"Los destituidos fueron acusados de deslealtad, abuso de poder, de cometer indiscreciones graves -(el ex vicepresidente Carlos) Lage reveló a Conrado (Hernández) la elección de (el actual vicepresidente primero, José Ramón) Machado Ventura antes de que fuese oficial- y de albergar ambiciones políticas. Nada de corrupción ni conspiración, por ello ninguno fue detenido ni expulsado del Partido Comunista. (El ex canciller, Felipe) Pérez Roque y (el ex vicepresidente del Consejo de Ministros, Otto) Rivero trabajan en la actualidad como ingenieros electrónicos en dos fábricas de La Habana. (El ex secretario de Fidel Castro, Carlos) Valenciaga está en los archivos de la Biblioteca Nacional, y Lage, al parecer, sigue aún en su casa, con el estatus conocido en Cuba como plan pijama, sin nada que hacer".
lunes, 13 de julio de 2009
Ni corrupción ni conspiración
En su más reciente reportaje sobre las destituciones de marzo en el gobierno cubano, el corresponsal del diario El País en La Habana, Mauricio Vicent, da a conocer nuevos detalles de lo que fue esa purga. Y quedaría claro que obtuvo esas informaciones de fuentes muy oficiales, especialmente en el siguiente párrafo, que buscaría dejar zanjada la situación de los "tronados". Del único sobre quien no hecha luces, si no más bien sombras, es Conrado Hernández, el ahora ex jefe de la oficina comercial del gobierno vasco en La Habana.