jueves, 29 de enero de 2009

Una jornada para la nostalgia

El Presidente ruso, Dimitri Medvedev, llevó este jueves a su contraparte cubana, Raúl Castro, a un centro vacacional del gobierno ruso situado al norte de Moscú, para mantener conversaciones informales. Se trata de una residencia en Zavidovo, utilizada en el pasado por los líderes soviéticos. Allí Medvedev ayudó a Castro a cubrirse con un abrigo en torno a sus hombros, cuando salió de un auto. Ambos intercambiaron cortesías antes de emprender una caminata por los helados bosques y compartir luego una cena especial. El ruso dijo que ya habría tiempo de hablar sobre temas serios, pero que también había tiempo para las reminiscencias. Medvedev explicó que Castro, de 77 años, y su hermano Fidel ya estuvieron en ese lugar hace 40 años. Raúl Castro, a su vez, recordó haber comido "salo", grasa de cerdo cocinada, en el bosque. "Por supuesto, comeremos salo con pan negro, y hablaremos sobre todo aquello que nos interesa", dijo Medvedev. "También tengo una película sobre la estada aquí del comandante Fidel Castro, y hay además algunas fotos interesantes". "Claro, en esa época yo era más joven", comentó Castro. Junto con salo, el menú incluyó carne de venado asada y vodka. "Realmente extrañaba el bosque ruso", dijo Raúl.

Poco después ambos presidentes hablaron sobre la posible concesión de un crédito por US$ 20 millones. Además, las partes firmaron 15 documentos, entre otros, para las áreas de cultura, turismo y comunicaciones. Moscú aseguró a La Habana que hará una donación de 25.000 toneladas de distintos cereales y granos para la población. Según medios rusos, el Kremlin también prevé crear un consorcio energético que apoye a la compañía energética estatal de Cuba, Cupet, en la explotación de sus reservas de petróleo. Asimismo, la futura colaboración incluye la extracción y el procesamiento de níquel y cooperación en el área de transportes, para lo que Rusia proveerá aeronaves, autos y otros vehículos.