Pero el elogio de Netanyahu molestó a la representante cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, quien desde enero encabezará el influyente Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara. La oficina de Netanyahu dijo que "en respuesta a algunas preguntas", éste llamó a la congresista de Florida para decirle que sus elogios se habían limitado a las declaraciones de Castro sobre Israel y el Holocausto.
Lo cierto es que las diferencias entre Israel y Cuba desde la década de 1960 han estado marcadas por la lógica de la Guerra Fría y las alianzas (o por los enemigos) regionales de cada uno, por lo que los comentarios de uno y otro lado bien podrían abrir la puerta a mejorar sus contactos. Ambos países no tienen relaciones diplomáticas desde 1973, cuando Fidel Castro anunció la ruptura de los vínculos, en una conferencia en Argel, como muestra de solidaridad con el pueblo palestino y con su líder Yasser Arafat.
Sin embargo, la simpatía que expresa Fidel por los judíos bien podría estar anclada en su niñez. En vista de que sus padres no estaban casados, y que él y su hermano aún no habían sido bautizados, durante parte de su asistencia a los colegios católicos de Santiago de Cuba, los Castro fueron llamados "judíos".