (que le reveló la ubicación del entierro) para luego pagar siete años de arresto domiciliario por romper el silencio conmigo? En ningún momento la gente que ha tejido esta tesis me entrevistó a mí, en ningún momento, y yo soy el que tiene más información sobre ese tema. No tiene que ver con ideología ni con bandos, sino que nunca lo hicieron y eso por lo menos es mal periodismo o mala investigación y muestra una vez más el ímpetu ideológico de esa investigación.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-45724830820769038742017-07-23T16:34:00.001-07:002017-07-23T16:34:47.754-07:00El regreso de los dulces guerreros<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBtvKiERuoK49MMTWjJt1z6aAQCRIr3e9qGLgaECGWQ0Q25dHX0_mxLo7ny00ZhF_3HGPTnhQGSGOaOo1q6nqNBtHZ5TRkb0O_FzVR0HQKCZWy8IOCg9APRxr6fqjIa_0eXTKLU6BrpJ4h/s1600/Solo+portada+final.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="648" data-original-width="433" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBtvKiERuoK49MMTWjJt1z6aAQCRIr3e9qGLgaECGWQ0Q25dHX0_mxLo7ny00ZhF_3HGPTnhQGSGOaOo1q6nqNBtHZ5TRkb0O_FzVR0HQKCZWy8IOCg9APRxr6fqjIa_0eXTKLU6BrpJ4h/s640/Solo+portada+final.jpg" width="425" /></a></div>
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Casi 20 años tuvieron que pasar para que estuviese otra vez a la venta el libro de Norberto Fuentes <i>Dulces guerreros cubanos</i>. Un texto que no dejó indiferente a nadie y que fue el primero —y quizá el único— en revelar en forma descarnada qué ocurrió en 1989 en Cuba con los fusilamientos del general Arnaldo Ochoa y el coronel Antonio de la Guardia. Norberto no solo es un testigo de esos hechos, sino también un protagonista y un sobreviviente. <i>Dulces guerreros</i> vuelve a ser publicado contra viento y marea, de La Habana y de Miami. A la venta en <a href="https://www.amazon.com/dp/1521913021/ref=pd_rhf_gw_p_img_1?_encoding=UTF8&psc=1&refRID=A90CCRWFJG32K327CTW3">Amazon</a>.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-75087362258058872512016-12-24T01:29:00.001-08:002016-12-24T01:34:26.813-08:00O llevarás luto por mí<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbDbR0BuPefXXdu4rVheo7xzQU1ScxgDzYGkZEhyphenhyphensucp7ryrKZZAlcVDOln72CPV2Q_u_-p-Hl1nzpF_wJKDtHDYHEJWTX6pM-vc8iQqlLgYTepssVBr5S9I-bRPVl5yPEDVCT-JZFZcmJ/s1600/fidel+espaldas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="417" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbDbR0BuPefXXdu4rVheo7xzQU1ScxgDzYGkZEhyphenhyphensucp7ryrKZZAlcVDOln72CPV2Q_u_-p-Hl1nzpF_wJKDtHDYHEJWTX6pM-vc8iQqlLgYTepssVBr5S9I-bRPVl5yPEDVCT-JZFZcmJ/s640/fidel+espaldas.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fidel Castro da un discurso en El Uvero, en 1959. Foto de Lee Lockwood.</td></tr>
</tbody></table>
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Fidel quiso volver. En el invierno cubano de 2010, cuatro años después que delegara sus funciones, Castro se volvió a calzar su traje verde olivo y se sintió con fuerzas para retomar el poder y ponerles freno a las reformas de Raúl y, sobre todo, para impedir que su hermano avanzara en el establecimiento de un diálogo con Estados Unidos. Pero, como pocas veces en su historia política, Fidel no olfateó que ya era demasiado tarde, que Raúl ya tenía el poder absoluto.<br />
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No había vuelta atrás. Ni en su declive vital ni en el curso hacia donde estaba conduciendo Cuba el nuevo presidente. Por eso cuando algunos se preguntaron el último fin de semana de noviembre, con ánimo conspirador, si acaso el gobierno de ese país había retenido la noticia de la muerte de Fidel –informada la noche de ese viernes 25 por el mismo Raúl Castro- para preparar el ambiente, acallar cualquier conato de festejo y ajustar las ceremonias fúnebres, la respuesta fue clara: no había necesidad. Cuba y su régimen, e incluso buena parte del mundo, llevaban 10 años haciéndose la idea, sólo faltaba el desenlace; la maquinaria de las exequias mortuorias había sido montada con tiempo, y en la práctica hacía mucho que Fidel parecía que sus comentarios y “reflexiones” llegaban del pasado.<br />
<br />
De cualquier forma, Fidel Castro dejó una marca indeleble y que se extendió por más de seis décadas. Puso a Cuba en el mapa, le dio protagonismo mundial, jaqueó a Estados Unidos y derramó su influencia no sólo por América Latina sino también por África. ¿Que si es un personaje del siglo XX? Claro que sí, pero supo aprovechar su tiempo, cabalgar la Guerra Fría y seducir a la Unión Soviética. Y sobrevivió a la caída de la URSS y al cambio de siglo, al punto que pudo extender nuevamente su influencia en países como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.<br />
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Yamileé, una médico cubana que cambió su oficio y su casa para recibir visitantes extranjeros en La Habana, se preguntaba en los días de luto decretados por su muerte, si Fidel Castro se convertiría en una imagen de camiseta, como de alguna manera se transformó el Che Guevara. A primera vista uno pensaría que no. A diferencia del argentino, Fidel murió de 90 años y su atractivo se perdió en los setenta u ochenta. Pero su orden de que no lo conviertan en estatuas y su nombre no sea utilizado ni en calles ni en edificios públicos podría alentar la aparición de poleras con su imagen. Claro, no la del viejito en silla de ruedas y con buzo deportivo, sino esas de joven fumando puros, cortando caña o jugando béisbol. Las mismas que llevan décadas colgadas en las casas de millones de cubanos.<br />
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La gran duda es hasta dónde llegará el legado de Fidel. Su hermano ha puesto en marcha lentamente su proceso de “actualización” del modelo (que algunos ven como desmantelamiento), y tiene nominado a un posible sucesor (Miguel Díaz-Canel), aunque podría estar deseoso de poner a su hijo, Alejandro Castro Espín. Pero en ese escenario de reformas, quien parece tener los mejores pergaminos es uno de los hijos de Fidel, Antonio, médico y vicepresidente de la Federación Cubana de Béisbol, quien mantuvo una relación muy estrecha con su padre y a quien, sostienen algunas fuentes, preparó para ese cometido, de la misma forma como Vito Corleone lo hizo con su hijo Michael.<br />
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<span style="font-size: x-small;">Publicado en<i> La Tercera</i> el 24 de diciembre de 2016.</span>Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-20065052740108290072015-12-29T04:17:00.000-08:002015-12-29T04:17:03.869-08:00Un hijo de Fidel Castrodespunta en la Cuba del deshielo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkiEclsKPMsn34eiaA0zHAZZXXD2ZGmn6w3mr6bcDC3lb3tbel-IM3V3IReUFwv442FxkJ0OnhxOSAAelSiTlWmHUkmneopPAtIliZqyjAOl3qMXokzE6WX0yeqzOv80Kleo8OlpaeySbc/s1600/2233001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkiEclsKPMsn34eiaA0zHAZZXXD2ZGmn6w3mr6bcDC3lb3tbel-IM3V3IReUFwv442FxkJ0OnhxOSAAelSiTlWmHUkmneopPAtIliZqyjAOl3qMXokzE6WX0yeqzOv80Kleo8OlpaeySbc/s400/2233001.jpg" width="400" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;">Publicado en <i>La Tercera</i> el 27 de diciembre de 2015</span> <br />
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“Necesitamos avanzar. El pasado es el pasado”. Con esta potente frase Antonio Castro, uno de los nueve hijos de Fidel Castro, y actual vicepresidente de la Federación Cubana de Béisbol y de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (Wbsc), respondió a un periodista de la cadena <i>Espn</i> sobre la presencia en la isla de cuatro beisbolistas cubanos, quienes dejaron su país para jugar en las Grande Ligas en EE.UU, pese a que hasta hace poco los deportistas que desertaban eran calificados por las autoridades como “traidores”.<br />
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Castro se transformó la semana pasada en el anfitrión por excelencia de la visita de una delegación de beisbolistas que juegan en la liga norteamericana, la MLB, y que impartieron una clínica a jóvenes deportistas como parte de un intercambio académico con la isla. Todo eso cuando se cumple el primer aniversario del anuncio de Raúl Castro y Barack Obama, de que abrían una nueva era en las relaciones y dieran los pasos para la apertura de las embajadas en Washington y La Habana. Y el béisbol puede ser fundamental. Al punto que el propio Antonio Castro, como ha venido argumentando desde hace al menos dos años, aboga para que los “peloteros” que dejaron Cuba puedan regresar e incluso formar parte de la selección nacional de ese deporte, el más popular del país.<br />
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Así Antonio Castro Soto del Valle, de 46 años, comienza a aparecer en un lugar destacado al frente de la Cuba del deshielo y las reformas, una nueva etapa que quedó ejemplificada en los abrazos que les dio a los beisbolistas cubanos de las Grandes Ligas José Dariel Abreu y Yasiel Puig. Sin embargo, no es ningún desconocido en Cuba, ya que su ascenso se ha venido produciendo desde hace algunos años.<br />
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Es el tercero de los cinco hijos que Fidel Castro tiene con Dalia Soto del Valle. Comenzó a salir del anonimato y de la sombra que impuso su padre a su familia cuando fue nombrado médico de la selección nacional de béisbol. Según algunas fuentes, mantiene una relación muy estrecha con su padre, algo que se acrecentó con los problemas de salud de éste. Como en 2001: cuando Castro se desmayó durante un discurso, fue Antonio el primero en llegar a su lado. Y a partir de 2006 formó parte del equipo médico del gobernante, desde la crisis intestinal de 2006 que obligó a Fidel Castro a delegar el poder en su hermano Raúl.<br />
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Antonio ya mostró su clase en 2013 cuando ganó la Copa Montecristo de golf, que fue disputada en el balneario de Varadero y en el que participaron 100 jugadores de 15 países. Su participación fue un claro respaldo al tímido intento de hacer surgir a Cuba en el circuito de ese deporte de elite que fue erradicado en los primeros años de la Revolución y que fue denostado por su padre y el Che Guevara -con una recordada partida, en 1960- para burlarse de Eisenhower.<br />
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Esa presencia disparó algunas críticas contra Antonio Castro, especialmente en la blogosfera cubana. Pero no tuvo comparación con lo sucedido en junio pasado cuando se vio a Antonio de vacaciones en un lujoso yate en Turquía, y cuando sus guardaespaldas agredieron a unos periodistas locales que querían captar imágenes de él. Nuevamente las voces del exilio y los foros en internet cuestionaron duramente la vida de lujos y privilegios de este miembro del clan Castro.<br />
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Pero más llamó la atención la crítica lanzada desde el interior de la isla, a través de un medio de la prensa oficial. Sin mencionar nunca el nombre de Antonio Castro, el periodista Alexander Ricardo publicó el 24 de octubre en el periódico Tribuna de La Habana, un artículo críptico titulado “Los viajes de Gulliver junior” donde se lee que “gracias a su padre, Gulliver junior viaja bastante seguido. Se le ve de gigante disfrutando en costas del Mediterráneo, o de enano aventurero sin problema en su vida, en su visa”.<br />
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Un comentario como este, en un régimen como el cubano, muestra que el desplante y la agenda de Antonio Castro comienzan a molestar en el sector más sensible del poder. E incluso revalida la eterna disputa entre Fidel y Raúl Castro. Esto, especialmente cuando son muchas las voces, dentro y fuera de la isla, que sostienen que el actual Presidente cubano pretende dejar las riendas del poder a su hijo Alejandro Castro Espín, un personaje hasta ahora opaco y desconocido. “Toda la dotación genética de Fidel Castro cayó en Antonio. Nunca la tuvo Raúl y no la tiene Alejandro. Antonio, en cambio, es muy buen mozo, carismático y todo un playboy”, aseguró a<i> La Tercera</i>, el escritor cubano Norberto Fuentes, autor de La autobiografía de Fidel Castro.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-61552350686566597862015-06-20T17:50:00.000-07:002015-06-20T17:50:35.908-07:00Nikolai Leonov: "La experiencia demostró lo dañino que fue para Cuba su alianza con un solo aliado"<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-j04-8gJXkdFmS_lCPxA0sAzLhBx26ICLQgLDWHDp8uvICciQQ6ObJmpIcUfl2aIYUOOWIt-lqcaS32BOsmfM4ww8bcdbGuDIyBGsp2zLW3tHSoGjLzdNbBDR5EY9ViLRXTpiIX8bgb9e/s1600/Leonov-nikita-fidel.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="337" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-j04-8gJXkdFmS_lCPxA0sAzLhBx26ICLQgLDWHDp8uvICciQQ6ObJmpIcUfl2aIYUOOWIt-lqcaS32BOsmfM4ww8bcdbGuDIyBGsp2zLW3tHSoGjLzdNbBDR5EY9ViLRXTpiIX8bgb9e/s400/Leonov-nikita-fidel.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Nikolai Leonov entre Fidel Castro y Nikita Krushov con una máscara de gas, en 1963, en la URSS. </td></tr>
</tbody></table>
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<b>Por Pedro Schwarze </b><br />
<span style="font-size: x-small;">Publicado en <i>La Tercera</i>, el 20 de junio de 2015</span><br />
