miércoles, 28 de abril de 2010

¿Por dónde empezar?

Los cubanos podrán construir y arreglar sus viviendas de forma legal, como una forma de combatir el déficit habitacional que sufre la isla. Ello siempre que se cuente con los recursos y los materiales para hacerlo. Un nuevo proceso de otorgamiento de licencias de construcción "por esfuerzo propio", aprobado el 17 de febrero, permitirá que "muchas construcciones que no tenían solución ahora puedan encauzar su camino", declaró a Radio Rebelde el director de arquitectura del Instituto Nacional de la Vivienda, Roberto Vázquez, según un despacho de la agencia Ansa.

La normativa otorga licencias de construcción a los propietarios de terrenos o de azoteas y permisos para la realización de obras que estén "amparadas por un proyecto" y "no comprometan la estabilidad del edificio", dijo Vázquez. Hasta ahora era casi imposible obtener los permisos para hacer arreglos o ampliaciones. Además, se permitirá que locales en usufructo como garajes o tiendas se conviertan en "viviendas apropiadas".

Se calcula que en Cuba, con una población de 11,2 millones de personas, hay un déficit de 600.000 viviendas, en parte a causa de los tres huracanes que golpearon al país en 2008, provocando pérdidas por 10.000 millones de dólares. Con el objetivo de paliar este déficit, Raúl Castro anunció en enero de 2009 la autorización de construir casas a los cubanos a partir de sus esfuerzos y recursos.

lunes, 26 de abril de 2010

El yerno, el suegro, los hijos y el nieto

Siempre a la sombra de Fidel y Raúl, hay otro miembro del clan Castro que ha ido acumulando un enorme poder y consolidando en los últimos años una posición estratégica en el seno del régimen cubano. Se trata del Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, casado con una de las hijas del actual gobernante de la isla y quien desde principios de 2008 está al frente del importante holding de empresas controladas por las Fuerzas Armadas cubanas, clave en la economía como abastecedora de productos y generadora de divisas.

Rodríguez es hijo del general (R) Guillermo Rodríguez del Pozo, conocido como Gallo Ronco, quien fuera presidente del Centro de Estudios de la Información de la Defensa, y que en sus años de juventud fue compañero de Fidel Castro en la Universidad de La Habana aunque después siguió la carrera militar tras los pasos de Raúl Castro. El yerno de Raúl Castro también es oficial de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), graduado universitario en Moscú, en Economía y Finanzas, y todas las fuentes consultadas aseguraron que es una de las personas en las que más confía al actual Presidente de los consejos de Estado y de ministros de Cuba.

Tiene alrededor de 50 años y ostentaría el grado de coronel. Durante años fue el número dos, como director general, del Grupo de Administración Empresarial (Gaesa), detrás del general Julio Casas Regueiro. Pero con el nombramiento de Casas como ministro de Defensa, en febrero de 2008, en reemplazo del propio Raúl Castro, el yerno pasó a la primera línea de ese holding. Gaesa -según algunos reportes- concentra la administración de más de 300 empresas (como Almacenes Universales, TRD Caribe, Gaviota S.A., Antex S.A., Sermar S.A., Aerogaviota, etc.) que generan casi el 90% de las exportaciones, el 60% de los ingresos turísticos, casi el 25% de los ingresos por servicios, 60% de los ingresos en divisas y más del 65% de todo el comercio minorista en moneda cubana convertible. Da empleo a 20% de los trabajadores estatales. Tiene oficinas en lugares como en Panamá, Angola, Sudáfrica, Ginebra y Chipre.

Durante años Luis Alberto Rodríguez ha tenido sus oficinas en el edificio del Ministerio de Defensa, o Minfar, en la sección V, sobre actividades económicas, financieras y contables de las FAR, muy cerca del despacho que tuvo allí por más de cuatro décadas su suegro. El yerno, además, "ha estado muy vinculado a los servicios de contrainteligencia, porque siempre ha sido muy cercano del actual viceministro del Ministro del Interior y ex jefe de la Contrainteligencia Militar, el general Carlos Fernández Gondín", aseguró Alcibíades Hidalgo, ex jefe del despacho político de Raúl Castro.

