Casi 5.000 maestros jubilados volvieron a las escuelas en el marco de la campaña de Raúl Castro que busca copar las vacantes dejadas por los profesores que dejaron a este sector, considerado estratégicos para gobierno, para dedicarse a otras actividades. El Presidente cubano firmó en julio el decreto con el que pidió a los docentes jubilados regresar voluntariamente a las aulas y autorizó que reciban sus sueldos completos además de la pensión que les corresponde. La normativa estará vigente sólo hasta diciembre, cuando se aprobará una nueva ley que extenderá la edad de la jubilación de 60 a 65 años en los hombres y de 55 a 60 en las mujeres. "Muchos docentes formados en los años 90 se alejaron de las escuelas y se encauzaron laboralmente en otros sectores -como el turismo- donde los sueldos son mejores o existen estímulos en pesos convertibles, una divisa equiparable al dólar", destacó un informe de la agencia The Associated Press.
La educación es totalmente pública y gratuita en Cuba. El Estado entrega los libros, cuadernos, lápices y hasta los uniformes. Las reglas disponen que las aulas no tengan más de 20 alumnos en la educación primaria, lo cual exige un importante número de profesores. Para Cuba es prioritario mantener sus buenos indicadores en educación, un sector exhibido como ejemplo de los logros de la Revolución de 1959, tras la cual se desató una campaña de alfabetización tan intensa y masiva que actualmente todos los isleños saben leer y escribir y asisten a las escuelas.