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El primer hito en el acercamiento entre la Revolución Cubana y la Unión Soviética se produjo mucho antes del triunfo de los guerrilleros de la Sierra Maestra en 1959 o del viaje del viceprimer ministro Anastas Mikoyan a La Habana en 1960. Fue en mayo de 1953 a bordo del barco Andrea Gritti, que iba desde Italia al Caribe. Ahí se conocieron y trabaron amistad el diplomático soviético de 25 años, Nikolai Leonov, que viajaba para asumir sus funciones en México, y un joven Raúl Castro que regresaba desde Bucarest (Rumania) tras participar en el comunista Festival de la Juventud y los Estudiantes de ese año, y que protagonizaría junto a su hermano Fidel, dos meses después el asalto al Cuartel Moncada, considerado el hecho inicial de la revolución cubana.<br />
<br />
Castro y Leonov se volverían a encontrar en México en 1956, cuando ya estaba en planificación la expedición del Granma y el inicio de la lucha guerrillera en Cuba. Los vínculos con los Castro y con el Che Guevara impulsarían la carrera del soviético a tal nivel que, tras dejar el servicio diplomático (tuvo que salir de México después que los rebeldes fueron detenidos por la policía mexicana y descubrieron una tarjeta de presentación de Leonov en un libro que leía Guevara) ingresó al KGB (estaba en Moscú cuando se enteró del triunfo revolucionario) y llegó a ser el “número dos” de esa organismo de inteligencia.<br />
<br />
Esta semana, Leonov (86), quien es considerado por algunas fuentes como uno de los mentores del Presidente Vladimir Putin y que en la década pasada ocupó un escaño de diputado en la Duma, lanzó una biografía sobre Raúl Castro, en cuya presentación participó el canciller ruso, Sergei Lavrov. Nikolai Leonov, que llegó a tener el cargo de general de división del KGB, respondió por escrito a preguntas de <i>La Tercera</i> sobre algunos momentos históricos que le tocó vivir y donde explica su visión sobre el actual pie en las relaciones de Estados Unidos y Cuba.<br />
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<b>Mucho se recalca la frase de que “en política no hay casualidades”. ¿Cuánto hubo de suerte y cuánto de planificación en su trabajo y en su amistad con los cubanos, incluido Raúl Castro?</b><br />
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Todos los episodios que marcaron el comienzo y el proceso de cimentación de mi amistad con Raúl Castro fueron el capricho de la suerte, las casualidades del destino en la época prerrevolucionaria.<br />
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<b>¿Su experiencia en México y sus contactos con los cubanos de la expedición del Granma fueron determinantes en su intención de dejar el servicio diplomático e ingresar al KGB?</b><br />
<br />
Mis encuentros con Raúl y el Che en México sirvieron de base para que el embajador soviético tomara la decisión de poner fin a mi carrera diplomática y mandarme de vuelta a la URSS por violar las reglas de conducta de un diplomático (por mantener contactos con personas “sospechosas”). Con esta marca regresé a Rusia sin chances de un buen empleo.<br />
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<b>¿Cómo se enteró de que la revolución de los hermanos Castro había vencido?</b><br />
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Seguí la lucha revolucionaria de Cuba por la radio y la prensa, y estaba seguro de que terminaría inevitablemente en el triunfo de los barbudos. Pensar así era lógico, si se toman en cuenta todos los factores y, sobre todo, por la calidad de los líderes de aquella hazaña.<br />
<br />
<b>¿Su carrera recibió un impulso y tomó un camino distinto gracias al triunfo revolucionario en Cuba y su relación con los Castro?</b><br />
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En Moscú había poca información sobre los sucesos en la lejana Cuba porque en La Habana no había embajada soviética. Resultó que el único ciudadano soviético que había conocido a los líderes revolucionarios de Cuba en carne y hueso era yo. Me encontraron y comenzó otro etapa de mis ocupaciones. En 1958 comencé a trabajar con la Inteligencia soviética para ayudar, desde esas posiciones, al fortalecimiento de la Revolución Cubana.<br />
<br />
<b>¿Se le pasó por la cabeza sumarse al proceso cubano y quedarse en la isla?</b><br />
<br />
Nunca pensé dejar Rusia para unirme a los revolucionarios cubanos. Estaba seguro que podía hacer mucho más quedándome en mi nuevo puesto. Creo que mi decisión fue correcta.<br />
<br />
<b>Con la elección de Allende, la vía armada de Fidel Castro se vio en peligro ante la opción electoral de Chile ¿Qué discusión se dio en la URSS sobre eso?</b><br />
<br />
La victoria de Allende no convenció al Kremlin de que esa vía era viable. La teoría reinante, basada en el libro de Lenin <i>El Estado y la Revolución</i>, rezaba que el cambio radical era posible solamente si se destruía el Ejército tradicional y el aparato gubernamental antiguo. El golpe de Estado de Pinochet al parecer convenció al Kremlin en lo correcto de la teoría de Lenin.<br />
<br />
<b>Con Raúl Castro al frente del poder, Cuba inició un proceso de reformas. ¿Considera que esas reformas avanzan con un pie puesto en el freno, como consecuencia de la experiencia traumática que fue el término la URSS con la Perestroika?</b><br />
<br />
Los cubanos acumularon una enorme experiencia en reformas positivas y negativas. La tragedia de la variante soviética es evidente y aleccionadora. El ejemplo chino también está a la vista. Ellos construyen su propio modelo del socialismo. La reforma es como la medicina. Si el reformista no cuida la dosis necesaria, el efecto puede ser dañino en vez de ser curativo. De la libertad es fácil caer en el libertinaje. En Rusia hemos visto de sobra los efectos de Perestroika.<br />
<br />
<b>Usted dijo que EE.UU. está perdiendo el control de América Latina, pero a la vez la apertura del entendimiento entre Washington y La Habana es interpretado como la apuesta de Obama por buscar una mayor influencia sobre la región ¿Acaso no es eso contradictorio?</b><br />
<br />
Estados Unidos ya ha perdido el control que tenía antes sobre América Latina. Es obsoleto recordar la doctrina Monroe, la política del garrote, todas las formas de panamericanismo tradicional. El nacimiento de la Celac es la forma convincente de la madurez de la mentalidad latinoamericana y caribeña. La creciente presencia de China en el continente sudamericano es un factor que pesa más de lo que se ve en la superficie. EE.UU., que trató de aislar a Cuba, se vio en la situación de quedar aislado. Obama se dio cuenta de eso. Por eso trata de conservar los puentes y reparar aquellos destruidos.<br />
<br />
<b>¿Cómo se entiende el siguiente enredo: que Raúl Castro elogie a Obama y Obama se enfrente con Putin, cuando Putin se acerca cada vez más a la Cuba de Raúl Castro? ¿Ya no cuenta eso de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”?</b><br />
<br />
En el mundo bipolar todo era claro. Cuba para sobrevivir necesitaba un poderoso aliado, que era la URSS. Ahora el mundo es diferente. La Habana es parte de la familia latinoamericana y caribeña. Su cuerpo y alma están allí. La experiencia histórica demostró lo dañino que significó para Cuba su alianza con un solo aliado, independiente del poderío que este tenga en ese momento. Del trío que usted menciona (EE.UU., Rusia, Cuba) cada uno de esos estados tiene sus propios intereses y actúa de acuerdo a ellos. Es un triángulo donde no hay aliados, ni visibles enemigos con intereses en conflicto en el continente americano. Rusia y EE.UU. arreglan sus cuentas en otros parajes.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><i><b>Cuando la entrevista ya había sido publicada en </b></i><b>La Tercera, </b></span><span style="font-size: small;"><b><span style="font-size: small;"><i><b>llegaron estas dos respuestas</b></i></span>.</b></span></div>
<br />
<b>Hubo muchos momentos de tensión entre La Habana y Moscú. ¿Qué rol jugó usted en esos momentos?</b><br />
<br />
Los momentos de tensión en las relaciones entre Moscú y La Habana fueron muchos, los más importantes se mencionan en el libro. Siempre cuando tenía oportunidad empeñaba todos los recursos para suavizar o limar definitivamente los obstáculos que causaban problemas. Las razones de carácter estratégicas lograban superar las diferencias de criterio menos importantes.<br />
<br />
<b>Cuando se produce lo de Playa Girón o Bahía de Cochinos en 1961 ¿es cierto que Nikita le dejó a usted su despacho de líder máximo para que averigüe lo que estaba pasando en Cuba?</b><br />
<br />
En los días de la intervención armada de la brigada de mercenarios apoyados por la CIA yo realmente me encontraba en el despacho del presidente del KGB (Vladimir Semichastny) y reflejaba en dos mapas de Cuba la situación que pintaban las agencias informativas de EE.UU., por un lado, y la que resultaba según informaciones de la embajada soviética en La Habana y fuentes del gobierno Cubano. La diferencia resultaba abismal. Verdad y mentira, en rojo y negro. A ratos Kruschev llamaba para recibir la información fresca.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-78369770060005022272014-10-13T05:32:00.000-07:002014-10-13T05:32:34.098-07:00El "zar de las reformas" cubanas gana más poder<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIoxJFnySWIM3ch51xfgKEjg9PW6gwx_DKD-DeAZtJjLfCenpIVkh5JwwXfx3j3s1uNnkLCg2p2wZSSXqOUoliJt2R5kaWg0qPZNMKkc1oLNrjQGauJK7SbbpB0JhB_ucQ7bJ8n8egE57D/s1600/murillo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIoxJFnySWIM3ch51xfgKEjg9PW6gwx_DKD-DeAZtJjLfCenpIVkh5JwwXfx3j3s1uNnkLCg2p2wZSSXqOUoliJt2R5kaWg0qPZNMKkc1oLNrjQGauJK7SbbpB0JhB_ucQ7bJ8n8egE57D/s1600/murillo.jpg" height="225" width="400" /></a></div>
<span style="font-size: x-small;">Publicado en <i>La Tercera</i>, <br />el 11 de octubre de 2014 </span><br />
<br />
La medida anunciada hace dos semanas muestra que las cosas no caminan como se esperaba. De otra forma no se explica que el “zar de las reformas”, Marino Murillo, el mismo que estuvo al frente del Ministerio de Economía entre 2009 y 2011, tras lo cual ascendió a jefe de la Comisión Permanente para el Desarrollo y la Implementación de los lineamientos (a cargo de las reformas), regrese como titular de esa cartera, pero con mayores atribuciones. Eso, en momentos en que hay pocas señales de que la economía cubana gana dinamismo y cuando se apuesta al siguiente paso en las reformas y quizás uno de los más difíciles: la unificación monetaria en la isla (actualmente existe el peso cubano y el CUC, o peso convertible que tiene paridad con el dólar).<br />
<br />
Murillo es un economista de 53 años que pertenece a la generación de jóvenes dirigentes comunistas, igual que el primer vicepresidente del Consejo de Estado, Miguel Díaz-Canel, señalado como un fuerte candidato para relevar a Raúl Castro en 2018. Nació en febrero de 1961, es decir, dos años después del triunfo revolucionario. Asistió al Colegio de la Defensa Nacional, donde se especializó en Economía, y buena parte de sus estudios universitarios los hizo en la ahora desaparecida Unión Soviética.
<br />
<br />
De “funcionario de base”, tuvo una progresiva carrera en el aparato estatal, con varios cargos en el Ministerio de Industria Alimentaria. Pero sus verdaderos ascensos los logró cuando en 2006 fue designado viceministro de Comercio Interior y en 2009, cuando fue nombrado titular del Ministerio de Economía y Planificación. Esos nombramientos se dieron en momentos de fuertes cambios en la cúpula del poder cubano. En 2006, Fidel Castro -quien fue operado a consecuencia de una grave enfermedad- fue relevado por su hermano Raúl. Dos años después, el nuevo gobernante isleño asumió en propiedad como jefe de Estado y poco a poco puso a hombres de su confianza en los cargos ejecutivos.
<br />
<br />
El desafío con el que Murillo asumió era impulsar la apertura económica, hacer rentables las empresas estatales y sentar las bases para que la economía cubana fuese viable y no sucumbiera en la falta de recursos y la inoperancia, después de décadas subsistiendo gracias a la ayuda soviética y después plenamente dependiente del sector turístico.
<br />
<br />
Con ese objetivo se recortaron puestos en el aparato estatal y se permitió la aparición de pequeños negocios particulares, muchos de los cuales ya funcionaban en forma clandestina o sumergida. Se aprobó la compra y venta de viviendas y vehículos y se eliminaron muchas de las trabas para viajar al extranjero. Además, Marino Murillo fue la cara visible de iniciativas como la Ley de Inversión Extranjera, que busca atraer capitales foráneos.
<br />
<br />
A Murillo no se le atribuyen ambiciones políticas y tiene fama de administrador pragmático y tecnócrata meticuloso. Quizás por eso no afectó a su carrera la huida de su hija a Estados Unidos en 2012.
<br />
<br />
Pero los ansiados beneficios de esas reformas no se traducen en una mejora en las condiciones de vida y el gobierno ahora se enfrenta al desafío de terminar con la duplicidad monetaria, que en opinión de algunos analistas ha sentado, durante años, las bases para el establecimiento de una doble economía ficticia.
<br />
<br />
Murillo, pese a regresar a ser ministro de Economía -con la apuesta de “armonizar e integrar a un nivel superior el proceso de actualización del modelo económico”, como sostuvo el comunicado oficial-, mantiene los puestos que acumuló en estos años: vicepresidente del Consejo de Ministros, miembro del Politburó del Partido Comunista y jefe del equipo económico.
<br />
<br />
Lo cierto es que los números no son auspiciosos. La desaceleración de la economía es mayor a la esperada; los ingresos por turismo bajan; los de las exportaciones de níquel no crecen, pese al aumento del precio; buena parte del presupuesto nacional se va en importaciones de alimentos, y pese a los esfuerzos, la industria nacional no despega.