Es un hecho conocido que Raúl Castro, a diferencia de su hermano Fidel, ha demostrado una gran preocupación por los lazos familiares. Ello al punto que siempre se ha mostrado deferente con su ex cuñada Mirta Díaz-Balart en sus viajes a Cuba para ver a su hijo, Fidel. Y eso mismo se ha visto en su estrecha cercanía con Rodríguez. No por nada es el marido de su hija mayor, Deborah, y el padre de quien fue su primer nieto varón. Los Rodríguez-Castro tienen dos hijos, que llevan los nombres de sus dos abuelos maternos, Raúl y Vilma (por Vilma Espín, fallecida en 2007 y durante décadas el rostro femenino de la Revolución Cubana).

Y esta diferencia se ha notado en el hecho de que el actual gobernante ha puesto a sus familiares en posiciones, al menos, destacadas. Algo que nunca quiso Fidel Castro, ya que desechó la figura de la primera dama, mantuvo ocultos a los hijos que tuvo con Dalia Soto del Valle, e incluso no tuvo problemas para destituir en 1992 a su hijo, Fidel Castro Díaz-Balart, como presidente de la Comisión de Energía Nuclear de Cuba.

La primera que comenzó a brillar en el nuevo escenario de la isla fue otra de las tres hijas de Raúl, Mariela. La mujer, quien fue esposa del frentista Juan Maco Gutiérrez Fischmann, El Chele, encabeza el Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, y como tal ha liderado públicamente un debate para luchar contra la discriminación de las minorías sexuales. Además, en al menos una ocasión, actuó jugando el rol del primera dama. El único hijo varón de Raúl Castro, Alejandro, coronel del Minint, ha comenzado también a aparecer con mayor frecuencia, ya sea como asesor de su padre, en Cuba y en extranjero, o lanzando un libro de su autoría.

Pero quien ha logrado la mayor exposición pública es Raúl Rodríguez Castro, el hijo de Luis Alberto Rodríguez y nieto de Raúl Castro. El joven, conocido en su circulo familiar como El Cangrejo, aparece en las imágenes siempre junto a su abuelo, cumpliendo funciones de asistente y hombre a cargo de su seguridad.

El cangrejo y las mieles

Por Alcibíades Hidalgo
Ex jefe del despacho político de Raúl Castro
Publicado en La Tercera


Confieso que me resulta difícil identificar al joven escolta que acompaña incesantemente al menor de los Castro y vigila su entorno con ceño fruncido con el simpático chiquillo que a mediados de los años 80 convirtió en abuelos al matrimonio de Raúl Castro y Vilma Espín. Como si faltaran estrellas entre sus ancestros, Raúl Guillermo Rodriguez Castro, hijo de Deborah, la primogénita de una prole de tres hembras y un último varón, es además nieto de generales por partida doble. Su abuelo paterno, Guillermo Rodríguez del Pozo más conocido como Gallo ronco por la aspereza de su voz- acompañó las andanzas de los hermanos Castro desde la Universidad de La Habana hasta la Sierra Maestra y luego medio siglo más hasta alcanzar el máximo grado militar en las filas revolucionarias.

Nada hacía suponer que el primer nieto de semejante linaje terminaría guardando públicamente las espaldas de su abuelo más importante, el mismo, por cierto, que desde su nacimiento lo apodó El Cangrejo, por la presencia de un sexto dedo en una de sus manitas. En sus cumpleaños infantiles no faltaron regalos como el caballito enano que el Comandante de la Revolución Guillermo García descontó de sus establos para la exportación y le llevó personalmente para regocijo del pequeño. El futuro quizás esclarezca que hacía allí, de escolta, ocupando el lugar del siempre fiel coronel Fonseca.

El padre de aquel niño, Luís Alberto Rodríguez López-Callejas, se inició recién llegado a la familia, en los complicados y secretos manejos de las corporaciones auspiciadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias y su nombre, y su grado de coronel obtenido en económicas batallas, es citado ya con propiedad entre los hombres más poderosos del último tramo del castrismo. Y es que si alguna novedad hay en el gobierno de Raúl Castro es la aparición de varios de sus familiares directos, acercándose curiosamente a primeros planos de la vida nacional vedados durante décadas. Además del nieto y el yerno, otro coronel Castro, esta vez en uniforme del Ministerio del Interior aparece ocasionalmente junto a su padre en las fotos de las visitas al predio original de la familia en Galicia, las pirámides de Egipto o las reuniones cruciales en el Palacio de la Revolución. Alejandro Castro Espín, un ingeniero del que no se conocían aspiraciones políticas parece buscar también ahora su lugar en la historia.

