La normativa otorga licencias de construcción a los propietarios de terrenos o de azoteas y permisos para la realización de obras que estén "amparadas por un proyecto" y "no comprometan la estabilidad del edificio", dijo Vázquez. Hasta ahora era casi imposible obtener los permisos para hacer arreglos o ampliaciones. Además, se permitirá que locales en usufructo como garajes o tiendas se conviertan en "viviendas apropiadas".
Se calcula que en Cuba, con una población de 11,2 millones de personas, hay un déficit de 600.000 viviendas, en parte a causa de los tres huracanes que golpearon al país en 2008, provocando pérdidas por 10.000 millones de dólares. Con el objetivo de paliar este déficit, Raúl Castro anunció en enero de 2009 la autorización de construir casas a los cubanos a partir de sus esfuerzos y recursos.