<br />
<br />
En marzo, Murillo declaró ante el Parlamento local que Cuba aspira alcanzar un ritmo de crecimiento anual de entre el cinco y el siete por ciento, “y para conseguirlo se hace necesario alcanzar tasas de acumulación (de capital) del 20 al 25%, mediante créditos e inversión extranjera directa”.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-3109986908898740422014-09-25T12:01:00.001-07:002014-09-25T12:01:46.578-07:00Treinta miradas de unLezama Lima íntimo y desconocido<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjI2QBmSJZj70k1OcL6KPbExn7tS1Zc23yn8QzYlBnk88rKVks4QEK3Rdrg0dUiCVev4rCsg1ODH3hct7OSKYFFKq0SLAGYEB5G7O_OmFyG4_j7B2ASQ2pBQjBoQiMaqr1EidEqvCKmfC1R/s1600/5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjI2QBmSJZj70k1OcL6KPbExn7tS1Zc23yn8QzYlBnk88rKVks4QEK3Rdrg0dUiCVev4rCsg1ODH3hct7OSKYFFKq0SLAGYEB5G7O_OmFyG4_j7B2ASQ2pBQjBoQiMaqr1EidEqvCKmfC1R/s1600/5.jpg" height="247" width="400" /></a></div>
<br />
El escritor cubano José Lezama Lima (1910-1976) no era muy dado a dejarse fotografiar. De hecho, la gran mayoría de las fotos que se encuentran en internet, corresponden al autor de <i>Paradiso</i> y <i>Dador</i> detrás de una mesa, durante una conferencia, en algún evento público o como mucho en su estudio. Ya por eso resulta llamativa la exposición del fotógrafo cubano Iván Cañas “Lezama inédito”, que acaba de abrirse al público en la Universidad del Claustro de Sor Juana, en Ciudad de México, porque muestra al poeta, novelista y ensayista en la intimidad de su casa o posando en el Paseo del Prado en La Habana. En esta entrevista con Cañas (La Habana, 1946), quien salió de Cuba en 1992, cuenta cómo y cuándo tomó las 30 fotos que componen su muestra, la cual ya fue exhibida en Miami en 2010 con motivo del centenario del nacimiento de Lezama Lima.<br />
<br />
<b>¿Cuándo tomó esas fotos?</b><br />
En 1969 y en 1970. Las primeras fueron dentro de su casa, en la intimidad familiar, con su esposa… Tú sabes que él era gay, o sea, un gay de clóset, pero él estaba casado. Al año siguiente fui otra vez y logré sacarlo de la casa y fuimos al Museo de Artes Decorativas, que tiene un jardín muy lindo, muy lleno de vegetación. Ahí iba con otra ropa, con un traje, porque en las primeras fotos sale con una guayabera. Y la segunda vez también lo saqué caminando, a dos cuadras de su casa, al Paseo del Prado, un lugar muy emblemático de La Habana.<br />
<br />
<b>¿Cómo era como modelo, para las fotos?</b><br />
Era un hombre que no le gustaba posar, no le gustaba la fotografía. Lo que pasa es que yo le caí bien. Hay muy pocas fotos de ese tipo, de la intimidad. <br />
<br />
<b>¿Para qué tomó esas imágenes de Lezama Lima?</b><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPsRkLtwxLX0_FbbRvTpOf0lfVdq3hS457DTlH2PxrRHO-AOAgSeTmCxiTcTh2sVqCOr-IkLllBqFB_rjKdzMDvLZKhyGIp4NY8QduPfbgqFlmSC_L0lZNx0XNlaFNfjenv9ANTdjaQ_ZT/s1600/6.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPsRkLtwxLX0_FbbRvTpOf0lfVdq3hS457DTlH2PxrRHO-AOAgSeTmCxiTcTh2sVqCOr-IkLllBqFB_rjKdzMDvLZKhyGIp4NY8QduPfbgqFlmSC_L0lZNx0XNlaFNfjenv9ANTdjaQ_ZT/s1600/6.jpg" height="400" width="272" /></a>La primera vez yo fui a su casa con mi maestro, que era el pintor Raúl Martínez, para mostrarle la maqueta de un libro de fotos, un ensayo fotográfico, sobre la vida del hombre común en Cuba (que años después se publicaría con el nombre de <i>El cubano se ofrece</i>). Con la ayuda de mi maestro, armamos un libro con unas 50 fotos. Hicimos una maqueta del libro, antes de llevarlo a imprenta, que quedó preciosa porque el mismo Raúl la diseñó, y cuando la tuvimos lista, me dijo: “Vamos a llevársela a un amigo mío”. Yo conocía a Lezama Lima de nombre, desde luego. Era una gloria, sobre todo de la literatura underground, porque no tenía cobertura en ese momento. Raúl me dijo “es una persona muy culta y vamos a ver qué opina del libro” y fuimos a su casa. Yo llevaba la cámara arriba y, estando ahí, parece que le caí bien al hombre. Vio el libro y le gustó mucho, el no sabía mucho de fotografía, pero bueno, nos atendió muy cordialmente. Como había un buen ambiente le pregunté: “Maestro, ¿le puedo hacer unas fotos?”. “Pero sí, muchacho, haz lo que tú quieras”, me respondió. Entonces lo empecé a mover por la casa con la que fue su nodriza y con la esposa, y tomé fotos de ellos tres, de él solo sobre todo, de él con los cuadros que le habían pintado sus amistades.<br />
<br />
<b>¿Y la segunda ocasión?</b><br />
Inexplicablemente, porque Lezama Lima ya estaba censurado, me mandaron de la revista Cuba a hacer unas fotos de él, para un reportaje para la agencia Prensa Latina. Al principio pensé que nunca se habían publicado, pero sí se llegaron a publicar unas cuatro o cinco fotos de esa segunda visita.<br />
<br />
<b>¿Cómo surgió la idea de hacer la exposición?</b><br />
Los negativos de la primera visita eran míos, desde luego, pero los de la segunda no sé cómo me pude quedar con ellos. Pasó el tiempo, pasaron 40 años y un amigo en La Habana que me había guardado los negativos, me mandó un correo donde me decía: “Iván, dentro de cuatro o cinco meses va a ser el centenario de Lezama Lima” que había ido cogiendo un perfil mundial. Le encontré toda la razón, y me puse a buscar en mi archivo. Mi amigo me dijo “revisa las fotos porque son muy buenas”. Habían estado varios años en su casa, guardadas, y efectivamente me di cuenta que había fotos interesantísimas. Así fue como les plantee a los organizadores de la Feria internacional del Libro de Miami la idea de montar una exposición, les gustó la idea y se hizo la primera exposición. Le puse “Lezama inédito”, porque realmente eran fotos que no se conocían prácticamente en ningún lugar del mundo.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-24087215752873497582014-08-06T07:35:00.002-07:002014-08-06T07:36:12.171-07:00El regreso de Alina<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEZ7EH-CPWjlrOw1GBIt87fOYB2cR4ABUsaeYvcXaCh4h9Hg6xxDIZitg1Gd5ewzxjJLjmotfyE_73m25wRmHA_kjmQ_sC0K1HrvMs-044y4jgJyeNFyKnE4jFgLs7UcTXMz_GO5YBCKxP/s1600/fifo+y+alina.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEZ7EH-CPWjlrOw1GBIt87fOYB2cR4ABUsaeYvcXaCh4h9Hg6xxDIZitg1Gd5ewzxjJLjmotfyE_73m25wRmHA_kjmQ_sC0K1HrvMs-044y4jgJyeNFyKnE4jFgLs7UcTXMz_GO5YBCKxP/s1600/fifo+y+alina.jpg" height="400" width="285" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Con su padre biológico, el día de su primera boda, en 1973.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: x-small;">Publicado en <i>La Tercera</i> el 6 de agosto de 2014</span><br />
<br />
Con un pasaporte cubano y acompañada de su hija llegó a La Habana, el
domingo, Alina Fernández Revuelta, la hija extramatrimonial pero
reconocida de Fidel Castro. Fue un viaje tan sorpresivo como inesperado,
ya que la mujer, que ha vivido los últimos 21 años en Estados Unidos
como una ácida y ferviente crítica del régimen que instaló su padre en
Cuba, decidió volar hasta la isla ante el grave estado de salud de su
madre, Natalia Revuelta, de 88 años. Así lo aseguraron a <i>La Tercera</i>
varias fuentes con altos contactos en Cuba y con vínculos de amistad con
Fernández.<br />
<br />
Según esas versiones, el jueves de la semana pasada, Revuelta, quien
tuvo una relación amorosa con Fidel Castro en 1955, estaba duchándose en
su casa del Nuevo Vedado, donde vive sola, cuando se cayó y se golpeó
la cabeza. Pensó que no había sido nada, se reincorporó y se arregló
para salir. Sin embargo, cuando iba caminando, el dolor en la cabeza
aumentó y la fiebre le subió. Fue llevada al prestigioso centro médico
Cimeq, pero luego trasladada a la llamada “Clínica de 43”, donde fue
internada. Tenía un coágulo en el cerebro, por lo que fue operada. En
forma paralela comenzaron los frenéticos intentos por contactar a su
hija Alina, en Miami, algo que sólo se logró el sábado. Ante la gravedad
de la situación de su madre, tomó el primer vuelo disponible a La
Habana, la mañana del domingo.<br />
<br />
Fernández nació en marzo de 1956, fruto del romance entre Castro y
Natalia Revuelta. En esos años, Revuelta, una mujer que deslumbraba por
su belleza, vivía cómodamente y estaba casada con un afamado cardiólogo,
Orlando Fernández, con quien tenía una hija. Pero estaba muy interesada
en la política, gracias a lo cual conoció a Castro y quedó embarazada
de él. Eso ocurrió antes de que Castro partiera a México, donde preparó
su regreso a bordo del yate Granma.<br />
<br />
Tras el triunfo revolucionario, su ex esposo y su primera hija,
Natalí, partieron rumbo a Estados Unidos. Muchos años después, en 1993,
en medio del Período Especial tras la caída del bloque socialista
europeo y el fin de la Unión Soviética, hizo lo mismo Alina. Era
impensable que la hija del Comandante en Jefe, que en ese tiempo estaba
dedicada al modelaje y cuyos escándalos estallaban a cada momento, le
permitieran dejar el país y sumarse al exilio. Por eso lo hizo
disfrazada, con una peluca y con un pasaporte falso, rumbo a Madrid.
Todo financiado por la revista Paris Match y con la ayuda, entre otros,
de su amigo de infancia Osvaldo Fructuoso. Se instaló en Estados Unidos y
en 1997 publicó el libro <i>Alina. Memorias de la hija rebelde de Fidel
Castro</i>, que le costó una millonaria demanda de su tía, Juanita Castro
-quien vive también exiliada en Florida-, por las descalificaciones en
contra de sus abuelos Angel y Lina. Fernández (de los siete hijos
reconocidos de Fidel Castro es la única mujer) se sumó a los sectores
más radicales del anticastrismo y comenzó a participar en diferentes
programas de radio.<br />
<br />
Durante todos estos años, nunca completó sus trámites para obtener la
ciudadanía estadounidense, razón por la que viajó a La Habana con un
pasaporte cubano vigente. Sólo en mayo pasado y frente al cambio de las
leyes migratorias cubanas impulsado por el gobierno de Raúl Castro,
declaró en una entrevista con la agencia española Efe que tenía “la
sensación y el instinto” de que “todavía” no era el momento de viajar a
la isla. “No quiero tener problemas. A estas edades (58 años) una es
menos aventurera (...). Me da mucha pena, porque mi madre está mayor
(...) y ver a tu madre y querer hacer algo por ella es una ley de la
naturaleza, es algo visceral”.<br />
<br />
Es conocido que Fidel Castro le mandó a decir a Alina Fernández que
era libre de volver a Cuba cuando lo quisiera. Y Raúl Castro ha sido un
firme partidario de los reencuentros en su familia, tanto así que
facilitó durante años los viajes de la primera esposa de Fidel, Mirta
Díaz-Balart, desde España a Cuba, para reunirse con su hijo “Fidelito”, y
visitó el sábado pasado a Natalia Revuelta para enterarse de su
situación. De cualquier forma, la noticia del viaje de Fernández
demuestra la capacidad del gobierno cubano para movilizar al exilio de
Miami con una noticia que con seguridad estará en boca de esa ciudad
durante algunas semanas.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-4582263109937615092014-04-23T17:06:00.001-07:002014-04-23T17:55:10.720-07:00El que calla<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGFSGogrJ13jpqJVgLGpXiKDfQMDODR_F5-fV2tbXy5m55gHDkEwEcFKV5j9zs7Z27mNYP2qAsg1oscRe-GOR4a8ZHCyjMAFgZHhS7tg3yvswQdvCiCC8Xd-Xk4x807l4-dq6_sgHGuFVu/s1600/ggm+y+dedo+silencio.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGFSGogrJ13jpqJVgLGpXiKDfQMDODR_F5-fV2tbXy5m55gHDkEwEcFKV5j9zs7Z27mNYP2qAsg1oscRe-GOR4a8ZHCyjMAFgZHhS7tg3yvswQdvCiCC8Xd-Xk4x807l4-dq6_sgHGuFVu/s1600/ggm+y+dedo+silencio.jpg" height="400" width="270" /></a></div>
Es posible que apenas suba estas líneas, Fidel Castro se pronunciará sobre la muerte de Gabriel García Márquez. Aun así, cuando los últimos compases de los vallenatos se han apagado y las rosas amarillas comienzan a marchitarse, todo en homenaje al autor de <i>El coronel no tiene quien le escriba</i>, llama la atención que Castro no se halla referido al escritor y Nobel que logró utilizar a su antojo y mantener a su lado contra viento y marea. Eso sin contar la corona de flores que llegó hasta el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México con la escuálida leyenda “De Fidel Castro Ruiz. Al amigo entrañable”. En todo caso ese silencio, que da rienda suelta a las elucubraciones sobre el verdadero estado de salud del líder de la Revolución Cubana, no es nuevo. Cuando el Presidente venezolano Hugo Chávez, murió el 5 de marzo de 2013, tardó seis días en publicar una líneas, y demoró casi dos semanas en reaccionar —como lo hace desde que se retiró del poder en 2006, a través de un texto en la prensa cubana— a la muerte del sudafricano Nelson Mandela, el 5 de diciembre de 2013. Quizá no esté pasando por un buen momento de su etapa jubilatoria, que una sequía creativa lo esté afectando o simplemente no sabe cómo escribir algunas de las anécdotas que compartió con Gabo sin descubrir algo de su propio historial y sus propósitos más ocultos. Lo que sea siempre es mejor quedarse callado que terminar con unos mensajes que nadie entiende, como cuando mencionó la <a href="http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2012/06/19/el-universo-y-su-expansion/">expansión del universo</a> o aquello <a href="http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2012/06/18/lo-inimaginable/#.U1hVYKKTLn0">que hacen los yogas</a>.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-74370233079849601542014-03-28T19:49:00.003-07:002014-03-31T18:25:12.461-07:00Todo un siglo con SALAS<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikOhGSKQ6FDtpiTkkhgQ4zk345N_-pKhOvd22CCeVVjlSbhIV0TBLTQQA9J1sbqzcdOMFJwphwgieWmEyO9uRxdy_7YBy0XwLUlCbnmtq8Ocb65hyBvTarFRrpng37VGsJT2G78Oe-D8X_/s1600/salas_f_l.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikOhGSKQ6FDtpiTkkhgQ4zk345N_-pKhOvd22CCeVVjlSbhIV0TBLTQQA9J1sbqzcdOMFJwphwgieWmEyO9uRxdy_7YBy0XwLUlCbnmtq8Ocb65hyBvTarFRrpng37VGsJT2G78Oe-D8X_/s1600/salas_f_l.jpg" height="305" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Che. 1964</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