Más notoria y desinhibida es Mariela, la segunda hija, autorizada por herencia materna a hablar de igualdad de género o cambios de sexo en un país inmutable por decreto. Protectora de homosexuales si prefieren el partido único, y siempre lista a defender la obra en Barcelona o París. Son, simplemente, las mieles del poder a la cubana, las mismas que Fidel Castro desautorizó a Carlos Lage y Felipe Pérez Roque por hijos ilegítimos de una revolución con apellidos.

jueves, 22 de abril de 2010

¿Viejo yo?


En la visita a Venezuela de esta semana, el Presidente cubano Raúl Castro, dio una señal de que no piensa, por ahora, hacerse a un lado. Apareció, muy sonriente y junto a Hugo Chávez, sin los anteojos a los que nos tenía acostumbrados durante décadas. Un gesto para enviar el posible mensaje: "Pese a que voy camino a los 79 años, no pienso delegar el poder como lo hizo mi hermano a esa edad. Ya estoy instalado y todo el aparato asumió ese cambio".

viernes, 16 de abril de 2010

Fallece Carlos Franqui

Hace casi 20 años el cubano Carlos Franqui decidió regresar a una isla del Caribe para pasar sus últimos años de vida. Así cambió Italia, país en el que se había instalado en 1967, por Puerto Rico, lugar donde lo encontró la muerte este viernes. Tenía 89 años, una importante obra como periodista, escritor y crítico de arte, y un rol destacado en los años fundacionales de la Revolución Cubana.

Entre sus libros más importantes están El libro de los doce (1968), Diario de la Revolución Cubana (1976), Retrato de familia con Fidel (1981), Vida, aventuras y desastres de un hombre llamado Castro (1988), Camilo Cienfuegos (2001) y Cuba, la revolución: ¿mito o realidad? (2006). Muchos de ellos son lectura obligada para los estudiosos del proceso cubano.

Había nacido en 1921 en Clavenillas, en el centro de Cuba, en un ingenio azucarero, en el seno de una familia campesina. Siendo muy joven ganó una beca para estudiar en La Habana, donde se empaparía de las ideas de izquierda. Incluso por algunos años militaría en el Partido Socialista Popular (PSP). En los años siguientes establecería amistad con personajes como Guillermo Cabrera Infante y con Wilfredo Lam.

Tras el golpe de Estado de Fulgencio Batista de 1952, fue perseguido, detenido y torturado. Salió al exilio, primero a México, después a Tampa y luego a Miami. Regresó clandestinamente a la isla, donde se sumó a la guerrilla de Fidel Castro en la Sierra Maestra. Ahí le correspondió dirigir Radio Rebelde y el diario Revolución.

Con el triunfo revolucionario de 1959 fue nombrado director de Revolución, ya convertido en el periódico oficial. Más adelante fundó con Guillermo Cabrera Infante el suplemento cultural Lunes de Revolución. Fue el gran gestor de la visita de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir a Cuba. En 1963 dejó la dirección del diario –que dos años después, con la fusión con el diario Noticias de Hoy, pasaría a llamarse Granma- y se dedicó a los quehaceres culturales, aunque con un pie instalado en Europa. En 1967 llevó a Cuba que el Salón de Mayo de París, en el que había obras de Picasso, Max Ernst, Monory, Matta, Masson y Calder.

Fue tras el Salón de Mayo que salió de la isla definitivamente y se instaló en Italia, pero su ruptura oficial con la revolución se produjo cuñado firmó una carta en rechazo a la invasión soviética a Checoslovaquia, en 1968.

Su exilio no fue fácil, ya que mientras La Habana lo calificaba de traidor, parte de la diáspora cubana lo veía con desconfianza en los primeros años de la revolución. De todas formas realizó importantes libros de arte al colaborar con Tapies, Calder y Miró, entre otros. En 1991, con su salud delicada, se marchó a Puerto Rico donde siguió escribiendo y en 1996 fundo la revista Carta de Cuba donde se publicaban trabajos realizados en la isla de escritores y periodistas independientes.

