miércoles, 24 de noviembre de 2010

Dos islas bajo amenaza

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se vio obligado a llamar a una importante aliada en el Congreso estadounidense y explicarle por qué elogió hace poco a Fidel Castro. Netanyahu se refirió en buenos términos a Castro luego de que éste -en una entrevista con The Atlantic- criticó al Presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, por negar el Holocausto, y dijo que Israel tiene derecho a existir como Estado judío. El primer ministro declaró entonces que las palabras de Castro mostraban "un profundo conocimiento de la historia del pueblo judío y del Estado judío". El Presidente israelí, Simón Peres, incluso le envió a Castro una carta de agradecimiento por sus comentarios (ver aquí) y donde explicó que tanto Israel como Cuba son, de alguna manera, islas marcadas y aisladas por vecinos hostiles.

Pero el elogio de Netanyahu molestó a la representante cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, quien desde enero encabezará el influyente Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara. La oficina de Netanyahu dijo que "en respuesta a algunas preguntas", éste llamó a la congresista de Florida para decirle que sus elogios se habían limitado a las declaraciones de Castro sobre Israel y el Holocausto.

Lo cierto es que las diferencias entre Israel y Cuba desde la década de 1960 han estado marcadas por la lógica de la Guerra Fría y las alianzas (o por los enemigos) regionales de cada uno, por lo que los comentarios de uno y otro lado bien podrían abrir la puerta a mejorar sus contactos. Ambos países no tienen relaciones diplomáticas desde 1973, cuando Fidel Castro anunció la ruptura de los vínculos, en una conferencia en Argel, como muestra de solidaridad con el pueblo palestino y con su líder Yasser Arafat.

Sin embargo, la simpatía que expresa Fidel por los judíos bien podría estar anclada en su niñez. En vista de que sus padres no estaban casados, y que él y su hermano aún no habían sido bautizados, durante parte de su asistencia a los colegios católicos de Santiago de Cuba, los Castro fueron llamados "judíos".