La firma Salas es sinónimo de las fotografías históricas, emblemáticas y hasta épicas captadas tras el triunfo de la Revolución Cubana, de la misma forma como lo son Alberto Korda, Raúl Corrales, Ernesto Fernández, entre otros. Pero detrás del apellido Salas están dos miembros virtuosos de la cámara y la película en blanco y negro, Osvaldo y Roberto, padre e hijo, que se sumaron a la tarea de retratar desde muy temprano la experiencia revolucionaria, con Fidel Castro y el Che Guevara como protagonistas.<br />
<br />
En todo caso Osvaldo Salas tiene el récord de ser uno de los pocos que fotografió a Fidel antes de que se hiciera conocido con su barba y su traje verde olivo, y también después de la victoria de 1959. Las primeras de esas imágenes las tomó en 1955, cuando Salas vivía en Nueva York, y las otras en Cuba, cuando la marea de esos años lo llevó de regreso a la isla. De esos tiempos son imágenes que están en la retina de la historia: la de Fidel y Raúl Castro, con el Che; la de Celia Sánchez, de perfil, fumando, o la de Guevara, divertido, con las botas enbarradas.<br />
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Este sábado 29, Osvaldo Salas, quien falleció en 1992, habría cumplido 100 años, y su hijo, Roberto, aún un fotógrafo activo, lo recuerda con cariño y admiración, y relata algunos de los pasajes de su vida en esta entrevista telefónica con <i>Toda la noche oyendo pasar pájaros</i>.<br />
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWFSJbzyrvAXmH4riAM1ypjbeBVi4k-qWPkFuHZQBFJJxi8DjeRsEXwy_UdC__EbkSGHgbsqtzMbBKL-RsH2T6lQymIphTO6kgIIP2VjdZ-9iYXKlznJIY_LQtsewqBgE6s7CcMn9Ov1pV/s1600/Osvaldo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWFSJbzyrvAXmH4riAM1ypjbeBVi4k-qWPkFuHZQBFJJxi8DjeRsEXwy_UdC__EbkSGHgbsqtzMbBKL-RsH2T6lQymIphTO6kgIIP2VjdZ-9iYXKlznJIY_LQtsewqBgE6s7CcMn9Ov1pV/s1600/Osvaldo.jpg" height="400" width="290" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Osvaldo Salas.</td></tr>
</tbody></table>
<b>¿Por qué su padre llegó a vivir a Estados Unidos?</b><br />
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Mi padre fue a Estados Unidos de muy joven, a los 14 años. Mi abuelo emigró a Estados Unidos, más o menos en la época de la depresión económica mundial. Mi abuelo era soldador, y mi padre con su hermano menor comenzaron a trabajar de muy jóvenes con mi abuelo. Tenían un taller de mecánica, de soldaduras y esas cosas. Mi viejo en Estados Unidos estuvo 34 años, hasta 1959.<br />
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<b>¿Y cómo llegó a la fotografía?</b><br />
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Por tropezones, de casualidad. En los años 40, él estaba trabajando como soldador en una empresa en Nueva Jersey. El hacía trabajos de especialidad, de soldadura de banco, de acero inoxidable, de alta precisión. En ese centro de trabajo había un club de fotografía, y los miembros de ese club iban a ver a mi padre para que les hiciera bandejitas, pinzas y distintos aparatos de acero inoxidable que se utilizaban en la fotografía (en el laboratorio). Entonces él se fue interesando en aquello, porque le llamaba la atención, y con el tiempo mi padre se hizo miembro de aquel club. Todo esto fue antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial. Cuando se acabó la guerra mi padre ya era miembro activo en ese club y en 1947 se ganó el primer premio del club por una fotografía. Así el viejo, que ya venía con esa atracción por la imagen, empieza a trabajar simultáneamente de soldador y a tirar fotografías. Al principio eran de nosotros, de mi hermana y yo, cuando éramos más pequeños, de gente del barrio que le pedía hacer una foto de un cumpleaños. Así poco a poco fue haciendo cosas. Y comenzó a ver que había un ingreso por ese lado y empezó a comercializarse. Pero llegó un momento, en 1948 más o menos, que con el volumen que tenía de fotografías que hacía en la casa, más el trabajo que tenía (de soldador), tenía un horario muy extenso y ya no podía seguir con las dos cosas. Tenía que escoger: “O soy fotógrafo o soy soldador”. Ese es el momento en que decide dedicarse a la fotografía. Instala un pequeño laboratorio en la casa donde nosotros vivíamos en el Bronx, comienza a hacer algunas cosas comercialmente y después abre un local en Manhattan y establece su estudio de fotografía, a dos cuadras de Times Square. Empieza a hacer cosas deportivas, cosas periodísticas, en fin, todo lo que entraba por la puerta para poder ganarse la vida. Lo mismo era una boda, que un bautizo, fotografías de carné. En fin, todo lo que era posible hacer.<br />
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<b>A él, en esa época, ¿qué era lo que más le gustaba hacer en cuanto a fotografía?</b><br />
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Bueno, realmente, no puedo decir qué era lo que más le gustaba. No creo que ese momento él se haya decidido por alguna forma, por algún estilo. El hacia un trabajo generalizado, de cualquier cosa. He dicho en otras ocasiones que nosotros (porque yo me incluyo en eso, yo dejé la escuela a los 15 y me puse a trabajar con él) realmente tirábamos fotografías, y yo creo que después de 1959 empezamos a desarrollarnos, a hacer fotografía. En Nueva York nosotros teníamos que hacer lo que querían los demás. Pero ya en 1959, aquí, empezamos a hacer el estilo de fotografía que nos gustaba a nosotros. Yo creo que ese es el momento en que el viejo empieza a madurar más y a perfeccionar más su estilo.<br />
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6dffcbaxHgf8CUDYKCkuZ5-BN48T2cE8JuzA79b9OdlWzvFOYW3Xw1x7Pu8q98YLsTT7B5oDyFY0zOMDQTCQ9Cc1EOIhDykaCywiXL4sI6DARutDK5efBiUQvpKntJ2ioXXujer65sw5s/s1600/Fidel+1955+Salas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6dffcbaxHgf8CUDYKCkuZ5-BN48T2cE8JuzA79b9OdlWzvFOYW3Xw1x7Pu8q98YLsTT7B5oDyFY0zOMDQTCQ9Cc1EOIhDykaCywiXL4sI6DARutDK5efBiUQvpKntJ2ioXXujer65sw5s/s1600/Fidel+1955+Salas.jpg" height="225" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fidel en Nueva York, en 1955.</td></tr>
</tbody></table>
<b>En 1955 él fotografió a Fidel Castro, en Nueva York. ¿Cómo fue que hizo ese trabajo?</b><br />
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En todos esos trabajos múltiples que él hacía, él también hacia trabajos de free-lance, para periodistas, gente que le pedían trabajos, periodistas latinoamericanos, fundamentalmente de Venezuela, de México, de Cuba. En 1955 él recibe una solicitud de trabajo para la revista cubana <i>Bohemia</i>, conjuntamente con un periodista que había en Nueva York, que se llamaba Vicente Cubillas, para hacer unas fotografías de un pequeño grupo de personas que eran de oposición al gobierno de Batista. Como la revista Bohemia estaba en contra del gobierno de Batista, tenía interés en mostrar que esta gente seguía activa, ya que habían rumores que sostenían que estaban escondidos, que habían desistido de sus demandas. Llegaron a Nueva York a recoger fondos, a buscar apoyos para lo que ellos posteriormente iban a hacer. Entonces, llegó al estudio de mi padre, se ponen de acuerdo ahí y el viejo hace el reportaje para <i>Bohemia</i>, que salió publicado en 1955.<br />
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<b>¿En ese tiempo su papá ya tenía alguna idea política definida?</b><br />
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No, absolutamente ninguna. En ese momento no. El viejo estaba totalmente alejado de ese tipo de cuestiones. Mi padre hizo ese trabajo (de Fidel en 1955) como cualquier otro trabajo, porque nosotros en ese momento no teníamos elementos, porque no vivíamos en Cuba. Lo que pasa es que después nos vinculamos ahí (con la gente opositora a Batista), entonces al triunfo de la revolución ya estábamos más o menos definidos, siguiendo al Movimiento 26 de Julio.<br />
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBjRLLtNWk8rCa8nIUqNR8mt14DFLJYSBaBhtPYQgvD_9yyuwKosHaMcY63yH_8HoNWJGYax7KEoi6YA4N3a7BNdY38LQpuChsLyHHWEkDRlNuvWjU-b6naf7MmeCuYPVVc4JSvKAqY63L/s1600/Roberto+Salas.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBjRLLtNWk8rCa8nIUqNR8mt14DFLJYSBaBhtPYQgvD_9yyuwKosHaMcY63yH_8HoNWJGYax7KEoi6YA4N3a7BNdY38LQpuChsLyHHWEkDRlNuvWjU-b6naf7MmeCuYPVVc4JSvKAqY63L/s1600/Roberto+Salas.jpg" height="214" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Roberto Salas.</td></tr>
</tbody></table>
<b>¿Entre usted y su padre se produjo una especie de “sana competencia” de fotógrafos?</b><br />
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No, yo no creo. Nunca lo vi así. Era un trabajo más. El hacía sus cosas y yo hacía las mías. Nunca pensé en una competencia. Se dice que cuando padre e hijo están en la misma profesión, subconscientemente la segunda generación siempre trata de hacer las cosas algo distinto de la primera generación. Realmente mi padre trabajaba por un lado y yo, por otro. No coincidíamos. Lo que sí hace él aquí es perfeccionar su estilo, buscando lo que había sido su nacimiento en la fotografía. Hay que acordarse de que él era retratista, que tenía un estudio de fotografía en Nueva York. Entonces él trae ese concepto adentro, de hacer el retrato, la fotografía más cercana, y él se convierte en un retratista.<br />
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<b>¿Cómo fue que regresaron a Cuba? ¿Fue una petición de Fidel?</b><br />
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Hasta cierto punto, sí. No fue un “ordene y mande”, ni mucho menos. Mi padre siempre quizo, de alguna forma, de alguna manera, a lo largo de los 34 años que estuvo allá, regresar para Cuba algún día y vivir aquí. Entonces, al surgir este proceso, vio la oportunidad. Fidel nos dio la oportunidad, más o menos directamente, de que nosotros hacíamos falta aquí, que se iba a hacer una nueva prensa, que teníamos trabajo. Eso nos dijeron Fidel como otros compañeros. Nosotros vimos la posibilidad del “cielo abierto”, y el viejo lo vio como la oportunidad para definitivamente quedarse en su país, que era lo que siempre él quería. Porque en el fondo, él era muy cubano. El estuvo 34 años allá y nunca se hizo ciudadano norteamericano. El siempre pensaba que “algun día, algún día”. Y el proceso político en Cuba abrió muchas oportunidades de trabajo aquí, y podíamos hacer muchas cosas. El viejo lo aprovechó y por eso fue que se vino para acá. Entre enero y febrero (de 1959) ya estaba aquí. Va y viene a Nueva York como tres veces, pero ya en 1960 él ya está establecido definitivamente en Cuba, hasta que falleció, en 1992. Ahora, ¿cuál es la vinculación de nosotros directamente con Fidel? Bueno, había un antecedente: que ya nosotros lo conocíamos desde 1955, fundamentalmente el viejo, y entonces después fue más fácil una serie de cuestiones.<br />
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<b>El triunfo de la revolución, el regreso a Cuba ¿le cambio a su padre el sentido que tenía para él la fotografía?</b><br />
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Si. Desde el punto de vista técnico, nosotros dejamos la grandes cámaras, los grandes flash y todas esas cosas. No los utilizábamos. Y empezamos a trabajar con cámaras de 35 milímetros y a hacer fotografías con luz ambiental, a hacer reportajes. Toda una serie de cosas que nosotros allá no hacíamos. Y tirábamos fotografías de lo que nosotros queríamos, que creo que era lo más fresco del asunto, no?<br />
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<b>Cuando él regresó a Cuba ¿se mantuvo como independiente o entró a formar parte de algún medio?</b><br />
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Nosotros somos fundadores del periódico <i>Revolución</i>, que nació más o menos en enero de 1959. El periódico fue, con la perspectiva de los años, pilar del desarrollo de la fotografía de aquel entonces, que después llegó a conocerse como la fotografía épica de la Revolución Cubana, que éramos un grupo –no muy grande– donde estaba Korda, el viejo, Corrales, Liborio (Noval), yo y algunos compañeros más. Pero un pequeño grupo, de ocho o 10 personas. Cambiamos el estilo, la forma en que se hacía fotografía de prensa en Cuba, y la hacíamos en una base diaria, en fotorreportaje. Nadie sabía lo que estábamos haciendo, que estábamos haciendo cambios, ni haciendo historia. Eso se descubre con los años, retrospectivamente. Nosotros trabajamos directamente con el periódico <i>Revolución</i>, y también hacíamos cosas con la revista <i>Bohemia</i>. Después empezamos a hacer otros trabajos. Desde el punto de vista económico para nosotros era mucho más conveniente estar en Cuba, porque estábamos ganando mucho más de lo que ganábamos en Nueva York. Y la vida era más barata, más fácil que aquí.<br />
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<b>En los 70 y en los 80 ¿qué siguió haciendo su padre?</b><br />
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El siguió trabajando en el periódico hasta los años 80, por ahí. El siguió trabajando todo ese tiempo, haciendo distintos reportajes, hacía exposiciones de fotografía, que presentaba en distintos países. Viajó mucho haciendo distintos reportajes por muchos países, a nombre del periódico, a nombre de revistas. El se mantuvo en la prensa todos esos años. Tiene un trabajo muy amplio que abarcaba muchos terrenos.<br />
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<b>¿Y después buscó un nicho distinto de fotografía o siguió con los reportajes, los retratos?</b><br />