Ya es oficial

En su edición de este viernes, el diario oficial cubano Granma publica una "nota oficial" en la que se informa por primera vez en un medio de la isla de la investigación que se sigue en contra del chileno Max Marambio. Ello tras la muerte, el martes, de Roberto Baudrand, gerente chileno de la empresa Río Zaza cuyos propietarios son (o eran) Marambio y el Estado cubano. "En la Empresa Mixta Alimentos Río Zaza están en curso una verificación fiscal, una auditoría y otras investigaciones de los órganos competentes, para esclarecer la presunta comisión de irregularidades y violaciones de las leyes vigentes en las que están implicados un grupo de directivos chilenos que abandonaron el país o no se presentaron al inicio del proceso. El señor Baudrand Valdés había permanecido en territorio cubano y se le solicitó no salir del país hasta que no concluyeran las investigaciones en curso", dice el comunicado.

miércoles, 14 de abril de 2010

Muere gerente de empresa de Marambio

El diario La Tercera destacó en su edición de este miércoles la muerte en Cuba del chileno Roberto Baudrand Valdés, de 59 años, quien se desempeñaba como gerente general de la empresa alimenticia Río Zaza, cuyos propietarios son el también chileno Max Marambio y el Estado cubano. El periódico dijo que el cuerpo de Baudrand fue encontrado sin vida en su departamento de La Habana, por lo que se barajaba la tesis del suicidio. El ingeniero chileno se encontraría impedido de salir de la isla, ello después de haber sido interrogado en al menos dos ocasiones por la Fiscalía General de Cuba. Todo esto en el marco de la investigación que se está llevando en el país caribeño en contra de Marambio, durante años un amigo muy estrecho de Fidel Castro.

domingo, 4 de abril de 2010

Todo comenzó el 15 de diciembre

Parece que el antiguo candidato presidencial chileno está ahora dedicado a ser vocero de su antiguo financista y generalísimo de campaña. En entrevista con el diario La Tercera, Marco Enríquez-Ominami se refirió a los problemas que está enfrentando Max Marambio en Cuba. Ambos formaron una dupla política el año pasado con motivo de las elecciones de diciembre pasado que finalmente gano Sebastián Piñera. Marambio fungió entonces como jefe de campaña del hijo del fallecido hijo del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez. A continuación un extracto de la entrevista:

Max Marambio tiene lazos históricos con Cuba. ¿Es efectivo que la adhesión de él a su candidatura no fueron del agrado del régimen? Cuando Max aceptó coordinar el área política de mi campaña presidencial, fue claro en advertirnos que su incorporación podía no ser bien vista en la isla, así como en Chile. Y asímismo fue, puesto que nuestro programa político es un proyecto diametralmente distinto al que promovía la izquierda conservadora en Chile, así como discrepante con la visión de altos funcionarios de la burocracia partidaria actual cubana, los que en general son muy conservadores en aceptar otros caminos políticos de los que promueven sus socios en Chile. Por lo demás, Max fue uno de los que junto a mí conceptualizamos la opción progresista en oposición a los conservadores de derecha e izquierda.

Se ha informado que Marambio ha tenido problemas con sus empresas en Cuba, ¿Cuál es su impresión?
Cuando fuimos en la delegación presidencial de la ex Presidenta Bachelet en el viaje del año pasado a Cuba, se organizó un seminario empresarial con la delegación chilena y las autoridades cubanas, y en ese encuentro presentaron a las empresas de Max como el paradigma de las mejores empresas de inversión extranjera. Pocos meses después, empezó un proceso de "corralito", donde por razones aparentemente de falta de liquidez, el gobierno cubano no permitía las transferencias a las empresas para que pudieran pagar a sus proveedores externos. Por supuesto que ello ocasionó un deterioro de las relaciones por las razones antes dichas. Casualmente, el 14 de diciembre pasado, al día siguiente de terminada nuestra participación en la elección presidencial, empezó allí un proceso de acoso y derribo contra las empresas de Max. Todo lo anterior se da en un contexto de una situación muy difícil y compleja hoy día en Cuba, que abarca, además, a todos los empresarios extranjeros, tanto canadienses como españoles y chilenos.

¿Qué le parece el que Marambio pase por esa situación, considerando sus fuertes lazos con Fidel Castro?
No tiene nada que ver. Fidel Castro está retirado y la relación de Max con él es personal y afectiva.

La entrevista completa aquí.