miércoles, 28 de octubre de 2009

A la pregunta de Fidel, sólo asintió

La imagen de Camilo Cienfuegos viene a hacer justicia, al poner a un cubano en la Plaza de la Revolución y, como dije, a quitarle protagonismo al argentino Guevara. Ello aunque las dos esculturas metálicas estén observadas por la estatua de otro cubano: José Martí.

La leyenda que acompaña la figura de Camilo-”vas bien Fidel”- en rigor histórico, nunca la dijo el guerrillero de la barba larga, del sombrero alón y de la sonrisa simpática y jodedora. Tras la pregunta de Fidel de “¿voy bien, Camilo?”, Cienfuegos sólo asintió, Una respuesta que bien podría interpretarse como se hizo ahora en este retrato gigante.

El hecho de que 50 años de su desaparición-muerte ocupe ese sital en la plaza se debería a la gestión del comandante, ministro y vicepresidente Ramiro Valdés, enfocado en los aspectos simbólicos, mientras Raúl Castro se dedica a los negocios y a mantener en pie al país. De hecho, pese a que formó parte de la columna guerrillera de Guevara, Valdés le hace este merecido gesto a Camilo, con quien tuvo una estrecha amistad en esos años de lucha.