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Realmente yo creo que al viejo no se le puede definir por un estilo determinado. O sea que él hacia muchas cosas. Realmente como fotógrafo de prensa él hacia de todo. Ahora, él, particularmente, se perfeccionaba y hacia algunas cosas particulares para él.<br />
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<b>¿El nunca hizo clases?</b><br />
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No. Nunca dio clases. Lo que sí, los jóvenes se acercaban a él, le daba explicaciones, pero como profesor en algo, él nunca lo hizo. El era más bien espontáneo. Tú le preguntabas algo y él te decía, te ayudaba. El fue responsable de fotografía del periódico, por muchos años, de <i>Revolución</i>, que después se llamó <i>Granma</i>. El también es fundador de Granma, y también el era el responsable de fotografía.<br />
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<b>¿Tenía alguna foto a la que le tenía más cariño?</b><br />
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Yo no te pudiera decir una… él tenía unas cuantas. Por ejemplo, una que le gustaba mucho y que se hizo muy famosa, que es el perfil del Che donde está fumando. También le gustaba una donde está Fidel y Hemingway, que es un retrato, casualmente, de la cara de Hemingway y de la cara de Fidel. Y una serie de imágenes sueltas, de cosas que políticamente no eran destacadas, ni mucho menos, pero eran imágenes que a él le gustaban: escenas callejeras, escenas de niños, personas caminando por la calle. Muchas de esas cosas que a él le gustaban y presentaba en sus exposiciones. Eran fotografías de Cuba, pero no eran de personalidades ni mucho menos. De todas formas a él le gustaba todo su trabajo. Si él lo mostraba era porque le gustaba. Lo que no le gustaba, no lo enseñaba.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxDhJU7y9x9PNe1oBMBiiUdeknoaLvyexUaIyWd_X-SP1q6Kh4S53mDUKwA1gGWbQy2StKR7wPsdp-K-y1i7ofH4T398YBbtMI7TuZRPu28u5ZRfKu7Lf6JKJbdG8zeaRth4jPxHBAYTiq/s1600/Fidel+y+Hemingway+Salas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxDhJU7y9x9PNe1oBMBiiUdeknoaLvyexUaIyWd_X-SP1q6Kh4S53mDUKwA1gGWbQy2StKR7wPsdp-K-y1i7ofH4T398YBbtMI7TuZRPu28u5ZRfKu7Lf6JKJbdG8zeaRth4jPxHBAYTiq/s1600/Fidel+y+Hemingway+Salas.jpg" height="278" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Hemingway y Castro. 1960</td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4PR-Jn7oidpyTZ2V1f4HJKx6H8qo54j8BuVcEmZCrEDjTD9XH8k8yWw9fL1lwiK5XXFZgrUspq82a0DopJcdjyNxkERXGVcjl684pgGsRfz3YymOhQKO3hsYw9fbIMvmhqoX54pdEppgJ/s1600/Tres+Salas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4PR-Jn7oidpyTZ2V1f4HJKx6H8qo54j8BuVcEmZCrEDjTD9XH8k8yWw9fL1lwiK5XXFZgrUspq82a0DopJcdjyNxkERXGVcjl684pgGsRfz3YymOhQKO3hsYw9fbIMvmhqoX54pdEppgJ/s1600/Tres+Salas.jpg" height="283" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fidel, Raúl y el Che. 1963</td></tr>
</tbody></table>
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Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-30820118507625362052014-02-24T14:30:00.000-08:002014-02-26T15:44:18.406-08:00Muere el general Pascual Martínez Gil<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_lVwKdrsYWjGP008P8FhTXH0oOLhdPAPXVzu76sfTfGqzctf1W_ZOTzZwyaDzrpAWsfkAanlnTbhfIctjBEgkVOLKlW-L4Ytq3r3wirl6MtD1pvf4HFzB8093Pcy9TJJDL2acYt5oOXf2/s1600/Todos+los+muertos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_lVwKdrsYWjGP008P8FhTXH0oOLhdPAPXVzu76sfTfGqzctf1W_ZOTzZwyaDzrpAWsfkAanlnTbhfIctjBEgkVOLKlW-L4Ytq3r3wirl6MtD1pvf4HFzB8093Pcy9TJJDL2acYt5oOXf2/s1600/Todos+los+muertos.jpg" height="348" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">De izquierda a derecha: el coronel José A. "Lingote" Blanco, Pascual Martínez Gil,<br />
Antonio de la Guardia y José Abrantes. En Nicaragua, durante el primer<br />
viaje de Fidel Castro, en julio 1980. Foto propiedad de Norberto Fuentes.</td></tr>
</tbody></table>
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Fiel a su estilo, en lo que se refiere al pasado y nombres incómodos, el gobierno cubano tiró un manto de silencio sobre el reciente fallecimiento de Pascual Martínez Gil, general del Ministerio del Interior y jefe de las Tropas Especiales, quien llegó a ser viceministro primero del Minint pero que fue condenado a 12 años de prisión en 1989. Su caída en desgracia se produjo en el marco de la Causa N°2, el proceso que llevó al desmantelamiento del Ministerio del Interior que entonces encabezaba José Abrantes, y que estuvo vinculado estrechamente a la Causa N°1, el juicio por supuestos delitos de narcotráfico que terminó con el fusilamiento, entre otros, del general Arnaldo Ochoa y el coronel Antonio de la Guardia.<br />
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Al frente de las Tropas Especiales y de la Seguridad Personal, le correspondió acompañar a Fidel Castro en la mayoría de sus viajes al extranjero en la década de 1970 y hasta 1989, y cumplió misión en Angola donde sufrió severas heridas al activar una mina anticarro en los combates contras las fuerzas sudafricanas. La misma acción le costó la vida al general Raúl Díaz Argüelles. Martínez Gil era conocido como un militar muy laborioso, con una reputación a base de trabajo y golpes audaces, y considerado como un cuadro emblemático del Minint de esos años.<br />
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En 1989, al conocer la sentencia en su contra, Martínez Gil lanzó una frase que aún resuena: “El mayor castigo es no poder volver a estrechar la mano del Comandante en Jefe”. Una clara muestra de un hombre que fue forjado por la Revolución, que era de la confianza del propio Fidel, que siempre acató sus órdenes y que no sabría, tras su condena, cómo reaccionar cuando fue señalado como un enemigo.<br />
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Según fuentes que conocieron de su deceso, Martínez Gil, de 71 años, presentó malestares a pincipios de la semana pasada, por lo que fue atendido en el famoso Hospital Cimeq, donde se atiende la alta nomenclatura cubana. Falleció pocos días después y a los familiares se les indicó que mantuvieran la discreción y que realizaran una ceremonia muy íntima, "que no era necesario armar espectáculos". Muy pocas personas asistieron a su entierro, que se llevó a cabo al parecer el miércoles. Martínez Gil deja a su esposa y a un hijo en Cuba, y a una hija que está en Estados Unidos.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitWa-4WpfmFZxK9ffTpa79-QRaCeVWGvvPPzBTJ27_TGpCxj1HahfMPp07ZFkl0b5bst2_CjQAFgR5X3SPEXd4JCxQMUflRmepTZvUwQ6GHr4s5zaRXMrGvjCviZnjJqjacWqwH_fQwN2X/s1600/24.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitWa-4WpfmFZxK9ffTpa79-QRaCeVWGvvPPzBTJ27_TGpCxj1HahfMPp07ZFkl0b5bst2_CjQAFgR5X3SPEXd4JCxQMUflRmepTZvUwQ6GHr4s5zaRXMrGvjCviZnjJqjacWqwH_fQwN2X/s1600/24.jpg" height="133" width="200" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS4sF7YmojuHK2pegAGhlFA1jl_qvuSFR-lQLXTEU-S_vpDHLRjtQu3AqhV1i46TNEOikhi1n5L07ntfSzoG-GFf55xl8eCprRNiFCJhQpOlnbzKi0sgItPWFrDgip-FPwNLQ7XcZw8Eom/s1600/28.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS4sF7YmojuHK2pegAGhlFA1jl_qvuSFR-lQLXTEU-S_vpDHLRjtQu3AqhV1i46TNEOikhi1n5L07ntfSzoG-GFf55xl8eCprRNiFCJhQpOlnbzKi0sgItPWFrDgip-FPwNLQ7XcZw8Eom/s1600/28.jpg" height="133" width="200" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;">Martínez Gil durante la Causa N°2 y el proceso contra Abrantes.</span></div>
<br />Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-87017672592403218672013-11-28T11:40:00.000-08:002013-12-01T05:59:37.007-08:00Un trompetista revolucionario<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm2IpKl5Eyj5zzwzkBFtIPvMFAWbTL3vRWmZwtCLue1J8egrXxFEonwHoXhYnMb3bL3s9KGeGFR7UrwX1TOy33RhMmzRcPLlXgXYZpNbgDOMZksryEJ039f6QReJ_soOExIzRrVaN2Qv6o/s1600/13634-944-650.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm2IpKl5Eyj5zzwzkBFtIPvMFAWbTL3vRWmZwtCLue1J8egrXxFEonwHoXhYnMb3bL3s9KGeGFR7UrwX1TOy33RhMmzRcPLlXgXYZpNbgDOMZksryEJ039f6QReJ_soOExIzRrVaN2Qv6o/s320/13634-944-650.jpg" width="320" /></a></div>
Es un apasionado trompetista y un convencido revolucionario. Eso sí, esconde un enorme secreto. Nada de lo que puedan estar pensando. Pepe es un vampiro y su tío es el científico Werner Amadeus von Dracula, quien ha encontrado la fórmula para que su querido sobrino pueda disfrutar del sol y las bondades de La Habana de los años 30: el Vampisol. Así, sin saber su origen, Pepe, o Joseph, ama con locura a su novia, Lola, combate a la dictadura de Machado e incluso desafía al jefe de la policía poniéndole los cuernos con su mujer. Eso es parte del argumento de la película de animación <i>Vampiros en La Habana</i> (1985), de Juan Padrón. Y quien pone la música en la trompeta de Pepito es nada más ni nada menos que Arturo Sandoval, el mismo al que la semana pasada el Presidente de Estados Unidos le impuso la Medalla de la Libertad, al igual que otros 16 personajes estadounidenses, incluido Bill Clinton.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrxecrWrpOalEnv2ZkKZ9fukj_yequC2u6ir-HCfCpbnJMuASY63-JrzovfE_8Q2DI4Il51yP5dQ5uVTNKR-7WVBXkUblIkM2_M_O2_kuPF42bNpzVHbVbnpmGocfZ_oG3PIPaUGubuJlv/s1600/219f.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrxecrWrpOalEnv2ZkKZ9fukj_yequC2u6ir-HCfCpbnJMuASY63-JrzovfE_8Q2DI4Il51yP5dQ5uVTNKR-7WVBXkUblIkM2_M_O2_kuPF42bNpzVHbVbnpmGocfZ_oG3PIPaUGubuJlv/s400/219f.jpg" width="325" /></a>Obama destacó que Sandoval es "uno de los trompetistas más reconocidos en el planeta" y recordó que fue arrestado en Cuba por escuchar jazz en la radio del gobierno estadounidense <i>La Voz de América</i>. "Músicos como él han sacrificado tanto por tocar" jazz, declaró Obama. Pero el gobernante no dijo nada de Pepe, ni del Vampisol, ni de que Sandoval, al igual que el sobrino de Von Dracula, fue un ferviente revolucionario. Tampoco que fue militante del Partido Comunista de Cuba, que formó parte de Irakere, que organizó muchos festivales de jazz en la isla y que hizo escenario suyo el teatro Karl Marx. Como si lo bueno de su historia hubiese comenzado cuando se marchó a Estados Unidos.<br />
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<i>Vampiros en La Habana</i> llegó a Chile en los años finales de la dictadura y se exhibió en algunas salas de cine-arte, como el Normandie y El Biógrafo, en Santiago. Para muchos de nosotros los “¡Abajo Machado!” los leíamos como “¡Abajo Pinochet!”. Quizá por eso me quedo con Pepito, que pese a reconocerse luego como un vampiro, se mantuvo firme junto a sus convicciones y sus ideales.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-65699582192691672792013-11-19T08:37:00.000-08:002013-11-19T08:37:28.637-08:00En carrera por la sucesión de Raúl Castro<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHyBSH_GtBiDo7Sjix-ixAWJACYJnLatkEtl2WOxphIj8IlAezWyZqxDHJ50djwFzGsKUptXe5epu7rXkOaSNN_sZTjvGiOveD-a-Lj31PZyYvJ5f7Ad0a5FO4h2-bH-z7Hucq4krirfMl/s1600/articulos-163860.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHyBSH_GtBiDo7Sjix-ixAWJACYJnLatkEtl2WOxphIj8IlAezWyZqxDHJ50djwFzGsKUptXe5epu7rXkOaSNN_sZTjvGiOveD-a-Lj31PZyYvJ5f7Ad0a5FO4h2-bH-z7Hucq4krirfMl/s400/articulos-163860.jpg" width="400" /></a></div>
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<span style="font-size: small;"><b>Pedro Schwarze</b></span><br />
<span style="font-size: x-small;">Publicado en <i>La Tercera</i>, 17 de noviembre de 2013</span><br />
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Durante casi cinco décadas Fidel Castro tuvo a su hermano, Raúl, cinco años menor, como el número dos del régimen, como su carta de recambio. Tras la salida abrupta de Fidel por enfermedad en 2006, y después de 19 meses de transición, en febrero de 2008 Raúl Castro asumió formalmente el mando y puso como su segundo a bordo a José Ramón Machado Ventura, un año mayor que el Presidente cubano. En febrero pasado, Raúl asumió su segundo y, según su promesa, último período de gobierno, de cinco años. Los personajes antes mencionados son todos octogenarios. Fidel Castro, 87; Raúl Castro, 82, y Machado Ventura, 83. Quizás por eso, pensando en un recambio generacional y considerando que los imponderables son más frecuentes en personas de esa edad, que el menor de los Castro decidió nombrar como vicepresidente del país a un hombre que actualmente tiene 53 años.<br />
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Se trata de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, un ingeniero eléctrico y profesor universitario, que nació en abril de 1960, después del triunfo de la Revolución en 1959, a diferencia de una buena parte de la dirigencia cubana aún vigente que son veteranos de la lucha contra Fulgencio Batista. De hecho, es el más alto dirigente nacido tras la victoria de los “barbudos” de Sierra Maestra. Fue primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas de su Villa Clara natal y en 1994 fue elegido primer secretario del Comité Provincial del PC en Villa Clara. Eso le permitió alcanzar el Politburó del PC en 1997. Además, en 2003, fue elegido al frente del Comité Provincial del PC en Holguín.<br />
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Pero fue con la llegada a la cumbre del poder de Raúl Castro, que Díaz-Canel escaló más arriba y quedó más cerca de la primera línea. En mayo de 2009 fue nombrado ministro de Educación Superior, en marzo de 2012 fue designado vicepresidente del Consejo de Ministros y en febrero pasado, tras la salida de Machado Ventura, quedó como número dos del aparato de gobierno al concentrar en sus manos la primera vicepresidencia de los Consejos de Estado y de Ministro. En todo caso, aún no es el número dos de la jerarquía del país, debido a que Machado (considerado un hombre de Fidel) sigue siendo segundo secretario general del PC de Cuba.<br />
