jueves, 24 de julio de 2008
Cállate, aunque no hayas dicho nada
Fidel Castro, en su reflexión con fecha de ayer, hace uso de la ironía para opinar brevemente de un tema que huele a Guerra Fría. Destaca que “Raúl hizo muy bien en guardar silencio digno sobre las declaraciones publicadas el pasado lunes 21 de julio por Izvestia, relacionadas con la eventual instalación de bases para los bombarderos estratégicos rusos en nuestro país”. Un comentario oblicuo dirigido a su hermano, quien no acostumbra emitir muchas opiniones públicas y menos referirse a versiones de prensa, y que -por si se le ocurriera hablar del tema- le pone un tapa bocas a priori. Además es la forma para justificar su comentario en el que denuncia la política exterior norteamericana. “Si dices que sí, te mato. Si dices que no, es igual, de todas formas te mato. Es la estrategia de Maquiavelo, que el imperio aplica a Cuba. No hay que darle explicaciones, ni pedir excusas o perdón. Lo que hace falta son nervios de acero en estos tiempos de genocidio, y Cuba los tiene”, escribió Castro.