Hasta junio los cubanos obtenían 30 onzas (850 gramos) de estos guisantes básicos en su dieta alimenticia, pero a partir de ahora la ración será de 20 onzas (566 gramos), 10 de chícharos y 10 de frijoles colorados. La cuota de sal, antes de un kilogramo por trimestre, será reducida a la mitad. Hasta ahora no se ha anunciado el recorte de más productos de la libreta de razonamiento ni si la disminución de la cuotas de granos es temporal o permanente.
Cuba gasta más de 2.000 millones de dólares en el exterior para comprar alimentos, especialmente arroz, porotos y pollo para entregar en la canasta básica de sus población. La cifra se ha incrementado desde el año pasado debido al alza de los precios internacionales de los alimentos.
Creada en 1962 para distribuir equitativamente los alimentos, la cartilla de abastecimiento o "la libreta", como la denominan los cubanos, contempla la venta subsidiada de arroz, café, huevos, aceite de cocina, pollo o pescado o picadillo, entre otros. Además está ahí pasta de dientes, jabón y otros productos de aseo.
Cuba se encuentra también en medio de una fuerte campaña para reducir el gasto energético del país -cuyo sobre consumo fue del 3% en este primer cuatrimestre del año- y de un reordenamiento de la agricultura.