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Como sea, ocho meses ha sido llamativa la amplia presencia y el protagonismo que ha asumido Díaz-Canel, muy por encima de lo que hacía el gris Machado Ventura, y en cierto sentido que el propio Raúl Castro, quien desarrolló un gusto por trabajar, actuar y operar en las sombras, lejos de los focos casi completamente reservados para su hermano Fidel.<br />
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Sólo en las últimas semanas sus palabras han resonado en la prensa cubana, que ilustran el cambio y las reformas que está impulsando en diversas áreas que el propio Raúl Castro está conduciendo, con frases llamativas como que “hace falta un pensamiento más fresco y revolucionario en la promoción cultural”, cuando llamó a fomentar el diálogo y acentuar la acción o cuando destacó “la importancia de romper con el secretismo existente en determinados sectores porque sus directivos se oponen a dar informaciones (a la prensa) de diversos temas”. Y en junio fue él quien viajó a China y se reunió con el nuevo máximo dirigente del gigante asiático: Xi Jinping.<br />
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De cualquier forma aún falta mucho para la fecha clave: 2018. Cuando está planificado que se produzca el paso al costado de Raúl Castro, cuando tenga 86 años. Y no sería la primera vez que las cartas de futuro en el régimen cubano cae bajo fuertes acusaciones de corrupción, como fueron los casos de los ex cancilleres Roberto Robaina y Felipe Pérez Roque y el ex vicepresidente económico Carlos Lage. Para el escritor Norberto Fuentes, ex miembro del <i>hard core</i> cubano y autor de <i>La autobiografía de Fidel Castro</i>, Miguel Díaz-Canel aparece más bien “como una figura de transición. Hasta ahora no está demostrando tener mucho en la canasta. Yo veo con mejores perspectivas a Alejandro Castro, el hijo de Raúl. Fidel lo entrena a diario”.<br />
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<span style="font-size: large;"><b>Entrevista a Alcibíades Hidalgo</b></span><br />
Ex jefe de despecho político de Raúl Castro<br />
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<b>¿Miguel Díaz-Canel es el hombre que Raúl Castro escogió como su relevo?</b><br />
Creo que Díaz-Canel ha sido escogido como la carta del futuro, para suceder o encabezar la sucesión de los ancianos gobernantes.<br />
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<b>¿En que basa esa afirmación?</b><br />
El asunto tiene toda la impronta raulista. Lo nombra con mucha anticipación. Hay un período de prueba, en este caso de varios años, y asume progresivamente responsabilidades. Es lo que están hacienda ahora. Raúl Castro siempre ha preferido designar de esta manera. No le gustan las improvisaciones. Díaz-Canel ya es el primer vice de todo lo importante y si falta algo se lo darán en el camino. Ya es más importante jerárquicamente que Machado Ventura, pero el poder real sigue en manos de Raúl y
Machado, mientras siga el lapso de prueba del escogido.<br />
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<b>En todo caso aún faltan más de cuatro años para ese retiro...</b><br />
Falta un largo tramo para el retiro de Raúl y hará todo lo posible por apuntalar este esquema. Tiene que reforzar la autoridad del designado ante los militares más jóvenes. De hecho Díaz-Canel tiene muchos antecedentes de servicios y colaboración con las
Fuerzas Armadas. Para él sería lo ideal. La realidad dirá.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-27229984776400304192013-05-31T09:07:00.000-07:002013-05-31T13:09:26.470-07:00Comandante de las letras revolucionarias<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZyfEuT1KLn50PNJghroC-31yA388n2qQNtJcpES3xoOtQTzJa4_Vi2ClQ2Vt94Mo6JhOZwT_sFZi2WQ-Lp4JOd-4592NQB77pOPzPf9g1z0MomMmr8TXn4FUKyn5m003qtfBkRWAzQSq9/s1600/vo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZyfEuT1KLn50PNJghroC-31yA388n2qQNtJcpES3xoOtQTzJa4_Vi2ClQ2Vt94Mo6JhOZwT_sFZi2WQ-Lp4JOd-4592NQB77pOPzPf9g1z0MomMmr8TXn4FUKyn5m003qtfBkRWAzQSq9/s400/vo.jpg" width="296" /></a></div>
Luis Pavón Tamayo, señalado como el artífice del llamado “quinquenio gris” y como uno de los censores en Cuba en los 70, falleció el pasado sábado 25, a los 83 años en La Habana. Pavón, quien fue director <i>Verde Olivo</i>, la revista de las Fuerzas Armadas, y presidente del Consejo Nacional de Cultura, entre 1971 y 1976 (instancia que después pasaría a ser el Ministerio de Cultura), fue acusado de haber encabezado una campaña para vetar a algunos intelectuales y artistas, como José Lezama Lima y Virgilio Piñera, muchos de ellos por su condición de homosexuales.<br />
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Revuelo causó en algunos círculos su aparición en 2007 en la televisión cubana —en el espacio <i>Impronta</i>, dedicado a rescatar la obra de personalidades de la cultura nacional—, y especularon con el regreso de algunas de las prácticas de ese “quinquenio”, en esos primero meses de la gestión de Raúl Castro, tras el retiro de Fidel. Pero nada de eso pasó. Sólo fue una histeria, luego llamada la “guerrita de los emails”.<br />
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Curiosamente el fallecimiento de Pavón no ha sido publicado por ningún medio relevante, ni en Cuba ni en el exterior, y todas las informaciones divulgadas se han remitido al blog <a href="http://libretadenorberto.blogspot.com/2013/05/luis-pavon.html"><i>Libreta de apuntes</i></a> del escritor Norberto Fuentes, que fue quien divulgó la noticia. El silencio sobre el deceso de Pavón llama la atención considerando su relevancia en las décadas de los 60 y 70 en el ámbito cultural de la isla.<br />
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Luis Pavón, quien nació en Holguín el 31 de marzo de 1930, participó en la lucha clandestina contra Batista. Estudió Leyes pero se dedicó al periodismo. Trabajó en varios medios escritos cubanos como <i>Norte</i>, <i>Verde Olivo</i>, <i>Cuba</i>, <i>Bastión</i>, <i>Granma</i>, <i>Bohemia</i>. Fue profesor de la Escuela de Periodismo de las Fuerzas Armadas entre 1967 y 1969. Publicó varios libros de poemas y dos novelas policíacas. Y fue miembro fundador de la Unión de Periodistas de Cuba.<br />
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Pese a las palabras y los litros de tinta que se emplearon durante las últimas décadas en su contra, Pavón nunca salió a responder ni a defenderse, ya que entendía —según algunos cercanos— que había hecho lo que le correspondía hacer y eso era acatar las decisiones del Comandante en Jefe, Fidel Castro. Pero no se limitó a eso. Pavón fue un gestor cultural y estuvo detrás de la carrera de no pocos, como el cantautor de Silvio Rodríguez, desde sus tiempos como conscripto, y fue un pluma ágil para pulir los escritos de Ernesto Guevara en <i>Verde Olivo</i>. No por nada el Che decía de él que era “el comandante de las letras revolucionarias”.<br />
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Precisamente fue Norberto Fuentes uno de quienes ‘sufrió’ la mano de Pavón. En septiembre de 1968 una crítica no firmada en <i>Verde Olivo</i> sobre <i>Condenados de Condado</i> fue el comienzo de los años grises de Norberto. El propio Fidel Castro había exigido a Pavón que destrozara el libro de cuentos de Fuentes con el que había ganado el Premio Casa de las Américas a comienzos de ese año. El director de la revista hizo la crítica, pero —para desagrado de Fidel— no arrasó con el texto, sino que dejó la puerta entreabierta para el regreso de Norberto. Dicho y hecho, Pavón fue clave en la reincorporación de Fuentes a la primera línea de literatura cubana y quien le encargó una nota que a la postre terminaría convirtiéndose en el libro <i>Hemingway en Cuba</i>.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-8718395395994651892013-05-09T12:23:00.000-07:002013-05-09T13:22:18.442-07:00El libro ajeno<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0gro-Xl8LW2xXF30Y2zAs36-5jnN5hhAcPKKQuXgV2fJ51Qs7donHwVDVHTfYrg5b9nsXw6AwuVby8HcuU7-BWj8naZjUWqghQpXwiq-eqCDoGoW-6glfIAfji2lHd9J31Q244fQ-UA3W/s1600/hm7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="273" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0gro-Xl8LW2xXF30Y2zAs36-5jnN5hhAcPKKQuXgV2fJ51Qs7donHwVDVHTfYrg5b9nsXw6AwuVby8HcuU7-BWj8naZjUWqghQpXwiq-eqCDoGoW-6glfIAfji2lHd9J31Q244fQ-UA3W/s400/hm7.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">FILE - In this black and white file photo from the mid-1900's, released by the<br />
John F. Kennedy Presidential Library and Museum in Boston, shows Ernest<br />
Hemingway, second from right, and Gianfranco Ivancich, right, dining with<br />
an unidentified woman, left, wife Mary Hemingway, second from left, and<br />
Juan "Sinsky" Dunabeitia, center, at Hemingway's villa Finca Vigia in<br />
San Francisco de Paula, Cuba. Cuba and a private U.S. foundation are<br />
working together to preserve more of the novelist's papers and belongings<br />
that have been kept at his home near Havana since he died in 1961.<br />
The digitization of 2,000 Hemingway papers and materials will be transferred<br />
to Boston's John F. Kennedy Library. (AP Photo/John F. Kennedy Presidential<br />
Library and Museum, File) Cuba Hemingway Collection.</td></tr>
</tbody></table>
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<span style="font-size: small;"><b><i>Documentos de Hemingway en Cuba a Biblioteca JFK</i></b></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>Por Brett Zongker (The Associated Press), Washington</i>
<i> </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i>6 de mayo de 2013
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>Académicos y el público en general podrán tener mayor acceso a los libros y grabaciones que Ernest Hemingway dejó en Cuba, donde escribió algunas de sus obras más famosas, al partir hacia Estados Unidos.
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>Cuba y una fundación privada estadounidense colaboran para preservar más de los documentos y pertenencias que quedaron en la casa, cerca de La Habana, desde la partida del novelista, que murió en Estados Unidos en 1961. El lunes en el Capitolio estadounidense, el representante James McGovern de Massachusetts y la Finca Vigia Foundation con sede en Boston anunciaron la digitalización de 2.000 documentos de Hemingway y otros materiales. Las copias digitales serán transferidas a la Biblioteca John F. Kennedy en Boston.
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>Esta es la primera vez que alguien en Estados Unidos ha podido examinar estas pertenencias del escritor guardadas por años en su casa en Cuba, la Finca Vigía. Los documentos incluyen pasaportes que muestran los viajes de Hemingway y cartas que hablan de obras como </i>El viejo y el mar<i>.
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>Jenny Phillips, la nieta del editor de Hemingway, Maxwell Perkins, creó la Fundación Finca Vigia en 2004 tras una visita a La Habana en la que vio la casa del escritor en el abandono y se enteró de que había muchas grabaciones en el sótano de la vivienda. Phillips hizo las gestiones para que el Departamento de Estado y el Tesoro le dieran permiso para enviar a conservadores y archivistas a Cuba para ayudar a salvar los archivos literarios.
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>"Son los despojos y los desechos de la vida de un escritor. Es su vida y su obra", dijo Phillips. "Todos esos pedacitos y piezas se juntan para crear un gran rompecabezas".
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>Los archivos recientemente digitalizados incluyen cartas de Hemingway a la actriz Ingrid Bergman y otras a su esposa Mary, pasaportes documentando sus viajes, cuentas en bares, listas de compras y anotaciones sobre huracanes. No incluye ningún manuscrito.
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>Un esfuerzo de digitalización anterior divulgó 3.000 archivos de Hemingway en 2008 y presentó por primera vez fragmentos de manuscritos, incluyendo un final alternativo para </i>Por quién doblan las campanas<i> y correcciones a borradores de </i>El viejo y el mar<i>.
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>En la Finca Vigía continúan las obras de restauración. Se está construyendo un nuevo edificio climatizado en el que se albergarán los libros del escritor y las grabaciones originales.
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>"Desde hace años los académicos tratan de ver qué hay ahí, y por la situación política entre ambos países los cubanos se aferraron muy pronto a lo que tenían", dijo Phillips, quien ha negociado entre los cubanos y los estadounidenses para tener acceso a la colección de Hemingway. "Creo que es una colaboración extraordinaria y única entre los dos países".
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>McGovern, quien aboga por regularizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, ha calificado la colaboración por Hemingway como histórica.
</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-size: small;"><i>La biblioteca Kennedy tiene una gran colección de Hemingway con más de 100.000 páginas de escritos y 10.000 fotografías gracias a la intervención de Jacqueline Kennedy para albergarlos. Tras la muerte del escritor en 1961 el presidente John F. Kennedy ayudó a que la esposa del escritor, Mary Welsh Hemingway, regresara a Cuba para recuperar sus pertenencias, pero Mary sólo se pudo llevar lo que cupo en un bote. El resto lo quemó, por considerarlo demasiado íntimo, o lo dejó en la casa.
