Fue ahí donde, tras besar la urna, el actual gobernante colocó, el 23 de junio de 2007, las cenizas de su esposa Vilma Espín. La roca que corona el mausoleo fue llevada en 2001 desde la Sierra Maestra. A pesar de estar a 70 kilómetros de Santiago de Cuba, más de 69.000 cubanos y turistas extranjeros visitaron en 2007 el monumento, "rodeado de palmas y donde la quietud sólo es quebrantada por una ligera brisa y el trinar de los pájaros", destaca el informe de la agencia francesa. "Algunos quedan sorprendidos al leer el nombre de Raúl'', al costado del de Vilma, en la inscripción de bronce verde oliva empotrada en el centro de la piedra, dijo Angel Leonidas, un guía.
Frente al monolito, está la tumba del coreógrafo español Antonio Gades y en una esquina discreta del mausoleo, está la tumba de Manuel Piñeiro, el legendario comandante Barbarroja.
De la última morada de Fidel Castro, nada se sabe.