martes, 12 de mayo de 2009

A dos bandas

La irrupción en las últimas encuestas presidenciales chilenas de Marco Enríquez-Ominami, pone al gobierno cubano ante una disyuntiva. Entre decantarse por el candidato que apoya el Partido Comunista de Chile, el socialista Jorge Arrate, o hacerlo por el hijo de Miguel Enríquez, el líder y fundador del MIR. Arrate, recientemente descolgado del PS, ex ministro y ex embajador, es uno de los principales impulsores de la "renovación" del socialismo chileno. Ya logró el apoyo de comunistas y humanistas, pero su candidatura no consigue despertar en las encuestas. Por el contrario, Enríquez-Ominami (usa esos dos apellidos porque es hijo biológico de Miguel Enríquez e hijo adoptivo del senador Carlos Ominami), cineasta y diputado por el PS, apenas anunció su carrera presidencial, comenzó a sumar apoyos y ya marca 10% en los sondeos, detrás de los favoritos Piñera (derecha) y Frei (DC y candidato oficialista). Y cuenta con la simpatía -y más que eso- del ex jefe de la escolta de Allende y amigo de Fidel Castro, Max Marambio. Así la cosa, ninguno es un izquierdista ortodoxo, pero ambos tienen razones como para sentir la venia habanera. Lo más probable es que, como suele hacerlo, Cuba apoye a los dos, sin calentarse demasiado la cabeza.