</i></span><br />
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<div style="text-align: center;">
— O —</div>
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<span style="font-size: small;">La academia americana parece no hacer el mínimo esfuerzo por documentarse, o por lo menos googlear (quizá algo muy poco académico, pero por lo menos efectivo), sobre Hemingway y sobre lo que dejó en San Francisco de Paula, La Habana, y hace afirmaciones sin un chequeo básico. A las señoras de la Fundación Finca Vigía y de la Biblioteca Kennedy solo les bastaría consultar dos libros de Norberto Fuentes, para darse cuenta de que están vendiendo (o comprando) chatarra. Especialmente por el hecho de que los documentos y manuscritos más relevantes e importantes que quedaron el sótano de Finca Vigía —y que ahora ofrecen digitalizados para evitar un engorroso viaje a La Habana para poder leerlos, todo por una gentileza (¿y unos cuantos dólares de por medio?) de los cubanos— ya fueron reproducidos en las páginas de <a href="http://www.amazon.com/Hemingway-Cuba-Norberto-Fuentes/dp/081840356X/ref=sr_1_sc_1?ie=UTF8&qid=1368126997&sr=8-1-spell&keywords=norbertofuentes+hemingway"><i>Hemingway en Cuba</i></a> en… 1984. Es decir, hace casi 30 años. Incluso la Biblioteca Kennedy entrega la imagen que encabeza esta nota sin lograr identificar a la mujer en primer plano. Ya en <a href="http://www.amazon.com/Ernest-Hemingway-Rediscovered-Norberto-Fuentes/dp/0764116460/ref=sr_1_sc_2?ie=UTF8&qid=1368126997&sr=8-2-spell&keywords=norbertofuentes+hemingway"><i>Ernest Hemingway: Rediscovered</i></a> —el segundo libro de Fuentes sobre el novelista americano— Norberto resolvió la incógnita: es una prima de Mary Welsh Hemingway, Bea, la esposa de Homer Guck. Ver también en este <a href="http://oyendopasarpajaros.blogspot.com/2008/12/la-mercanca-de-finca-viga.html">blog</a>.</span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivjO2Z4ynhHh2lMZk_Y4HiwjgWjf3esdjvQiI0KHUY_j0fL9fWzrk21-IRy8YPOft1HEV2CuJielnNfQHOP2ZCWftK3Qv3GVGSL3F_a8Jno_z0AuyRK8kgktwCIRgRyiynl7oZN-W-3msd/s1600/Hemingway+en+Cuba.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCn3sB-tjZcbP9PK4qHqUTP4bznuqV8GgiF3GesqYTz-2AynWHtWFFgffxislPI2PV3RP2_aPByWj-FFxeYbR3-TbnJz8B8za3tJ1SOd1ozDR8OamHV21JeP-rm9KZ2zOMoAzn5T8_FT6T/s1600/9780764116469.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCn3sB-tjZcbP9PK4qHqUTP4bznuqV8GgiF3GesqYTz-2AynWHtWFFgffxislPI2PV3RP2_aPByWj-FFxeYbR3-TbnJz8B8za3tJ1SOd1ozDR8OamHV21JeP-rm9KZ2zOMoAzn5T8_FT6T/s1600/9780764116469.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz3MhsA4nVRHHlpPG72ucCGjXAy8I8fk0PvLmquXKLDb7V1n5Ae21VurIAKLc2rQE_B1CUAwT4eAJKo818OcK-FmYfu_KHu5138UowsRjdpPDjPVc0_3y9KOPPg5NVy24L_4AM4RZ_tm4j/s1600/fidel+y+benedicto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz3MhsA4nVRHHlpPG72ucCGjXAy8I8fk0PvLmquXKLDb7V1n5Ae21VurIAKLc2rQE_B1CUAwT4eAJKo818OcK-FmYfu_KHu5138UowsRjdpPDjPVc0_3y9KOPPg5NVy24L_4AM4RZ_tm4j/s400/fidel+y+benedicto.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
El director de <i>L’Osservatore Romano</i>, Gian Maria Vian, afirmó que la decisión de Benedicto XVI de renunciar el 28 de febrero a su pontificado fue tomada tras el viaje, en marzo de 2012, a México y Cuba. En su paso por La Habana, el Papa recibió en la Nunciatura a un Fidel Castro ya retirado y con actitud piadosa (nadie ha podido afirmar si era solo apariencia o algo más). Dicen que el cansancio que experimentó en ese recorrido por tierras americanas lo convenció que no tenía las fuerzas suficientes para seguir conduciendo a la Iglesia Católica. Sin embargo, son demasiadas las coincidencias relacionadas con aquel periplo que surgen a la vista en lo que a razones e inspiraciones habría tenido Benedicto XVI para dar un paso al lado en el Vaticano.<br />
<br />
Sin ir más lejos, el último gobernante o jefe de Estado que cedió el poder absoluto con el que contaba fue Fidel Castro. Desde 2006 el líder máximo de la Revolución Cubana vive retirado de la vida pública en un régimen de semiclaustro en una zona del oeste de La Habana. Por cierto, un retiro desde donde periódicamente sigue dando señales de que si bien no tiene la fuerza y capacidad de antaño, sigue ahí. En la Cuba comunista, Fidel estableció casi desde el comienzo que su relevo natural y oficial era su hermano, Raúl Castro. Todos —incluido el mismo Fidel— consideraban que ese relevo debía venir con la muerte del Comandante en Jefe. Pero las circunstancias (llámese diverticulitis) hicieron que el traspaso se hiciera con Fidel en vida; una experiencia que resultó a todas luces (para moros y cristianos) beneficiosa y alejada de todo el traumatismo que implica la desaparición repentina y definitiva del máximo líder. Ya de eso hace más de seis años, desde que Raúl Castro tomó las riendas y que las ha llevado con un pragmatismo abismante.<br />
<br />
Históricamente los reinados de los papas concluyen con su muerte. Se trata de un cargo vitalicio. Pero Joseph Ratzinger decidió dejar vacante el sillón de San Pedro en vida pese a la tradición de 20 siglos. Una decisión revolucionaria, controvertida y con múltiples interpretaciones. A partir de marzo será sólo arzobispo emérito de Roma y se retirará a vivir primero en Castelgandolfo y luego al convento Mater Ecclesiae. Como en la enorme mayoría de los casos la elección de los papas se hace tras la muerte del predecesor, resulta imposible una presión de quien era hasta hace unos días jefe de la Iglesia. Pero en el actual escenario, y pese al anunciado retiro, no es imposible pensar que el entonces ex Papa (¿existe esa figura?) ejercerá alguna influencia y moverá sus fichas en el cónclave con tal de que su sucesor mantenga la línea trazada por él en sus siete años de papado y concluya las tareas emprendidas y que han quedado inconclusas. El propio hermano del Pontífice, Georg Ratzinger, citado por el diario <i>El País</i> de España, no se muerde la lengua al afirmar que Benedicto XVI “no ejercerá ningún tipo de influencia <i>indeseada</i>” en la elección del próximo Papa. De ser así, sería una hábil jugada para mantenerse en la partida por un tiempo, impedir que su camarilla tome el poder en su nombre en caso de que él esté demasiado enfermo, y evitar que un sucesor barra con lo sembrado y enrumbe por otro camino.<br />
<br />
Sólo Benedicto XVI sabe la impresión que le dejó y los pensamientos que se cruzaron por su mente ese 28 de marzo de 2012 al encontrarse con Fidel Castro, acompañado por su esposa y dos de sus hijos. Él, que había tenido todo el poder en sus manos, había pasado a retiro. Él había supervisado cada uno de los pasos dados en las semanas y meses de la transición. Todo comandado por el mejor, el más experimentado y más preparado de sus hombres: su hermano. Él, que había colgado la guerrera verde olivo, estaba dedicado a reflexionar y al reposo. ¿Por qué yo no?
Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-51188796024119631222012-10-22T08:24:00.000-07:002012-10-22T12:55:25.826-07:00El jardinero fiel<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7HSZCtSH7RQvAvYmnwln5GAPZqgIM8S10K-TsgIz_fhAif69oF8czX4KutlL2EX0zcpaOg7TtNhlMZYc1NqCxWiHxopP-HYqCvxYFrbpxDBmVS-BurzOsmJcNceamqp9rFbPdubw42KhN/s1600/JC.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7HSZCtSH7RQvAvYmnwln5GAPZqgIM8S10K-TsgIz_fhAif69oF8czX4KutlL2EX0zcpaOg7TtNhlMZYc1NqCxWiHxopP-HYqCvxYFrbpxDBmVS-BurzOsmJcNceamqp9rFbPdubw42KhN/s320/JC.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Julio César, después de una azarosa vida política, deja el poder<br />
y se retira a cuidar su plantas, en <i>Las 12 pruebas de Asterix</i>.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: left;">
</div>
Jubilado y retirado. No hay vuelta atrás. Sólo los insistentes rumores, que amenazaban con opacar las medidas anunciadas por el gobierno cubano como la reforma migratoria, deben haber obligado a Raúl Castro a sacar del silencio y de la sombra a su hermano mayor, y volver a ponerlo a la primera plana de <i>Granma</i>. Y Fidel lo hace con una buena cuota de ironía, hablando de él en tercera persona y burlándose de quienes dicen que está agonizando. Pero si para los 86 años que tiene y después de la enfermedad que pasó, está bastante bien. Eso sí, se le escapa un quejido al anunciar que ya no publicará más sus reflexiones. Claro, las últimas resultaban inentendibles por lo que Raúl pudo pasar la máquina. ¿Será la última vez que el comandante haga noticia en vida? Ya que está decidido a adentrarse en su retiro, habrá que respetar su voluntad. Así es que, a dejarlo tranquilo.Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-56322889874400141092012-08-05T20:22:00.001-07:002012-08-05T20:23:57.887-07:00Norberto Fuentes: "Ningún disidentees un peligro para el gobierno cubano"<b><span style="font-size: x-small;">Por Pedro Schwarze</span></b><br />
<span style="font-size: x-small;">Publicado en <i>La Tercera</i>, Santiago de Chile, el 2 de agosto de 2012</span><br />
<br />
La muerte del conocido disidente cubano Oswaldo Payá, el 22 de julio, provocó un debate en el exterior sobre si había sido un accidente o un crimen. Hasta ahora, los dos extranjeros que viajaban en el auto con Payá, un español y un sueco, avalan la versión oficial del accidente. El escritor cubano Norberto Fuentes, quien en los 80 se codeó con la cúpula del régimen isleño y vive en EE.UU. desde 1994, descarta la posibilidad de un crimen, y sostiene que en todo esto el gran ganador es el gobierno de La Habana.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioL4aMZY-ECCq8I0Xv0G9I7c3K3s69jYh0Dv6kBBzSiOdtkKVVA2QJmOR90etHVyoS_lp-XeTZS5MImSTJL0LhIzfw3qEND2f9nrMObEH1yw2ycVDXbge3xPKJH9_kuaEI_CoGMcEMzfrE/s1600/Power.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioL4aMZY-ECCq8I0Xv0G9I7c3K3s69jYh0Dv6kBBzSiOdtkKVVA2QJmOR90etHVyoS_lp-XeTZS5MImSTJL0LhIzfw3qEND2f9nrMObEH1yw2ycVDXbge3xPKJH9_kuaEI_CoGMcEMzfrE/s400/Power.jpg" width="302" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Los viejos buenos tiempos.</td></tr>
</tbody></table>
<b>¿En algún momento pensó que esto podría ser un asesinato?</b><br />
Nunca. Yo conozco ese aparato. Ese aparato mata sin problemas y donde sea. Pero ¿para qué asesinar a Payá y a Harold Cepero y dejar a los dos extranjeros vivos? Si hubiera sido planeado, ahí no sobrevivía nadie. El árbol entró hasta la mitad del auto donde estaba sentado Payá. Si lo venían persiguiendo, ¿por qué el auto no está golpeado por atrás?<br />
<br />
<b>¿El gobierno cubano tenía razones para matar a Oswaldo Payá?</b><br />
No. Estuvo vivo por muchos años. Si pones en peligro verdadero a la Revolución, duras lo que un merengue en la puerta de un colegio. La muestra de que ninguno de los actuales disidentes es un peligro verdadero es que están vivos. Quienes han puesto en peligro ese proceso están cinco metros bajo tierra.<br />
<br />
<b>Tras la muerte de Payá, ¿el gobierno cubano sale ganando?</b><br />
Por supuesto. En largo rato no saldrá nadie de España con dos dólares para Cuba. Se acabaron las operaciones políticas de ese tipo y esperemos el romance entre Cuba y el Partido Popular español (PP). ¿Para qué tenían que formar un lío con Payá ahora? ¿Cuál era el beneficio? Ahora la jugada esta cantada. Cuba tiene más leña para sus movidas internacionales y, cómo les gusta a ellos, todo el mundo pidiendo silencio y tratando de negociar por debajo de la mesa. El papel con tachuelas en la puerta de la Cancillería cubana dice: “Escuchamos ofertas”.<br />
<br />
<b>¿Pero el gobierno cubano tuvo que enfrentar una ofensiva exterior?</b><br />
Lo del accidente de Payá me recuerda el caso del U2 con Gary Power (el piloto estadounidense cuyo avión fue derribado mientras realizaba un vuelo espía sobre la URSS en 1960). Se mandaron a correr y cuando se cansaron, Nikita Krushev apareció con el piloto vivo. Los españoles se embarcaron en un principio en el canto de sirena del exilio cubano, y el problema es que el exilio cubano no es cauteloso, es oportunista. Subestima a gente tan experimentada. De hecho, el exilio ya está lidiando con la nueva generación en el poder; porque lo que tiene Raúl Castro alrededor son los muchachones del relevo.<br />
<br />
<b>¿Tendrá consecuencias el caso de Oswaldo Payá?</b><br />
El expediente Payá está cerrado. El PP tiene que bailar esa música y los suecos tienen que bailar esa música, todos tienen que bailar la música del gobierno cubano. Y el exilio cubano ha perdido a su inmejorable aliado, el PP. Eso, aparte de que ahora Cuba, con el español, tiene dos Alan Gross (norteamericano arrestado en Cuba, en 2009, y que podría ser usado en una negociación con Estados Unidos).<br />
<br />
__________________________________________________________________________________<br />
<br />
<span style="font-size: large;">Los “outtakes”</span><br />
<br />
El siguiente material es "el crudo” —para utilizar el lenguaje de los editores de grabaciones— de la entrevista, realizada vía telefónica por Pedro Schwarze (en Santiago de Chile) con Norberto Fuentes (en Coral Gables, Florida, EEUU), la tarde del miércoles 1 de agosto.
