miércoles, 17 de septiembre de 2008
A acostumbrarse al nombre Sechin
Por segunda vez en menos de dos meses llegó esta semana a Cuba el viceprimer ministro ruso, Igor Ivanovich Sechin, muestra palpable de que el acercamiento Moscú-La Habana camina a pasos acelerados. Y en este nuevo viaje, Sechin aprovechó para hacer una escala en Venezuela que también vive un romance con el Kremlin. Sechin no es un simple funcionario ruso. Sus vínculos con los cubanos son evidentes desde los años 80. En ese tiempo operó bajo la fachada de intérprete de los diplomáticos soviéticos en Mozambique y Angola. Aunque, según algunas versiones, habría sido el agente residente del KGB en esos países africanos, en el mismo período en que allí había una fuerte presencia militar cubana. Tras el fin de la URSS, Sechin trabajó estrechamente con Vladimir Putin en la alcaldía de San Petersburgo y llegó al Kremlin de la mano del sucesor de Boris Yeltsin en la Presidencia rusa. En mayo pasado, con la asunción de Dimitri Medvedev fue nombrado viceprimer ministro.