Jorge Castañeda vuelve a publicar una columna sobre el tema cubano, pero esta vez sin tantas especulaciones y mayores interpretaciones. En ella aborda la reciente Cumbre de las Américas y el papel jugado por Barack Obama. "En su reflexión del 22 de abril, el Castro mayor subrayó que el presidente interpretó mal la declaración de Raúl al pensar que cuando dijo en Venezuela, el 15 de abril, que todo está sobre la mesa, incluyendo derechos humanos, presos políticos, migración, narcotráfico, etcétera, hablaba en serio. Obviamente, no: la mera mención por Raúl de presos políticos, por exaltado que se encontrara (basta ver las imágenes de los ocho minutos de su discurso en YouTube para entenderme), constituye una herejía para Fidel. Jamás ha aceptado la existencia de presos políticos en Cuba, ni piensa hacerlo. Tampoco, por supuesto, aceptó eliminar el impuesto sobre las remesas, ni, según portavoces oficiosos, la llamada tarjeta blanca para salir de Cuba. En otras palabras, le recetó a Obama lo que los franceses llaman une fin de non-recevoir: nada de nada".
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El discurso de Raúl se puede ver aquí. Primera parte, segunda parte y tercera parte.