Empezamos…<br />
<br />
"Los españoles —del diario <i>ABC</i>, por ejemplo— se embarcaron con el canto de sirena del exilio cubano. El problema es que el exilio cubano no es cauteloso. Cuando se tiene a un enemigo tan experimentado, como el gobierno cubano, se está obligado a ser cauteloso, porque son gente de mucha experiencia, no solamente de la experiencia de ellos, sino la experiencia histórica".<br />
<br />
"En el exilio cubano no son cautelosos porque son oportunistas y creen que tienen la verdad. Entonces le confieren al gobierno cubano la habilidad suprema de provocar ese accidente —que desde ese punto de vista de su lógica parece perfecto, ejemplar, porque deja muertos a los dos cubanos disidentes y vivos a los extranjeros— y lo subestiman, porque dos minutos después, al denunciar que se trató de un asesinato, se quedan en el aire, porque no pueden concederle a ese mismo cerebro extraordinario que diseñó ese crimen la habilidad de la propaganda, de cómo manejar los asuntos después. Y se llega al extremo, como al que ha llegado el diario <i>El Nuevo Herald</i>, de llamar a las armas en sus columnas de opinión, lo cual es una vergüenza".<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkiIeMwHFZ7GT7PAmVZGa8bEvq8j5_YTPMK7If2aBAoTFXe2u3cY7MprS9Grii8sAMDeKuixD0ZKgCPk_reRPtVw23p9hxbn2qC4er8Laetq6abx909R-Ghf9wf5IOQvrnZOfrEHVVuXQi/s1600/Francis_Gary_Powers.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkiIeMwHFZ7GT7PAmVZGa8bEvq8j5_YTPMK7If2aBAoTFXe2u3cY7MprS9Grii8sAMDeKuixD0ZKgCPk_reRPtVw23p9hxbn2qC4er8Laetq6abx909R-Ghf9wf5IOQvrnZOfrEHVVuXQi/s400/Francis_Gary_Powers.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gary Francis Power en un aeródromo secreto de Pakistán.</td></tr>
</tbody></table>
"Ellos (el gobierno cubano) tienen toda la información. La tenían ahí. Saben de dónde vienes, cuándo vienes, quién eres. Todo lo saben. Desde Suecia. Desde Madrid. Pero además ya le buscaron sustituto a la noticia de Payá con la información del supuesto arresto del ayudante personal del hijo de Raúl Castro, por ser agente de la CIA. Ya hay un nuevo escándalo, todavía superior. Cuando tu coges un hombre de ese nivel —suponiendo que esta noticia sea cierta—, el cordel que les da es de pinga, si es que no lo reclutaste, que es lo más seguro que pasó, porque él sabe que eso, en lo que lo agarraron, es paredón. Nace entonces lo que se llama un 'juego operativo': lo llevan hasta donde ellos quieren. Es una nueva novela, Cuba no sale de la noticia. Toda la información que ese muchacho dio a la CIA es falsa. Es lo que ocurre <i>by the book</i> cuando tu detectas un agente CIA. Primero lo detectas y acto seguido lo reclutas. Eso también lo sabe la CIA, por supuesto. El problema es determinar cuando el enemigo comenzó a enviar información falsa. ¿Paredón? ¿Tan facilito? Oye, ahí fusilaron a Arnaldo Ochoa y a Antonio de la Guardia Font. Esa gente no cree en nadie".<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimKlzm4H8_UxiDayWiOELY9GIaTn29I2N7x05T3z3ijaYoxrR4jxEza8ZK-dtlrbFNPY8X0kJdM16gMKQTCmropIXL2kVLh2EX5bJvqxwsmccpjrgiEI1eVq7W4GJQOmYu78aQLavyt801/s1600/Paya.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimKlzm4H8_UxiDayWiOELY9GIaTn29I2N7x05T3z3ijaYoxrR4jxEza8ZK-dtlrbFNPY8X0kJdM16gMKQTCmropIXL2kVLh2EX5bJvqxwsmccpjrgiEI1eVq7W4GJQOmYu78aQLavyt801/s400/Paya.jpg" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Miami, el domingo 29 de julio de 2012.</td></tr>
</tbody></table>
"Lo más importante es que el exilio cubano ya está lidiando con la nueva generación en el poder, porque lo que tiene Raúl Castro alrededor son los muchachones de relevo, ya están lidiando con otro gobierno. Y aquí (Miami) siguen con el mismo viejo método, y cuando la gente no les hace caso arremeten contra todo el mundo. Han perdido a sus mejores aliados, ahora el PP, y lo único que está pidiendo el PP es: 'Caballero, veamos como resolvemos esto. Nosotros estamos haciendo lo que ustedes querían, pero ahora tenemos un españolito que está preso ahí, en Villa Marista'. Dicen que hasta Supermán si tu lo coges y lo metes allí, llora. No hace falta kriptonita. Nada más lo metes ahí".<br />
<br />
"Calculan mal. El gran problema del exilio cubano, y lo digo con un sentimiento de lástima y de pena, es la manera en que subestiman a gente tan experimentada. Que esos sí no subestiman a nadie, porque sabe Dios cuándo a algún contrarrevolucionario se le puede ocurrir algo inteligente. No puedes subestimar nunca a tu enemigo, a tu adversario. Te imaginas unos tipos que se fueron de Cuba —que no lograron ni cojones en Cuba, llegan aquí, se inventan una nueva vida, un nuevo pasado, y viven a base de mentiras—, y se muere Payá y un segundo después proclaman el asesinato, y por ahí se manda todo el mundo".<br />
<br />
"Aquí hay una manipulación de la información, descarada. El titular del <i>Herald</i> de hoy es que la viuda de Payá no va a aceptar ponerle una demanda al español, y adentro dice que la mujer dice que esto ha causado mucho dolor, que ella no quiere que otros pasen el dolor que ella está viviendo. Ni palabra que fue o no un accidente. En mi opinión, a esa señora ya la fueron a visitar, si no los cubanos, los mismos españoles, para que no siga más".<br />
<br />
"Con quien estaba enfrentado Payá últimamente era con el cardenal Jaime Ortega (por la actuación de Ortega en el último tiempo, en su relación con el gobierno cubano). Pero el cardenal aprendió la lección y encabezó el funeral de Payá".<br />
<br />
"Dios intervino y produjo ese accidente perfecto. Después sí actuó la Seguridad del Estado. Automáticamente que Dios puso su mano sobre esta casualidad, intervino la Seguridad del Estado. O sea la Seguridad del Estado cambió la orientación de su trabajo sobre estas personas. Porque Payá y los otros no iban para Santiago de Cuba sin que estuvieran controlados, sin que se supiera por lo menos. Ahí no se mueve nada que la Seguridad no lo sepa".<br />
<br />
"Para quien son un problema los disidentes es para el gobierno norteamericano. Lo que Washington no quiere es dispersión y descontrol. Desde el año 61 que no querían esos otros guerrilleros contrarrevolucionarios, porque 'todos estos son comunistas también'. No quieren esos grupos contrarrevolucionarios independientes. ¿Qué les hizo la CIA a los independientes, demócratas, católicos, o procedentes del 26 de Julio? Los abandonaron o incluso los metieron presos y estuvieron presos hasta después de Playa Girón. El gobierno norteamericano quiere hablar con el gobierno cubano, con un gobierno central, que tenga la situación bajo control, y que no dejen salir balseros. Washington está de acuerdo que todo sea poco a poco. No quieren líos en Cuba".<br />
<br />
"¿A quién le quiere hacer la gracia el exilio, a quién le pretenden vender esto de la rebelión y las acciones armadas y violentas que reclama <i>El Nuevo Herald</i>? Un combate al que ellos no van a ir. Y cuando hablo de exilio hablo de estas cabecitas locas y oportunistas. <i>El Nuevo Herald</i> se edita para una finca, una finca que hay aquí en el sur de la Florida. Un periódico escrito por peones de los dueños de la finca. Esa gente quiere insertarse en un contexto que les queda grande. Han convertido la muerte de Payá en una oportunidad de hacer el ridículo y de buscarse nuevos enemigos. Y ahora ¿para que llaman al combate? ¿Para poner en el poder a quién? ¿A Carlos Alberto Montaner, a Lincoln Díaz-Balart? ¡Por favor…!".<br />
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<b>¿Ha cambiado la mano hacia los disidentes, de Fidel a Raúl?</b><br />
"Fidel hace otras cosas. Mete 75 presos. Hace espectáculo. Raúl es otra forma. Es la moderación: 'Sí, habla ahí, escribe tus boberías, pero el día que te coja…'. Con Fidel era: 'Coño, metiste la pata, por culpa tuya se murieron 12 mil vacas, ¡¡¡descojónenlo!!!' Y a los dos años estás de embajador en Roma. Fidel era tan grande, tan magnífico, que era hasta buena gente. Le jodía bajarte el brazo y meterte un sopapo. Este otro, chiquitito, chinito: 'No, no, no. Esa pared es verde'. 'Pero, mire, Raúl'. 'Esa pared es verde. Y estas son las leyes'. Y, desde luego, la pared es verde. El quiere tener un país con leyes. El gran enemigo de Fidel Castro eran sus propias leyes y de ahí aquello que las leyes eran para los contrarrevolucionarios, mientras todos lo demás éramos un atado de criaturas enloquecidas, haciendo lo que nos saliera de los cojones, hasta que lo pusiéramos en peligro a él, o si no le convenía algo. Pero Raúl quiere tener un país con leyes, con municipios, con tribunales, con abogados. De algún modo es el triunfo del viejo Partido Socialista Popular. Por fin ganó. Claro, con una inyección de la enorme, extraordinaria sabiduría de Fidel Castro".Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3540778029989630130.post-70104668666596724422012-07-12T05:08:00.001-07:002012-07-12T09:43:11.648-07:00Norberto desclasifica<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidgKTW6N1p_Y998MHCn8npTjFug8Mwgq0SCKiEF1wa0e_LaJ5QEfoeYxP9lVDH8VAAW-DdS-3r9jclpa-HYmBulEiyFcangFcyK_NUsGFLAnbHmkgSqEn8amoy-GpCmwVEhmYuIxAGatzY/s1600/caso+padilla+fuentes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidgKTW6N1p_Y998MHCn8npTjFug8Mwgq0SCKiEF1wa0e_LaJ5QEfoeYxP9lVDH8VAAW-DdS-3r9jclpa-HYmBulEiyFcangFcyK_NUsGFLAnbHmkgSqEn8amoy-GpCmwVEhmYuIxAGatzY/s320/caso+padilla+fuentes.jpg" width="318" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Heberto Padilla y Norberto Fuentes junto a Nancy Pérez Crespo,<br />
en los primeros días de exilio del autor de <i>Hemingway en Cuba</i>.</td></tr>
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La caja de Pandora en que, 41 años después, sigue convertido el "caso Padilla" ha vuelto ha abrirse. Llamado así por el poeta cubano Heberto Padilla, marcó un hito de la tormentosa relación entre la Revolución Cubana y la cultura, donde las contradicciones, la cobardía y el oscurantismo parecían conjugarse.<br />
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La noche del martes 27 de abril de 1971, en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Padilla se presentó ante los allí reunidos y lanzó su ya famoso mea culpa. Se trataba de una escena armada y urdida, donde la mayoría de los presentes sabía el papel que debía jugar. El autor de <i>Fuera del juego</i> había estado desde el 20 de marzo detenido, acusado de actividades contrarrevolucionarias. Llegó hasta ahí y lanzó una perorata reconociendo su culpa por sus escritos críticos de la realidad cubana. Sin embargo, en su camino fue embadurnando a otros creadores como la poetisa Belkis Cuza Malé -su esposa-, Pablo Armando Fernández, César López y José Yañez.<br />
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Las noticias de la autocrítica de Padilla llegaron más allá de las fronteras y estallaron en escándalo y confusión, y un nutrido grupo de 62 escritores y artistas aprovechó el momento para acusar al gobierno cubano de haber llevado adelante una práctica estalinista contra los intelectuales, y para romper definitivamente con la Revolución Cubana. Si bien Padilla nunca volvió a ser el mismo y su estrella se fue apagando (murió en Alabama, el 24 de septiembre de 2000), su caso sigue siendo objeto de discusión y controversia.<br />
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El viernes pasado, 6 de julio, empujado por diversos factores, el escritor Norberto Fuentes hizo pública por primera vez la transcripción oficial y completa de esa noche, no la versión diezmada que entonces salió al mundo. El propio Fuentes fue uno de los implicados por Padilla y uno de los protagonistas de esa noche. Pero el autor de <i>Condenados de Condado</i> y que desde 1968 había vivido como un escritor proscrito precisamente por ese libro de cuentos, no era de aquellos que tenía un libreto bien aprendido. No. Fue el único que rechazó las acusaciones de Padilla y se proclamó revolucionario contra viento y marea. En opinión de algunos de sus amigos que recién vienen a conocer esos detalles, Norberto se lanzó en una actitud casi suicida contra el entramado edificado ahí, donde recibió ataques de colegas, autoridades, funcionarios y de la Seguridad del Estado.<br />
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Sin mayores comentarios Norberto Fuentes desclasificó en su <a href="http://libretadenorberto.blogspot.com/2012/07/el-caso-padilla.html">blog</a> y en su <a href="http://www.norbertofuentes.net/2012/07/09/el-caso-padilla/">sitio web</a> este documento esencial de lo que bien podría pasar a llamarse el "caso Padilla-Fuentes". El escritor uruguayo Angel Rama escribió en <i>Literatura y clase social</i> que si hay un "caso Padilla" "con igual razón habría que hablar de un caso estrictamente paralelo, el 'caso Fuentes' (...). Es explicable también, a la inversa, el silencio sobre el 'caso Fuentes': no era utilizable por la Guerra Fría porque él se declaraba revolucionario".Pedro Schwarzehttp://www.blogger.com/profile/04716248379309828294noreply@blogger.com